Por Manuel Medrano
El 20 de octubre se inauguraron dos muestras muy diferentes en la Galería Cristina Marín (c/ Manuela Sancho nº 11, de Zaragoza), que podrán visitar hasta el 19 de noviembre, de martes a sábado de 18 a 20’30 horas. En la sala de acceso se instalan las creaciones de Alonso Márquez, artista que expuso ya en la galería hace dos años (pulse aquí) y que presenta sus esculturas trabajadas en hierro y bronce.
Destacan en su estilo las figuras filiformes, a veces sobre fondos pictóricos a modo de esbozos abstractos de paisaje, con personajes frecuentemente en movimiento e incluso organizando escenas o inmersos en escenarios mínimos.
La conexión estética y compositiva con Alberto Giacometti y con algunos escultores impresionistas es evidente, y se ha señalado en varias ocasiones comentando su trabajo.
Como en las obras de Giacometti, veréis aquí reflejados la soledad y el aislamiento del hombre.
Aurelio Vallespín, doctor arquitecto y profesor universitario, concibe su pintura como el tiempo de contemplación, entendido como el tiempo que la obra tarda en revelarse ante el espectador.
Nos ofrece en la sala interior de la galería sus cuadros, elaborados con pigmentos y parafina pero, a diferencia de su muestra anterior en este espacio (pulse aquí) ahora no son monocromáticos, introduciendo incluso una potente y contrastada policromía en ocasiones.
Muy interesantes ambas exposiciones, tanto El hombre en su laberinto(Alonso Márquez) como Inflexiones (Aurelio Vallespín), títulos ambos que creo bien escogidos.
Diversas pero complementarias, pues ustedes pasarán del universo onírico-existencial de Márquez a la introspección que provoca en el espectador la inmersión contemplativa en los planos pictóricos de Vallespín.
