Mexico: El Monumental Estadio Azteca

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Por Emilio Mendoza de Gyves

    Estimados lectores, no puedo escapar a la tentación de relatarles algunas anécdotas y experiencias vividas en nuestro México querido. Esta vez quiero compartir con ustedes la emoción que sentí al visitar el Monumental Estadio Azteca, el “templo deportivo” más importante de nuestro país.

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Emilio Mendoza de Gyves
Corresponsal del Pollo Urbano en Mexico

    Soy un gran aficionado de fútbol y por eso deseaba tanto conocer más a fondo el legendario estadio Azteca, donde viví, en varias ocasiones de mi vida, las emociones de un común espectador en la tribuna. Armado con mi cámara y mi libreta de apuntes me dispuse a recorrer las “entrañas” de nuestro grandioso recinto futbolero aprovechando un tour guiado que ofrece la empresa administradora.

Visita guiada del estadio Azteca

    Primero estuvimos en la zona de placas. Se trata de un muro situado en la puerta principal donde han concentrado las placas conmemorativas de los hechos más importantes que se han suscitado en este grande escenario. Encontramos desde la placa de quien anotó el primer gol hasta la distinción hecha al estadio por haber sido sede de dos finales de copa del mundo (1970 y 1986), pasando por el homenaje rendido al “partido del siglo” entre las selecciones de Italia y Alemania en el mundial de 1970.

   Luego entrando por la puerta 8, accedimos al llamado túnel de maratón que recorre desde el estacionamiento del autobús de los equipos hasta la cancha pasando por la entrada a los vestidores. Esta galería está decorada con fotos, banderas y estadísticas de clubes y selecciones que han jugado en la cancha del estadio Azteca desde su inauguración en 1966.

    Después nos invitaron a conocer la famosa sala de prensa con el tradicional panel de patrocinadores. Por unos minutos ocupamos las sillas donde los jugadores y técnicos suelen sentarse después de los partidos para ser cuestionados por los periodistas deportivos. Entre bromas y fotos con los otros participantes del tour, nos regocijamos con una entrevista simulada.

    Posteriormente visitamos los vestidores de los jugadores. El casillero asignado a cada jugador, está personalizado con su propia fotografía gigante. A continuación, recorrimos los pasillos que conducen a la superficie y finalmente pudimos “saltar” a la cancha utilizando la tradicional escalinata en forma de caracol que conduce a los jugadores al terreno de juego. Alzando los brazos como para recibir la ovación del público y con la recomendación de no maltratar el césped, procedimos a dar una caminata alrededor de la cancha. Nos dejamos invadir por la emoción de sentirnos protagonistas. El recorrido de la cancha incluía la posibilidad de conocer la banca de los equipos donde los jugadores de relevo se ponen a disposición durante los partidos. Por unos minutos me senté en la butaca del entrenador y dejé correr la fantasía en mi mente: tal como hacen los grandes estrategas, traté de discernir qué problemas planteaba el juego y cómo podrían solucionarse mientras me comía las uñas.

    Para conocer mejor la acústica arquitectónica del estadio, la señorita guía nos invitó a subir a las tribunas y pidió que todos los participantes del tour gritáramos «gol» a todo pulmón y al mismo tiempo. El eco es fantástico. Para finalizar nuestra visita, la guía nos presentó al jugador número 12 que está sentado permanentemente en una butaca de las tribunas. Se trata de una estatua de bronce erigida como un homenaje al aficionado que más veces concurrió al Azteca y que simboliza la pasión del aficionado de futbol.

 

El Coloso de Santa Úrsula

    El estadio fue construido en el barrio de Santa Úrsula Coapa, al sur de la ciudad de México. Es por eso que nuestros cronistas deportivos con frecuencia se refieren a nuestro monumento deportivo como “el Coloso de Santa Úrsula”.

    La cancha del estadio fue acondicionada con características funcionales como su posición respecto a los puntos cardinales. Fue ubicada con una orientación del paso del sol de oriente a poniente para evitar desventajas a los equipos. Cuenta con un sistema de drenaje muy eficiente que permite jugar a los pocos minutos de pasada una tormenta, evitando encharcamientos.

   Además de ser la sede oficial como anfitrión de la selección mexicana de futbol, actualmente en el estadio Azteca el club de futbol local es el América, equipo de primera división. Sin embargo, en pasado, durante varios años fue también la casa de varios clubes de renombre entre los que se encuentra el Cruz Azul (1971-1996), quien vivió en este escenario, los más gloriosos momentos de su historia. El Azteca fue también sede local del Necaxa, Atlante y Atlético Español.

   El estadio Azteca ha vivido partidos nacionales grandiosos como el llamado Clásico del Futbol Mexicano, popularmente conocido en México como «el Clásico de Clásicos» que es jugado entre los equipos más populares y ganadores de la historia del futbol mexicano, el Club América y el Club Guadalajara.

   El Azteca ha sido también anfitrión de torneos continentales de clubes: Copa de Campeones de la Concacaf, Copa Libertadores, Copa Interamericana, Copa Sudamericana, etc.

