Stop war / José Luis Llera


Por José Luis Llera Gil

    Cuando amablemente recibo el habitual mail mensual  del Director de  EL POLLO  URBANO recordándome la fecha de salida del próximo número  de su Revista..

…y que por ello he de enviarle con urgencia mi artículo, lo cual hago siempre,  me encuentro con la tesitura de no saber por mi parte que tema elegir en esa ocasión.

    La guerra, Rusia – Ucrania, parece una auténtica contienda civil, la crisis del transporte, los precios de los carburantes y de la energía, el desabastecimiento, la pandemia de la covid 9, la adopción de una medida que no complace ni a los habitantes del  Sahara Occidental y a  muchos españoles, etc. me hacen elegir el tema de la guerra  por muchas razones incluyendo que lleva cerca de un mes con triste sucesión de muertos.

      Que España es un país sumamente solidario es bien patente, de lo cual puedo hablar desde hace bastantes años en que con distintas personalidades, francesas y españolas, convoqué una campaña internacional denominada TODOS CONTRA EL SIDA en la que colaboraron muchas personas de distinto nivel socioeconómico.

    La Casa Real estuvo también magníficamente representada  así como el Instituto Pasteur con su Director General, el  Dr. Luc Montagnier, y otros expertos en el tema.

   Me llena de orgullo también conocer a ciertas personas residentes en países cercanos al Mar negro  con las que comentaba ciertos temas en mi estancia en ellos y que ahora están bajo la mirada del ejército ruso.

Mi trabajo me llevó a ellos y desde luego nunca hablaron mal de Rusia.

    Los polacos suspiraban por permanecer a la U.E. y hablaban de los múltiples beneficios que  ello les reportaría e  igualmente los húngaros y los búlgaros. Algo diferentes eran los ucranianos.

    En cuanto a los rusos, se  conocían bien por su vestir y por el dinero que gastaban en las zonas turísticas del mar negro. Puedo confirmarlo como cierto pues era  así y así lo viví. Después pasaron los años y ya no era todo oro lo que reluce, pues se encontraron con unas limitaciones propias de ser  frontera con este mar, es decir con ellos.

   Lamentablemente no conocemos el número de fallecidos que ha dejado la guerra en los 30 días que lleva asolando el país ucraniano, pero si nos ha permitido a unos más y a otros menos, conocer el cariño que los habitantes sienten por su país y lo bien que hablan español. Decía una refugiada que así tienen más facilidad de encontrar un trabajo-

    Como ya digo anteriormente, son personas educadas y respetuosas con los demás. Si no,  nada más hay que ver como cogen los alimentos en las  filas larguísimas y como dan las gracias a quienes les ayudan.

     Haciendo referencia específica a los españoles debo decir que hemos de sentirnos llenos de orgullo por nuestra actuación, en cuanto a acoger a   ucranianos, llevarles ropa, medicinas  y alimentos, y después traer en sus mismos vehículos a ciudadanos de este país que son ejemplo  de respeto a los demás y  de gran paciencia.

   Dice el Gobierno español que ya están acogidos en España, hasta la fecha, unos 25.000 ucranianos que después, añado yo,  de algunos pocos  meses o años, se trasladaran a otros países europeos o de continentes más pudientes.

   En fin amable lector, no deseo ser exhaustivo en estas consideraciones, pero si puedo añadir que como español estoy muy orgulloso de serlo y que me sumo a las ayudas que nuestros conciudadanos, claro ejemplo de solidaridad, ofrecen a quienes lo precisan siendo además un país pobre pero extremadamente ejemplar.

    Bien es cierto que somos un país regido por engañadores que intentan siempre actuar de una forma poco sincera y trasparente, lo cual veremos más adelante en qué queda todo esto.

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