Por José Luis Lomillos
Hace unos pocos meses que comencé a publicar algunas pequeñas reseñas en esta revista y cada vez que daba por terminada alguna de ellas una cierta intranquilidad comprimía mi esternón.
Un reciente viaje a Madrid me ha hecho comprender el motivo de esta presión: tengo un proyectil en la recámara de mis pensamientos y es el momento de dispararlo. La visitita a la exposición de la fotógrafa Vivian Maier en la Fundación Canal ha hecho la bala saltar para presentaros algunas de las miles de fotos de calle que muchos realizamos por pura satisfacción personal.
Vivian realizó más de cien mil fotografías, trabajó toda su vida como niñera y murió prácticamente en la indigencia. Fotografió principalmente su Nueva York y Chicago de los años 40 y 50. Apretaba el disparador de la Rolleiflex como si fuera un marine… Dicen que para Maier el acto de fotografiar era su manera de relacionarse con la gente pero a mí me cuesta creerlo…
La fotografía callejera suele estar protagonizada por personas y lugares públicos, aunque no siempre necesiten estar presentes calles o entornos urbanos. En el caso de Maier suelen ser las personas, especialmente los niños, los principales sujetos de sus fotos. Por el contrario en el mío la ausencia de personas, su rastro y elementos propios de las ciudades aparecen en múltiples ocasiones por su carácter de denuncia o por pura estética. Posiblemente hoy en día las limitaciones legales y el pánico que embarga a los creadores a la hora de cruzar la barrera que supone la intromisión a la intimidad de las personas hace que en multitud de ocasiones no salgan a la luz verdaderas obras maestras.
La elección de un momento clave, el encuadre, la emoción y la oportunidad a la hora de obtener una imagen son fundamentales para esta forma de expresión. Por otro lado, a mi parecer; fina es la línea que separa la llamada fotografía espontánea y la de calle, por lo que no entraré más disquisiciones.
Finalmente me ratifico en una idea que para mí resulta evidente y que ya he expresado en otros pequeños artículos… y es que la cámara del móvil que todos llevamos en el bolsillo constituye una potente herramienta de creación que los artistas (se consideren más o menos tradicionales) debemos explorar, explotar y exportar.
Esta pequeña exposición virtual es mi humilde homenaje a todos esos fotógrafos de calle ya conocidos como Dirty Harrry (Charalampos Kydonakis), Luis Corrales, Hiroyuki Ogura, Marcelo Caballero, Emerty Wolf… y un sinfín de artistas más que nunca nadie recordará.
Si quieres aparecer en Le Freak puedes mandar tu propuesta a la siguiente dirección: joseluislomillos.wix@gmail.com