 

Quincuagésimo aniversario

   Justo en este año 2016, el estadio Azteca cumple cinco décadas de pasión, sueños y leyendas. Con motivo de su quincuagésimo aniversario, la empresa propietaria ha realizado una fuerte remodelación del inmueble. De hecho, durante nuestra visita del pasado agosto notamos muchos empleados que trabajaban sin cesar. La entrega del enorme edificio ya remodelado estaba prevista para el pasado 12 de Octubre. Las tribunas fueron las que sufrieron la principal restructuración, ya que redujeron su aforo de más de 100 mil butacas a unas 85 mil en mejora de la comodidad de los asistentes.

    Este emprendimiento de remodelación con motivo del 50 aniversario del estadio, fue aprovechado para adecuarse a los requerimientos de la liga de futbol americano de los Estados Unidos y de esta manera volver a hospedar partidos de ese duro deporte con equipos de la NFL del vecino país, como ya se hizo en pasado.

 

Leyenda mundialista

   Sin duda alguna, el estadio Azteca ha dejado huella en la historia por haber sido el primer estadio en haber albergado dos finales de copa del mundo, en 1970 y 1986. El Azteca fue sede de la final del Mundial de México ’70, el partido que consagró a Brasil de Pelé campeón del mundo por tercera vez a expensas de Italia. Pero sin lugar a dudas, el partido que contribuyó a dar a conocer más en el mundo este estadio fue la famosa semifinal del campeonato de futbol 1970 entre Italia y Alemania Occidental, ganado por los italianos con un increíble 4-3 en los tiempos suplementarios. ¡Un partidazo!

    En 1986 se utilizó de nuevo el estadio Azteca como sede del mundial. Además de la final entre Argentina y Alemania Occidental, el Azteca fue testigo de otro partido que pasó a la historia del fútbol, los cuartos de final entre Argentina e Inglaterra. Durante ese partido, Diego Maradona, considerado por muchos como el mejor jugador de todos los tiempos, dejó constancia de su gran habilidad con el balón y al mismo tiempo como uno de los más grandes tramposos de este deporte cuando decidió un gol con la mano (que el mismo “pibe de oro” la describió como “la mano de dios”). Para compensar esa terrible picardía, unos minutos más tarde, el astro argentino realizó el gol más hermoso de todos los mundiales, partió desde su propio campo con el balón pegado en su pie izquierdo y eludió a seis jugadores ingleses antes de anidar el balón en la red.

   El estadio Azteca fue también sede de los juegos panamericanos en 1975, cuando la selección mexicana empató a cero goles con la de Brasil en la final y donde ambos equipos compartieron el podio por la medalla de oro. También fue sede de la Copa Confederaciones en 1999, que vio el triunfo de los mexicanos en la final contra Brasil (4-3). Por si fuera poco, nuestro Coloso de Santa Úrsula fue sede de la final de futbol de los juegos olímpicos de 1968, cuando los húngaros se quedaron con la medalla de oro al ser verdugos de los búlgaros.

 

Escenario de eventos culturales y de espectáculos

    Más allá de ser un símbolo del deporte en México, en el curso de su historia, el estadio Azteca ha sido adaptado para hospedar también eventos de carácter no deportivo. Entre los eventos culturales y de espectáculos más importantes se encuentran conciertos nacionales e internacionales en el que se han presentado figuras de renombre mundial como Michael Jackson, U2, Elton John, Lenny Kravitz, Gloria Estefan, Paul McCartney, The Black Eyed Peas, Marco Antonio Solís, Vicente Fernández, entre otros.

  Sin embargo, el evento más emotivo ha sido el “Encuentro de las generaciones” con el Papa Juan Pablo II, en el marco de su cuarta visita pastoral a México en 1999. En aquella ocasión, el papa Juan Pablo II convirtió al estadio Azteca en un monumental santuario de fe.

   Nuestro gran escenario también invadió la política. En el 2001, dos de las bandas musicales más populares, Jaguares y Maná, se unieron para realizar un concierto que llamaron “Unidos por la Paz”. Los dos grupos musicales que supuestamente son rivales enemistados por el pop y el rock, en esta ocasión se unieron para tocar juntos en un concierto para pedir la paz en Chiapas.

    Otro de los eventos que tocaron el corazón de los mexicanos, fue la muerte de Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, uno de nuestros máximos comediantes. En noviembre de 2014, las puertas del estadio se abrieron al público para rendir un homenaje de cuerpo presente a la trayectoria del famoso artista apenas fallecido. Una enorme cantidad de gente le dio el último adiós desde las tribunas y decenas de niños lo acompañaron a nivel de cancha disfrazados como “chapulín colorado”, un personaje utilizado en la parodia de los programas de superhéroes, creado por Chespirito.

 

La del estribo

   Ya para despedirme, les quiero contar que entre las grandes transformaciones que ha tenido el estadio Azteca se encuentra el de la arena de box. En 1993, el Azteca convocó a más de 132 mil personas para presenciar la multimillonaria pelea entre el mexicano Julio César Chávez y el norteamericano Greg Haugen por el título mundial de boxeo.

   Eso es todo por el momento, gracias por su atención. Y hasta la próxima.

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