Divertimento para mamíferos


Por Javier López Clemente

    Teatro Bicho ha trasladado su sede a la calle Ricardo el Arco en la margen izquierda y así, un antiguo video club se ha convertido en uno de los últimos reductos del teatro alternativo de la ciudad.

    El nuevo espacio se inauguró el 18 de noviembre con la función de Teatro PezKao titulada «Ratas y Canguros».

    Aunque las ratas y los canguros pertenecen a la familia de los mamíferos, no es lo mismo pensar en un maldito roedor que en la simpatía de un marsupial, al menos desde nuestra latitud norte, vaya usted a saber lo que pensaran los australianos.

     La sobriedad en la escenografía invita a que la dramaturgia se extienda más allá de espacio escénico, como si el hecho teatral huyera de su responsabilidad dramática, troceara la realidad mediante escenas sueltas que, sin relacionarse directamente con el público, lo apelan sin miramientos con una dialéctica que enfatiza argumentos, conversación y discusiones, hasta deslizarse por el delicioso mundo del absurdo. Un apetitoso terreno que se deja querer por los desequilibrios cotidianos, como si todo lo que ocurre en el escenario fuera un experimento creativo de la vida, dos personajes que mutan con la única intención de encontrar un humor esencial que, entre peripecias particulares y una sutil diversión, provoque en el patio de butacas un acto de reflexión antes que una carcajada sonora.

    Fran Martínez y Nashaat Conde nos regalan una interpretación en la que domina el control del tiempo, el silencio y la lentitud. Las escenas se llena de miradas y pequeños gestos para conectar un realismo desganado con las inquietudes de los personajes, pero cuando menos te lo esperas las palabras llegan en avalancha, desembocan en un desequilibrio que rompe las situaciones creadas, y nos obligan a mirar el mundo con un prisma muy particular, una lente de aumento que nos avisa del peligro de caminar permanentemente por la cuerda floja, de compartir la vida con otros mamíferos y sin embargo ¿qué otra cosa podemos hacer las ratas y los canguros más que unir nuestras fuerzas contra el apocalipsis zombi que cada día asola nuestras vidas?

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