Las frutas son para comerlas / José Luís Llera


Por José L. Llera Gil

    Parecerá extraño que hoy me ocupe de la producción y consumo de nuestras frutas y que gira,  todo ello,  entorno a   las protestas de los agricultores-fruticultores por el escaso consumo de ellas en nuestro país y a la disminución de las exportaciones.

   Está claro que hay que mejorar en este campo, nunca mejor dicho muchas cosas y,  una de ellas, es luchar contra  la competencia que sufren nuestras frutas con la que llegan de otros países. Los implicados en este sector que producen o  comercializan al por mayor y marcan los precios, no saben o no quieren verse implicados en este tema de la competencia y es más fácil para ellos protestar por los inconvenientes con los que se encuentran y achacar la situación económica, para ellos muy poco favorable,  al cierre de las importaciones en Rusia y al bajo consumo por parte de los españoles.

   Debo decir rápidamente que cualquier producción cuya rentabilidad esté supeditada al mundo de la exportación corre con un gran riesgo económico  cuando pasa el tiempo de auténtica bonanza. Por otra parte les sale mucho mejor , cuando llega la época de las vacas flacas,  protestar y protestar ante la U.E. y el Gobierno español, con el fin de que prime la retirada de muchas toneladas, aun cuando, posiblemente,  habría otras medidas para adoptar que no sea esta para  mantener los precios.

  Según nuestra opinión, hay que potenciar el consumo de frutas, ya que éstas son para comerlas y no para tirarlas, aun cuando sea  después de hacer algunos intentos compensatorios en su transformación  en zumo, mermeladas y almíbares.  

  La promoción del consumo, tal como se hace, no es rentable en modo alguno pues la inclusión, cuando se puede o quiere, de spots en la Cadenas de TV, y no digamos en alguna publicación, lejos de ser efectivas solo sirven para congraciarse sus promotores que, sabemos quiénes son, con sus propietarios, y proporcionar  pingües beneficios a las agencias de publicidad y comisiones a otros muchos más.

   Sea cómo sea hemos de adoptar  medidas para evitar verter nuestras frutas en los vertederos ya que éste es un recurso muy vago para tenerlo  en cuenta.

   Volviendo al consumo que parece ser que es la única solución para paliar el problema,  se ponen muy escasas soluciones para que así sea.

  La fruta se vende al por menor a un precio ciertamente elevado y la calidad es muy escasa. Yo era uno de los compradores compulsivos de este producto, hasta hace cierto tiempo, en que desistí de hacerlo ante esta situación que iba unida con la calidad. ¡ Como yo muchos ¡.

   La fruta en España se presenta como los pollos de la rifa,  es decir, cuidado  bien de presencia,  pero sin calidad. Cuando llegas a tu casa y la introduces, si lo deseas,  en el frigorífico y la consumes, es cuando  la encuentras con un escaso sabor, y a veces con la desagradable sorpresa de que su interior está medio podrido. No digamos cuando eres ya de cierta edad y  vas a comprar y te medio engañan siempre.

   La fruta ha de ser más barata, de mejor calidad y destacar en sus envases las cualidades que tiene para la salud.

  Ahora bien, los agricultores, los  fruticultores y los mayoristas, tienen que llevar a cabo y potenciar también las exportaciones, pero no en perjuicio de los consumidores finales españoles y vendernos la fruta que por su alto precio  y calidad   no tendría ninguna aceptación ni cabida en los mercados exteriores. La fruta en España, aun  cuando con gran oferta de manzanas,  no sería ofrecida  por Adán y consumida por  Eva.

   Vamos a ver si entre unos y otros hacemos lo que hay que hacer y no esperar a que las autoridades respectivas les  solucionen el problema que, por ahora,  lamentablemente, y con estas medidas tan simples,  no benefician a quienes compramos y consumimos fruta.

   Ante situaciones difíciles hay que agudizar el ingenio.

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