Por Miguel Ángel Punter
Comisario Artístico Independiente
Si bien la percepción visual transita por el proceso de informar al cerebro de lo que vemos, en “ Lenguajes visuales”, dicha percepción nos transmite o relata un imaginario artístico y conceptual del arte más actual, recogido en forma colectiva, con capacidad de vincular las imágenes de las obras de la exposición con el imaginario y creatividad personal de los ocho artistas emergentes que componen esta muestra de arte.
Diferentes disciplinas serán las encargadas de fusionar sus lenguajes, sin interposiciones, generando un diálogo visual con referencias poéticas, capaces de comunicar y potenciar la obra a través de sus discursos plasmados en imágenes semánticas, evocando su más íntima y personal identidad.
Estos Lenguajes visuales volcados en diversos soportes , pintura, escultura, instalación y fotografía creada con técnica de pintura digital realizada con los dedos sobre una tablet, nos permiten seleccionar qué y cómo queremos que la mirada entienda una situación, idea o evocación que sutilmente es mostrada a través de la obra presente en la exposición, aumentando la capacidad de percibir, analítica y críticamente los mensajes visuales, para comprender mejor sus significados.
Estas narraciones visuales recogen desde una poesía visual más parámetros que sólo los ópticos, anudan reflexiones y proponen incertidumbres, generando modos posibles de entender su realidad promueven la capacidad de interpretación y análisis de la propia obra, permitiendo un tránsito ductil hacia el imaginario conceptual y personal de los autores en su creación. Ofreciendo un significado sincero, desde la propia óptica y análisis interpretativo del espectador, enriqueciendo su imaginario personal como sustrato simbólico del conocimiento.
Finalmente las obras que se erigen en la muestra, adquieren un valor transmisor de conocimiento, memoria y experiencia como medio para narrar sus significados, ofrecen visibilidad de territorios personales en la manera de experimentarlos, recordarlos, poseerlos, transformarlos, simbolizarlos o incluso transgredirlos, adquiriendo de manera narrativa un carácter de transformación simbólica de la realidad.
