Pollerías (diciembre-enero)

Por Martín Ballonga

    ¡Pollo a Pollo aumenta el número de seguidores de esta sección! Aquí conviven  píldoras, runrunes y comentarios que nos llevan por pequeñas pistas a caminos de interés asegurado para nuestros inteligentes lectores.

  “¡No me seas belga!”, le espetó Víctor Choped Carbajales en un enfrentamiento con Meandro Lartínez, director de programación de la filmoteca cesaraugustana. Y este le contestó, airado: “¡Carbajal lo serás tú!”. Intervino en el alboroto Saúl Stalín y se armó la marimorena. Agentes de la guardia civil, policía nacional y zaragozana quisieron poner paz en la disputa, pero, ante el cariz que iban tomando los acontecimientos, no tuvieron más remedio que llamar a los mossos d’esquadra. Para que luego los critiquen de pasividad.

 

  Las mejores exposiciones en Zaragoza en lo que va de este curso 2017-18 han sido las retrospectivas de los zaragozanos Óscar Sanmartín (en Montemuzo) e Ignacio Fortún (en la Lonja), un devenir de apariencias y destellos. El primero es un ilustrador de primer orden, pendiente siempre del mínimo detalle en su búsqueda de lo enigmático. El pintor Fortún, por su parte, descubre que, en la superficie erosionada de la lámina de zinc, se pueden crear relaciones rítmicas entre la luz y las manchas de color, generadoras de los paisajes urbanos representados.

  El mejor libro en lo que va de curso lo ha publicado la editorial Anagrama. Su autor, el zaragozano Julio José Ordovás, de Almonacid de la Cuba. Su título, ‘Paraíso Alto’. “Con el sigilo y la timidez que le caracterizan”, escribe el crítico de ‘La Vanguardia’ Juan Marqués, “nos ha entregado una novela muy breve que, sin embargo, contiene una pequeña y extraña eternidad. Con esa prosa deliberadamente tosca pero tremendamente poética, intuitiva y llena de brochazos fulgurantes, ha fundado una especie de Corrala aragonesa (ese raro topónimo del título) que, según queda claro en un detalle genial, no es un pueblo sin vida, sino un pueblo muerto”. Una magnífica obra sobre la incomunicación, con toques surrealistas pero a la manera del cine de Antonioni, cuyos derrotados personajes, al menos, encuentran un “espantapájaros” que está dispuesto a escucharles y a hablar con ellos, y que les dará sepultura.

  A la presentación de este libro de Ordovás (en ‘Portadores de sueños’) acudió nuestro subdirector, Carlos Calvo –que no se pierde una-, y varios de los asistentes se fueron a cenar al ‘Blasón’. Entre ellos, Eva Cosculluela (gerente de la librería y maestra de ceremonias), el gongorino Antonio Pérez Lasheras e Ignacio Martínez de Pisón, quien “delató” todo el proceso del inminente rodaje de una serie adaptada de su novela ‘El día de mañana’, dirigida por Mariano Barroso. Las copas llegaron luego, en el ‘Van Gogh’ de Germán. Y a empalmar: uno, a la panadería; otro, al quiosco de la esquina; los de más allá, a dormir la mona. Hasta “el día de mañana”…

  La mejor película del cine aragonés (signifique lo que signifique) del curso la ha pergeñado Jorge Nebra. ‘Local 7’, que así se llama, es un documental musical bien entendido, rico en detalles y sin los convencionalismos habituales a que nos tienen acostumbrados ciertos (y santones) cineastas de esta tierra nuestra. Para más información, lean la reseña de nuestro crítico cinematográfico. De nada.

  El mejor espectáculo teatral lo ha ofrecido Javier Aranda con sus títeres en ‘Vida’, como ya hiciera anteriormente en ‘Parias’, convirtiendo el escenario en un auténtico hervidero de emociones. Un auténtico lujo, del que pocos se han percatado. Seguro que los del “núcleo duro político-cultural” no han visto nada de este gran artista. En esta casa lo hemos seguido por garitos de mala muerte y también por escenarios de mayor enjundia, y nunca los hemos visto ni a babor ni a estribor. Acaso, en su último gran espectáculo en el Mercado, no acudieron a las sucesivas funciones porque emplearon esos días para acudir, en manada, a ver el documental sobre los Lumière. No se pierdan el artículo referido a los hermanos de Lyon en nuestra sección de los estrenos en los cines. Sin desperdicio.

