Los oráculos / Manuel Medrano

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Por Manuel Medrano
http://manuelmedrano.wordpress.com

   Las señales de los Dioses suelen ser de difícil interpretación, pero vamos a intentarlo, complementando las emitidas por la sociedad con los huesos oraculares y los signos de evolución histórica.

   Lo sucedido recientemente en las elecciones de Austria, es para tomar nota. Los grandes bipartidos tradicionales en la cuneta, en liza un partido verde de centro izquierda y otro nacionalista, los medios de comunicación convertidos en “la palabra de Dios” que dice la verdad absoluta, porque aún creen que hay mucho ciudadano que tiene fe ciega en lo que está impreso en papel o sale en la tele, etc.

   Yo propugno y siempre propugnaré el contraste de opiniones y fuentes de información y, de partida, no creerse nada porque sí, cuestionar todo. Pero los Dioses, están hablando. Hablan de un mundo que cambia rápido, y de una Europa de futuro incierto, de la que España es un apéndice no determinante. Las próximas elecciones serán un paso más, una nueva incertidumbre, que después generará un gobierno volátil como la Bolsa agitada por el precio del petróleo y el del dinero en Estados Unidos. Sea el que sea ese gobierno, porque el problema es que aquí la ética política básica aún no está ni medio implantada, los egos son como catedrales y el bien común un concepto para jugar y manipular. Y del conocimiento no digamos: la formación de los gestores políticos de lo público da igual, pero es que la de muchos profesionales también, y eso es gravísimo.

    Que nooo, que no es pesimismo. Soy realista y, si me apuráis, hiperrealista en la interpretación de los signos de los Cielos, a los cuales no quiero asaltar porque luego, más dura será la caída. “Aurea mediocritas”, pero áurea, no de cartón piedra, que no es lo mismo que el centro político, algo que, dicen, no se comprende bien en España. Falso: tampoco se comprende bien, cada vez menos, en el resto del mundo. Es un tópico electoral más.

    ¿Cómo, pues, interpreto las señales del Olimpo o de los ilustres invitados de Odín en Valhalla? Nos dicen que luchemos contra el negacionismo, para empezar. No es inteligente negar lo inestable de los tiempos, ni las intoxicaciones letales que proliferan en ellos. Por ejemplo, si en informativos o tertulias televisivas ves cómo, la misma gente que quita hierro a que más del 22% de la población española esté en riesgo de pobreza, postula la admisión masiva e indiscriminada de refugiados e inmigrantes, lo que te planteas de verdad es a qué intereses sirven, qué quieren los que les pagan y les ordenan las opiniones a mantener. Si son transmisores de unos valores solidarios universales, o bien se envuelven en banderas como la presunción de veracidad de algunas ONG’s y de muchos periodistas para inculcar lo que quienes pagan a unos y otros buscan (que a veces son bancos, partidos políticos…). Que, seguramente, no será nada bueno, al menos para la inmensa mayoría de los ciudadanos. ¿Son héroes de la libertad? ¿Son lacayos de neocon que buscan sueldos más bajos al haber una gran masa de mano de obra desocupada, es decir, quasiesclavos?

   Estos voceros, de organizaciones “solidarias” o presentadores y opinadores mediáticos, hablan del derecho de todos a que sus familias “vivan dignamente”. Hasta ahí, precioso. Pero no oirán ni una sola receta válida para ello. Y lo escucharán mucho más refiriéndose a refugiados que a ciudadanos o, incluso, pasando un tupido velo sobre inmigrantes que malviven ya en este país, muchos por cierto.

     El pasado 24 de mayo preguntaron en directo a una cooperante porqué habían enarbolado la bandera de ayudar a un niño inmigrante enfermo operando su dolencia en occidente. La respuesta, en el Canal 24 horas de TVE fue: “porque vimos que el caso generó movilización social y tuvo repercusión mediática”. Toda una declaración de valores.

   Follón porque se cierra el campo ilegal de inmigrantes en Idomeni, sin presencia de cooperantes y periodistas. ¿Acusan de algo al gobierno griego? ¿Su presencia sería garantía de algo más que de buscar “movilización social y repercusión mediática”?

    ¿Es cierto que, en algunos países nórdicos de Europa, lo que se acoge son titulados superiores con experiencia profesional, para subsanar carencias internas y “controlar” los sueldos de estos profesionales en sus territorios?

   Soy políticamente incorrecto, ya lo sé, pero el libre pensamiento tiene estas cosas. Y los oráculos vaticinan turbulencias si las situaciones no cambian. Y ahora, si han seguido leyendo hasta aquí, les añado tres datos, que no velados augurios: 1) Mis alumnos tienen alrededor de 21 a 24 años; no leen la prensa ni suelen ver ni oír informativos; pero están muy atentos a lo que se dice y comenta por internet y sus redes sociales, seleccionando contenidos y sitios web; esto es lo que viene, y yo ya funciono prácticamente así desde hace algún tiempo, por lo que defiendo fieramente la libertad en esas redes. 2) “Mens sana in corpore sano”, decían los clásicos, pero se referían esencialmente a la importancia del deporte. Nuestros responsables políticos han maximizado el tema, llevándolo a lo absoluto: mientras las asociaciones culturales no reciben ayuda pública de ningún tipo y, si ocupan algún espacio público para desarrollar su actividad, han de pagarse luz, agua, teléfono y todo gasto generado, las mismas instituciones políticas pagan a los clubs deportivos concesionarios de campos de deporte públicos el agua, la electricidad (abultadas facturas ambas) y, además, les permiten elegir a quienes gestionan los bares y restaurantes que funcionan en estas instalaciones y quedarse con una buena cantidad de dinero por esa cesión de uso (más de 30.000 euros en ocasiones). 3) Es evidente, observen y véanlo: los ídolos (prefabricados) imperan, las ideologías están al final de su crepúsculo. Por ahora.

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