Por Miguel Ángel Yusta
Esta ópera se basa en la famosa película de Ang Lee sobre la relación física y enamoramiento de dos vaqueros en el Wyoming de los sesenta. Un film de gran calidad donde se trataba la transgresora relación con delicadeza y calidad artística
“Brokeback Mountain” de Charles Wourinen.
Tom Randle, Daniel Okulitch, Heather Buck, Hannah Esther Minutillo, Ethan Herschenfeld, Jane Henschel, Ryan MacPherson.
Coro y la Orquesta Titulares del Teatro Real. Ivo van Hove, dirección de escena. Titus Engel, dirección musical.
Teatro Real. Madrid, 28 de enero. Estreno mundial.
Crónica : sesión 7 febrero 2014.
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Esta ópera se basa en la famosa película de Ang Lee sobre la relación física y enamoramiento de dos vaqueros en el Wyoming de los sesenta. Un film de gran calidad donde se trataba la transgresora relación con delicadeza y calidad artística. La ópera no desmerece de la película si bien los medios de expresión son, por supuesto, diferentes. El libreto de Annie Proux es detallista y a veces prolijo, pero describe bien la acción subrayandola con naturalidad y lenguaje cotidiano. La música acompaña la acción convenientemente, si bien no es apta para todos los oídos pues la partitura es atonal, compleja y Charles Wourinen no es Alban Berg…
La acción se desarrolla en diversas épocas de la vida de los protagonistas y durante veinte años. A mi parecer es destacable la división del espacio escénico, con empleo integral de toda la superficie y la luminotecnia destacando el lugar o lugares concretos donde se desarrolla la acción, a veces simultánea, de manera casi cinematográfica, con una gigantesca plataforma deslizante. Sobresaliente este montaje que se alterna con las proyecciones de fondo de paisajes a escenario casi vacío de la primera parte de la obra, que ambientan la acción de los protagonistas.
La tensión emocional es impactante en determinadas ocasiones y la música subraya con trazo grueso y rotundo estos instantes. La emoción sube de tono en algunos momentos, si bien el diálogo es, a veces demasiado convencional y, como decíamos al principio, prolijo.
Los intérpretes son convincentes y superan la enorme dificultad de la obra: Tom Randle y Daniel Okulitch desde un tal vez excesivo contraste de caracteres. El tenor y el barítono no obstante son sobresalientes aunque el verdadero eje es el bajo-barítono Daniel Okulitch, brillante hasta el monólogo final. Me gustó también mucho Heather Buck (Alma) una contrastada soprano.
La endiablada partitura es resuelta con autoridad por Titus Engel y unos muy eficaces y solventes coro y orquesta del Teatro Real.
El público, que llenaba el teatro en la función que relatamos, siguió la obra ( dos horas sin pausa) con interés, aplaudiendo al final sin reservas y braveando a los dos protagonistas. En suma, un estreno mundial de una obra muy interesante, si bien peculiar en su concepción escénica y musical, que no deja indiferente pues, en el fondo, es un canto al amor en libertad, aunque por las circunstancias de los personajes y de la sociedad en que viven, este amor no pueda ser realizado en plenitud. La frase final del protagonista Ennis del Mar cuando se despide de su compañero muerto en un monólogo final, “No puedo hablar de ti con nadie” bien puede resumir el tremendo drama que se desarrolla en torno a estos enamorados.
Y aquí dejamos el enlace a las temporadas del Liceu y del Real:
http://www.liceubarcelona.cat/temporada-2014-2015/temporada-2014-2015.html
http://teatro-real.com/es
