Argentina: Racismo, centena y más…


Por Gloria Cohen

   La muerte del ciudadano afroamericano George Floyd en los Estados Unidos de América generó una serie de protestas en las principales capitales del mundo contra la discriminación racial.  En Argentina nos conmovió ese crimen brutal, pero no hubo ningún tipo de manifestación…


Gloria Cohen
Corresponsal del Pollo Urbano en Argentina   

….masiva, por la prolongada cuarentena que se vive desde el 20 de marzo por el Covid-19, siendo esta más dura en la Ciudad de Buenos Aires y en su zona de influencia – denominada Area Metropolitana de Buenos Aires, AMBA-, donde reside la tercera parte de la población del país.

   Además, la población de origen afroamericano es ínfima aquí. Eso puede explicarse, en parte, por nuestra historia económica pues en Estados Unidos y en Brasil los esclavos eran necesarios como mano de obra en los cultivos de algodón y de caña de azúcar.

    Así que los esclavos de raza negra que vinieron al Río de la Plata durante la dominación española se desempeñaban como sirvientes de las familias acomodadas, es decir que no tenían una función relevante en la economía; por ello, las “Provincias Unidas del Río de la Plata” fue uno de los primeros países en abolir la esclavitud en 1813.

   Casi no hay población de raza negra aquí y el término “negro” suele usarse en forma despectiva por algunos sectores de la población para referirse a quienes viven en barrios precarios o son descendientes de los pueblos originarios. Aunque también tiene un uso coloquial cariñoso para referirse a algún ser querido que tenga el color de piel digamos…, de un andaluz de tez oscura.

   Volviendo a la famosa cuarentena, que cumplió ya 100 días el 26 de junio y será más dura en el AMBA a partir del 1º y hasta el 17 de julio y…. después veremos cómo seguimos…

   En otras zonas del país se viven realidades diferentes, aunque están mal en las Provincias de Chaco y de Río Negro; sólo en la Provincia de Catamarca no se detectó ningún caso positivo hasta el 30 de junio.

    La actividad económica cayó un 26 % en el mes de abril, es decir el primer mes de cuarentena completa y todavía no están las cifras descendentes de mayo y junio, pero miles de pequeños comercios –restaurantes, peluquerías, gimnasios, entre otros- ya cerraron sus puertas al durante este primer semestre.

    Dada la debacle por la cuarentena que se suma a la prolongada caída económica existente por lo menos desde mediados del 2018, en algunas Provincias ya se alzan voces de querer separarse de la Nación argentina, como es el caso de Mendoza.

    Como decía en la nota anterior, un piloto de tormenta nunca sabe cuál puede ser el mal menor: desde que el Coronavirus llegó a la Argentina a principios de marzo y hasta el 30 de junio murieron 1.307 personas, una cifra total en cuatro meses casi similar a la cantidad de muertes diarias que se registraban en España en el peor momento de la pandemia. De todas formas, de no haber existido la cuarentena, posiblemente la economía se hubiera contraído igual y se hubieran perdido muchísimas más vidas.

      Si hubo manifestaciones de protesta durante la cuarentena: en el Día de la Bandera -20 de junio- hubo un “Banderazo” en repudio a la expropiación que anunció el gobierno nacional de la empresa Vicentín, una comercializadora de granos con una abultada deuda con bancos nacionales, y ante la posibilidad que este sea el primer antecedente de hechos futuros que atenten contra la propiedad privada.

     Respecto a la deuda externa, es otro plazo móvil que va corriéndose en el tiempo pues estuvimos por entrar en “default” en abril, pero ahora seguimos negociando y el plazo se extendió también… Un país “de cuento” en el cual los tiempos se estiran y siempre estamos igual…, o peor.

     La que se cansó del país fue la empresa aérea LATAM, fusión entre la chilena LAN y la brasileña TAM y decidió irse de la Argentina, dado que la prolongada cuarentena afectó severamente los ingresos de su filial argentina.

     Y aquí les cuento la anécdota de mi amiga Teresita Paredes, que reside habitualmente en Móstoles –Madrid-. Ella tuvo una exitosa carrera como cantante de tangos en Europa y después se casó con un ingeniero vial español. Luego de quedar viuda, Teresita viene todos los veranos a Argentina (de diciembre a abril) para huir del frío invierno madrileño y para visitar a su familia que reside en Córdoba -Argentina- y sus amistades en Buenos Aires.

    Teresita compró el año pasado un pasaje de la aerolínea LATAM desde Madrid y hasta este momento la empresa no le informó en qué condiciones podrá canjear su pasaje para volver a España, pues además con la cuarentena no hay vuelos regulares que conecten nuestro país con el resto del mundo de ninguna  aerolínea.

     Tampoco puede volver a Córdoba para estar con su familia pues por la cuarentena quedó varada desde el 20 de marzo en Buenos Aires: no hay autobuses regulares de larga distancia, menos aún vuelos internos y tampoco   podría hacerse llevar en automóvil porque no se puede transitar por las rutas.

    Mientras tanto, ella mira la TV argentina y cada vez comprende menos a su país natal: no entiende cómo las reglas pueden cambiar permanentemente, ni  cómo hay tantos barrios precarios sin de agua potable, ni condiciones básicas de salubridad, y cómo los sucesivos gobiernos los dejaron establecerse en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires, tampoco entiende a qué se refieren con el AMBA, entre otras cuestiones.

    Con sus 82 años recién cumplidos, Teresita fue asaltada en pleno centro de Buenos Aires hace un par de domingos, afortunadamente sin violencia. Pero el año pasado en la Provincia de Córdoba vivió una experiencia muy traumática cuando unos “motochorros” en una ruta rural rompieron el vidrio de la ventana del auto de su amiga para arrebatarle la cartera, por suerte su amiga pudo acelerar aunque Teresita se lastimó bastante. También fue víctima del robo de su teléfono móvil en Córdoba y fue timada por comerciantes chinos en Buenos Aires que le cobraban de más en su tarjeta aprovechándose de sus dificultades visuales. Dice que es un país en el que hay que estar “siempre alerta, siempre en guardia” y ella no se acostumbra a esta vida después de residir tantos años en España.  

     En cuanto a mi familia, la cuarentena nos está dando muchas emociones. Las primas por parte de padre, aún viviendo en Buenos Aires casi nunca teníamos tiempo para encontrarnos personalmente y hay otras/os primas y primos que viven en Nueva York, en Barcelona y en San Pablo. La pandemia nos unió y comenzamos a reunirnos los domingos vía Zoom con la única hermana viva de nuestros padres, a recrear la historia familiar de nuestros abuelos inmigrantes sefardíes que llegaron desde Turquía y Jerusalén a la Argentina. Los encuentros infantiles de los domingos en la casa de la abuela fueron reemplazados por los Zoom de los domingos de cuarentena, sumado al grupo de WhatsApp donde compartimos historias, fotos familiares y recuerdos.

    Una de las primas a la que le gusta escribir, ya comenzó la tarea de relatar nuestra historia y todos vamos compartiendo anécdotas y vivencias de nuestros abuelos, padres y de nuestro propio pasado, lo que genera alegría y a la vez llantos de emoción por revivir la vida familiar compartida en la niñez y en adolescencia.

    Estamos rescatando algo positivo en medio de esta pandemia mundial, en un país donde vemos con tristeza la angustia de la gente y el miedo de no saber qué pasará mañana.

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