Prece que anda suelto Satanás / Miguel Clavero


Por  Miguel Clavero

    Con este epígrafe, los Barón Rojo, en su último concierto tras cuarenta años de rock cañero, así lo  anunciaban en su famoso triplano…

…colorao, con el pertinente despliegue de abundante fanfarria decibélica. Sobrevolaba, por encima de nuestras melenudas cabezas:  horda de heavies poseidos, sin duda, por el diablo, que danzaban de manera brutal en un escenario de cristales rotos, potadas y charcos de cerveza vertida en ofrenda, a no se sabe bien a qué dios o demonio, poniendo en peligro gafas, lentillas, dientes, boinas y peluquines…  Disfrutabamos así, de esa manera, como un gorrino en su lodazal.

   La profecía se cumplió.  No les quepa duda. Previamente se forjaron las condiciones adecuadas para que Satanás estableciera sus dominios y en forma de apocalíptico jinete de la peste se paseó por nuestras calles y por el mundo entero trayendo este pandemonium que llevamos tiempo padeciendo. Una vez formada esta sopa primigenia del mal, Satanás se manifestó allá donde más dolía.

    Atacó directamente a los líderes religiosos católicos más relevantes: como el obispo de Solsona, Xavier Novell, el prelado más joven de España, que dejaba de forma súbita su cargo eclesial, tentado  por la llamada primigenia de la carne y el sexo, al casarse en secreto con una señora que hace apología demoníaca y escribe novelas  eróticas. Novelas, por cierto, que se han revalorizado en importancia social y, sobre todo, monetariamente: le habrá dejado pingües beneficios a la autora.

    Después, Lucifer, visto el exito conseguido, atacó al mismísimo lider de la cristiandad, el Papa Francisco, que consiguió comprar su alma al conversar, en el mismo Vaticano, con peligrosos comunistas, como Yolanda Díaz (vicepresidenta segunda y ministra de trabajo), sobre la inminente reforma laboral prevista en nuestro país, España, acentuando la importancia de:  acabar con la precariedad y fomentar la dignidad en el trabajo.

    Y por si esto fuera poco vemos durante estas pasadas navidades las calles adornadas con lucecitas, que lejos de traer motivos tipicamente navideños, como bolas de colores o sonrientes papas noel en su trineo, al ayuntamiento de Zaragoza no se le ocurre otra cosa que poner cruces invertidas, colgándolas de las principales calles de la ciudad. Señal inequivoca de la venida del anticristo. Bueno, y ya de paso —aprovechando la coyuntura—,  estos de VOX le cosen la boca al concejal de Zaragoza en Común, Alberto Cubero, piendole casi cinco años de carcel al juez por, supuestamente, cometer un delito de odio contra su formación política. Vade retro Satanás.

    Más indicios.  Llamadme paranoico! pero el otro día durante estos aciagos días previos a la Navidad va y se muere de forma repentina Juan Ignacio Campos, nada menos que el teniente fiscal del Tribunal Supremo y máximo responsable que dirigía las diligencias abiertas contra el ex rey Juan Carlos por su fortuna no declarada. Mientras, —éste quiere volver a España por Navidad— la fiscalía suiza que abrió el caso ahora lo archiva. Milagro o intercesión demoníaca?

   Y en medio de este caos, de este sin dios, nace una criatura que viene a redimir todos nuestros pecados y poner fin a tanta maldad.  Faro que guía nuestros pasos.  Última reserva espiritual a la que acogernos si no queremos sucumbir al reino de las tinieblas.  Es verdad, te lo juro por San Carril, pues no es otra que Isabel Díaz Ayuso que, en su infinita inocencia angelical, nos recomienda comer Phosquitos desde esa sabiduria innata que solo ella nos sabe transmitir a nosotros los “niños”.    Hagámosle caso, chavales, y dejad los porros: yo seré el primero que lo haga. Que luego me pongo a escribir pal’ Pollo Urbano y me salen  estas “cosas” que aquí les cuento.