  Por cierto, Javier Aranda encarna al forense de ‘Grupo 2 Homicidios’, lo único salvable de esta caótica serie aragonesa producida por el emporio de ‘Heraldo’, donde se muestra el trabajo de unos policías que utilizan métodos científicos para tratar de esclarecer los hechos. Al inspector lo interpreta Jorge Usón, en un papel que no se sabe muy bien si hace comedia ozoriana, drama criminal o ciencia ficción de serie z. El cineasta Javier Fesser quedó perplejo al verle y lo ha llamado para otra entrega del famoso cómic de Francisco Ibáñez. La película llevará el sonoro título de ‘Mortadelo y Jorge Usón, agencia de información’. Asín, el otro Jorge, se unirá al reparto. Asín y Usón… ¡vaya mogollón!

  En lo que va de curso, las mejores tabernas de reunión de la redacción pollera han sido ‘Vinagre Rock’ (en la calle Cortesías), ‘Antigua Casa Paricio’ (en Coso Bajo) y ‘Entalto’ (calle Mayor). Sus gerentes (Elena Verdú, Millán Cabrera y Chus Blasco, respectivamente) nos consienten todo. Anarquía dentro de un orden.

  En uno de sus ‘sacos’ (ya definitivamente rotos) titulado ‘Aragón y Cataluña’, Juan Domínguez Lasierra, que debe estar en “crisis”, termina así el texto: “Me pregunta un conocido, con cierta intención: ¿tiene amigos catalanes? Y le respondo: tengo amigos, y punto. Y que me siento más cerca del senegalés que me vende baratijas que del alcalde Santisteve”. Y se queda tan ancho, el gachó. A Lasierra le encanta tal despliegue de banderas españolas, se entusiasma en el tarareo del himno nacional y hasta con el almeriense Manolo Escobar. Aquellos chalados en sus locos cacharros…

  ¿Es tal la fuerza del sentimiento antiespañolista que si el Pato Donald se presentase a elecciones como principal candidato del independentismo el resultado seguiría siendo igual? ¿Con qué autoridad moral el gobierno del PP insiste en que está actuando en Cataluña en defensa de la ley? ¿Quién odia más a quién? ¿Los catalanes a los españoles o los españoles a los catalanes? De estar vivo Fernando Fernán-Gómez, ¿qué pensaría del “problema” catalán?

  Ya saben que Jesucristo fue recibido entre palmas y laureles en Jerusalén el domingo de Ramos y cinco días después era crucificado en soledad. ‘¡Judas, toma tus monedas!’, rezaba el título del wéstern almeriense rodado en 1972 por Pedro Luis Ramírez y con el aragonés (mugriento) Fernando Sancho encarnando a uno de los tres bandidos que luchan entre ellos por adueñarse de un cargamento de oro arrebatado al ejército.

 Dice Gregorio Morán que la crónica de la transición se ha ido tejiendo poco a poco “como una superposición de lugares comunes, de tópico y fábulas que, a fuerza de repetirse, han transformado el relato en una realidad indiscutible” y que “la historia se ha convertido en fantasía”. Cuatro décadas después, la crisis de estado ha estallado cuando el presidente de la Generalitat y un grupo de diputados catalanes iniciaron su camino. Pero nadie nos habló de los belgas. ¿Hacia una segunda transición?

  No se pierdan el cortometraje de Juanma Bajo Ulloa ‘El catalanazo’. Y estas rotundas palabras del cineasta vasco: “España es un país que no se quiere, no se aprecia, está avergonzado de sí mismo. Un país que habla en inglés. Ante esa incapacidad de darle valor a tu propia identidad te buscas otro más interesante. El ser humano necesita identidades y cuando no estás seguro te agarras a la ideología que va surgiendo. El catalanismo ha surgido en el momento adecuado. ‘No sois nada y ahora sois catalanes; matad por ello’. Lo mismo sucede con el feminismo, con chicas cuya identidad es ser feminista. Lo llevan a gala, lo repiten, miran los gestos que haces, te juzgan, coartan tu libertad, no tienen pareja porque están en el dogma. Todo eso surge por esa necesidad de agarrarte a la identidad que te ofrecen los oportunistas, que suelen ser políticos”.

