Por Daniel Sevillano
En este mes de abril hemos podido disfrutar de tres grandes “clásicos” entre el Real Madrid y el F.C. Barcelona. En estos tres partidos se ha manifestado claramente el gran fútbol desplegado por el Barcelona y el carácter defensivo del Madrid ante este equipo tan potente.
En el primer partido Mourinho sorprendió al mundo colocando a Pepe en el centro del campo, junto con Xabi Alonso y Khedira. Jugando con el denominado trivote, el equipo blanco logró incomodar e incluso parar el juego y la profundidad con la que el equipo culé nos tiene acostumbrados. Mou acertó con este esquema, preparado para robar el balón y salir rápidamente a la contra con Cristiano, Di María y Benzema llegando con peligro a la meta de Víctor Valdés . Ya en la segunda parte, el Barça tuvo más continuidad en el juego y logró el 0-1 tras un penalti de Albiol sobre Messi, que conllevó la cartulina roja para el jugador madridista. En la recta final Cristiano transformó de penalti el empate a uno.
Tras este choque se hizo un haz de luz en la casa blanca; el Barcelona no es imbatible.
Cuatro días después se disputó la finalísima de copa, el equipo de la ciudad condal salió fiel a su estilo a Mestalla. Por su parte, el Madrid repitió esquema pero con una variante salió sin delantero como referencia, esa demarcación la ocupó Ozil o Cristiano actuando como falsos delanteros. En la primera parte del encuentro el Barça no consiguió juga,r Xavi no encontraba espacios y Messi no podía con todo. El equipo blanco realizó una presión muy buena, robando el balón en el centro del campo y saliendo a la contra con mucha velocidad. El “Mouteam” pudo adelantarse en varias ocasiones en esta primera mitad con sendos disparos de Ronaldo y un gran cabezazo de Pepe que se estrelló en la madera. La segunda parte fue una comparsa del Barcelona, dado que el estado físico del Madrid bajo mucho. El Barcelona tuvo varias ocasiones pero se topó con un gran Iker Casillas, el Madrid tuvo alguna ocasión pero aislada.
Con esto se llegó a la prórroga, en la que una buena jugada trenzada por el equipo merengue llevó a la consecución de el gol de la victoria marcado por Cristiano Ronaldo. El Barcelona lo intentó a la desesperada pero finalmente el Madrid ganó la tan ansiada Copa del Rey, que llevaba sin conseguirla 18 años.
Tras este segundo partido se desató la euforia en toda la parroquia blanca, viendo que se podía ganar al mejor equipo del mundo.
Pero aun quedaba lo mejor, las semifinales de Copa de Europa. El choque llegó encendido al partido por unas declaraciones en rueda de prensa entre Mourinho y Pep Guardiola.
Para este primer partido de la ida de semifinales de la Champions League, el técnico luso del Madrid optó por una estrategia muy defensiva, mayor que en la Copa del Rey en la que jugó con la defensa bastante más adelantada que en Champions. Esta estrategia tirando la defensa tan atrás permitió al Barcelona jugar mucho mas, porque había más espacios ya que la presión no era tan asfixiante. Pese a todo el conjunto blanco aguantó el resultado hasta el final del encuentro. El partido y las ocasiones se decantaron para el que más lo intentó, el conjunto de Pep Guardiola. Tras la expulsión de Pepe en el minuto 60, el partido quedó condicionado lo que aprovechó Leo Messi para dejar la eliminatoria casi sentenciada con dos goles suyos.
En mi opinión parte de culpa la tiene Mourinho a la hora de plantear una táctica tan defensiva en el Santiago Bernabéu.
Con este resultado, el Real Madrid lo tiene muy complicado para ganar la eliminatoria y estar en la final de Wembley. El equipo de la castellana tendrá que salir al ataque en el Camp Nou para intentar darle la vuelta a la eliminatoria.
Después de estos tres partidazos se puede sacar una conclusión, el Barcelona ha vuelto a demostrar el gran equipo que es y que el Madrid es uno de los pocos que gracias a su calidad puede “mojarle la oreja” al equipo blaugrana.