Por Fernando Gracia Guia
Allá por 1974 vi en el Marquina de Madrid el musical GODSPEL. Un año después repetí en Zaragoza, a donde ya no vino al frente del reparto Juan Ribó, sino Nicolás Romero (El «Poquito» de aquella tele en b/n).
Ahora, cuando ya llevo unos cuantos musicales a mis espaldas, vuelvo a ver la función, en la versión de Emilio Aragón, y mi impresión es globalmente satisfactoria, pero con matices.
Los tiempos son distintos, estamos más acostumbrados al género, somos mucho más mayores, estamos más resabiados.
Aun así, en absoluto me ha penado acercarme al Principal. Creo que ha hecho un buen trabajo el antes Milikito. ncanLas debilidades del producto creo que están ya en el origen, la música está por debajo de la coreografía en calidad y gancho. El guion es un tanto deslavazado y los añadidos de actualización funcionan a veces y otras menos.
Para los que por razones de edad estudiamos el catecismo y para los que frecuentamos la iglesia, todo nos resulta más comprensible, pero es evidente que muchos espectadores no están en ese renglón. Comprendo que a muchos no le interese gran cosa la propuesta.
El primer acto me ha parecido más logrado que el segundo, el conjunto de diez actores/bailarines/cantantes está bien ensamblado, cumplen sobradamente y están muy bien dirigidos.
La comparación con Jesucristo Superstar parece inevitable, saliendo peor parado Godspel, pero creo que hay que obviarlo. La de Weber y Rice es una opera rock y esto es otra cosa. Yo diría que un producto entre naif y hippie, con intención humorística, sin que en ningún momento se haga mofa de la religión, ni mucho menos.
No obstante, los integristas mejor que se abstengan, como siempre se abstuvieron ante la magna obra de Lloyd Weber.
Si os gusta el género musical, no os defraudará, aunque unas cosas os convenzan más que otras. Si creeís que vais a escuchar gospels -eso del Happy day y muchos aleluyas- mejor que no vayáis.
Si sentís curiosidad por los productos con vocación de atrevidillos, no perderéis el tiempo.
Si esperáis ver otra vez lo que hicieron aquellos chicos en 1974, quedaros con aquel recuerdo