Por Susana Vacas
Ya está aquí, ya llegó, el verano, todo él para ti, para mí…
El calor y el color del verano se apodera de la cultura. Zaragoza sin 2015 ni 14 ni 16 y casi sin 12 y 13. El 11 es el que tenemos, por un tiempo, que se hace eterno… Estamos en formol. La cultura también. En stand by. Todos textos, actores, productores, diseñadores, proyectos, propuestas, manifiestos… Todos pendientes de los presupuestos. Hasta el alcalde se enfadó. Nos robaron. ¿En serio? Menos mal que seguimos en formol. Cada uno en su probeta, todos con manual de instrucciones con mil planes de actuación… y sin una perra. Ni euro ni cheque ni promesa siquiera. Todo parado. Todo sigue parado. Hasta el INAEM.
Crece el pesimismo. Crece la desesperación. Crece mi pelo. Otra vez a la “pelu”. Cambiemos, hagamos algo. ¡Elecciones! Acampemos. Rapemos. Todos al cero. Pelotero…
¿Cómo hacer teatro así? ¿Cómo tener una sala? ¿Cómo escribir o pintar? ¿Dónde colgar? ¿Dónde leer? Se exige la calle, se reclama un público; es la calle la que exige, es el público el que reclama. Necesitamos profesionalidad. Señoras, señores, no abandonen. No se desvíen del camino. No desistan. Por favor. No nos dejen solos. Sean valientes. Arriésguense. Háganlo por mí, por ustedes, por todos.
(Me dirijo a los profesionales de la cultura que sé que tienen oído, ¿verdad?)
Entretanto el público seguiremos acudiendo, nos seguiremos entusiasmando, disfrutando, incluso aplaudiendo a todos los que estudien para deleitarnos después, para hacernos reflexionar, quizá llorar o pocas veces reír… preferimos sonreír… Las escuelas y talleres de teatro nos ayudan, la tele canalla nos adocena y Faemino y Cansado nos maravillan.
(Me olvido de los profesionales de la política, que sé que tienen orejas, ¿verdad?)
