Por Agustín Gavín
Se va a cumplir en estos días el primer año de la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso. Unos pensábamos que no se atreverían a invadir, otros creían que iba a durar poco porque iba a ser un paseo militar ruso y Ucrania rendiría la provincia ambicionada por…
Rusia de Donbas.
Agustín Gavin
Corresponsal Internacional del Pollo Urbano y Presidente de www.arapaz.org
Nos equivocamos muchos, los que no se equivocaron eran los que tenían familiares en Ucrania y hablaban ya de guerra larga, que de hecho continúa a día de hoy y no parece que nadie tenga intención de pararla o al menos intentarlo.
Durante este año la sociedad civil en general se ha movilizado, quizá de una forma desordenada, sobre todo al principio, para paliar necesidades humanitarias. Han llegado refugiados, se ha enviado mucho material, aunque con el paso del tiempo las donaciones han disminuido. Ya sabemos que la solidaridad decrece con el tiempo y con vacíos informativos, aunque este no era el caso. A primeros de enero de este año salió un camión de Zaragoza del Centro Logístico de Ayuda Humanitaria de la ONG Arapaz en La Cartuja, con veinte toneladas de ayuda con destino Cracovia, Polonia, y que organizaciones humanitarias introdujeron en Ucrania y que se está repartiendo actualmente.
Ya en octubre del pasado año dos compañeros distribuyeron ayuda humanitaria sobre todo medicamentos y material quirúrgico en Leópolis. Identificaron la situación para poder seguir atendiendo necesidades en otras zonas. Son los mismos que han regresado hace unos días de la región de Donbas. En este segundo viaje han estado trabajando muy cerca del frente para distribuir el resto del proyecto de emergencia humanitaria financiada por el Gobierno de Aragón y que gestiona Arapaz.
Son personas experimentadas en conflictos bélicos, Bosnia, Kosovo, Líbano ect, y nos que han contado que hay muchas dudas sobre la información que nos llega desde allí., sobre todo de cómo han vivido su experiencia personal y sus relaciones con los damnificados por el conflicto. Nos lo definen con una frase corta: “es una guerra muy rara desinformada”. Lo que sí está está claro es que es una invasión, un atentado contra la soberanía, en la que están matándose gente muy joven.
El día 16 hablamos con ellos por wasap. Estaban sentados en una cafetería en una zona céntrica con tiendas de lujo abiertas y comentaban que estaba todo normal en la ciudad de Dnipro , la gente relajada tomando su consumición, en una ciudad que tenía dos millones de habitantes de los que la mitad han huido. Un misil ruso Kh-22 había caído en un barrio humilde de las afueras el día de antes y aun se veía humo desde algunas zonas del centro. Hubo más de 40 muertos. Tomando un café nos contaban que la gente se comportaba como si no hubiera guerra, ya sabíamos desde otros conflictos como se normaliza la tragedia por instinto de supervivencia. Cuando fueron acercándose a la zona del frente en la localidad de Liman otro misil paso por encima de ellos explotando a varios kilómetros. Como además son miembros de UNESCO- Deporte por la paz-Aragón, una vez acabado el reparto de ayuda, conectaron en el frente con el atleta, ahora soldado en el frente, Andrii Thachuk, la quinta mejor marca de todos los tiempos en 24 horas corriendo, que se sorprendió muchísimo cuando se habló de hacerle participar en eventos de atletismo en Zaragoza y Pamplona, previo permiso de sus jefes militares. Cuando oyeron hablar español en la tercera línea de frente que es la de descanso, la segunda y la primera son activas que se van rotando haciendo fuego, soldados venezolanos, colombianos y un español salieron a saludar a nuestros compañeros.
El 21 de enero dos afamados alpinistas ucranianos también murieron en el frente de Soledar y fue noticia de alcance mundial. Con la visita de Andrii se pretende sensibilizar para dar pasos hacia la paz. Pero lamentablemente todo continua igual y no se ve la salida de la espiral bélica. De hecho, Ucrania se está planteando ya la movilización desde los 18 años. Van a llegar los carros de combate Leopard, con la duda de si es para que Ucrania gane la guerra o para prolongarla, desde luego los que deben de estar contentos son los fabricantes de armas. Rusia abrió las cárceles cambiando la libertad de los presos por el frente de batalla y todo apunta que los han utilizado como carne de cañón. Hacía tiempo que los servicios secretos de países occidentales estaban alertando de casos de corrupción entre el staff de Zelenski y se han tomado decisiones ejemplares con destituciones exprés. De todas las formas la información que llega a occidente como la que debe de llegar a los ciudadanos rusos es todo lo opaca que dictan las normas de la guerra.
Volviendo al principio, muy pocas voces se han lanzado a pedir una mesa de negociaciones. Cuando las guerras balcánicas de finales del siglo pasado, el entonces presidente de EEUU, Clinton, llamó a una base militar en Dayton a los presidentes de las tres partes beligerantes, Tudjman por Croacia, Izetbegovic por Bosnia Herzegovina y Milosevic por Serbia y Montenegro. Se paralizaron los bombardeos sobre Sarajevo y otras localidades y fue el comienzo del fin del conflicto, aunque no se sabe si los rescoldos pueden reactivar la hogueraen cualquier momento. Eso sí, todo apunta que estos acuerdos beneficiaron a la administración Clinton para ganar las elecciones y repetir mandato, quizá fue un aliciente para convocar a las partes en conflicto. Naciones Unidas que en realidad es quien tendría que poner iniciativas encima de la mesa, esta hipotecada por la presencia rusa en el Consejo de Seguridad. Alguien ha pensado que, si el problema es la región de Dombás, articúlese un sistema jurídico dejándola como una provincia, un estado asociado libre compartido o se invente otro término para paralizar la sangría de miles de jóvenes que riega una codiciada frontera. El problema es que no se sabe cuándo los gatos se van a dejar poner los cascabeles, si es que hay voluntad de ponerlos.