  El periodista Jesús Maraña presentó su libro ‘Al fondo a la izquierda’ en la librería Cálamo de Zaragoza y afirmó que el PSOE ha sido muy cobarde en el conflicto catalán por miedo a que afectara a su electorado. ¿Cómo saldrá de esta situación Pedro Sánchez?

  Mientras Javier Lambán sellaba su lealtad a Pedro Sánchez, este dijo que el PSOE llevará al congreso la despoblación rural, para “luchar contra esa España vacía que avanza en Aragón”. Para ello, piensa dar un cargo político a Sergio del Molino. Conociendo al escritor, aceptaría de inmediato, pues sus ansias de trepar son infinitas. De concretarse, ha dicho el autor de ‘La mirada de los peces’, lo primero que hará será parar esos árboles de Zaragoza que se quieren trasladar a Barcelona. En fin, que no todo iban a ser salidas de Barcelona. Al parecer, en Barcelona talan menos y los plataneros que quedan en la Gran Vía zaragozana tienen decidido vivir allí. ¡Suerte!

  La gala de entrega de los premios José María Forqué del cine español, en su vigesimotercera edición, va a celebrarse por primera vez en Zaragoza, en el palacio de Congresos de la expo. En la reseña de ‘Heraldo’, decano aragonés de la prensa escrita, se hace una referencia al director de ‘Atraco a las tres’ en estos términos: “Su debut fue en 1951, dirigiendo junto a Pedro Lazaga la película ‘Niebla y oro’, primera de una larga carrera”. Pues bien, esa película no existe. A la que se refiere el redactor –Mariano García- es ‘Niebla y sol’, pero esta no fue codirigida por Lazaga, sino una anterior titulada ‘María Morena’. Empezamos bien. Atraco a las cuatro.

  En los baños públicos zaragozanos no se entiende el dibujo que identifica a hombres y mujeres. Ahora quieren concienciar sobre la “diversidad de identidades sexuales” con una intervención artística patrocinada por el ayuntamiento. Dice el alcalde, Pedro Santiveri, que el objetivo es “romper el binarismo sexual” en los aseos de las instalaciones municipales. La artista responsable va más allá. Critica el sistema binario de género porque es fruto de la “tecnología de control normalizado sobre nuestros cuerpos”. Y la concejala de Igualdad lo explica mejor (vale, peor): “¿Qué pasa si vas al baño y no te sientes identificado con ningún género del cartel?”. No nos extraña que pregunte Carlos Herrera a sus seguidores si alguna vez han hecho pipí en la calle. En fin…

  La unión astronómica internacional es quien bautiza pedazos de la luna con el nombre de personajes que han destacado en diferentes campos del saber humano. Un privilegio que han obtenido los aragoneses Miguel Catalán, Félix de Azara y Santiago Ramón y Cajal. Esta organización también está meditando vender parcelas en el cielo, no sea que al llegar allí esté lo mejor ocupado. Con la compra se incluirá un billete de traslado de primera clase y una guía para que el cliente no se pierda por allí.

  En 1992, Agustín Sánchez Vidal, José Carlos Rovira y Carmen Alemany reunieron en dos volúmenes editados por Espasa Calpe todo el material conocido de Miguel Hernández. Ahora, el estudioso Jesucristo Riquelme, a través de la editorial Edaf, presenta tres mil modificaciones y novedades respecto a la edición anterior. Casi dos mil páginas que muestran al protagonista de cuerpo entero. Felicidades.

  Felicidades también a Antón Castro por el nuevo giro que le está dando al suplemente ‘Artes y letras’ con esos nuevos colaboradores que dan un nuevo enfoque al análisis literario de esta tierra nuestra. Lean la reseña de Javier Delgado sobre el “disparatado informe” en torno a las letras aragonesas aparecido en la revista ‘Leer’, en la que solo aparecen los “círculos secantes”, una fórmula de la “autopromoción compartida”, acaso “la más perversa forma de ejercer el ninguneo”. Ya lo dijo Salomón, “persevera, Antón”.

  Sin ir más lejos, el escritor y redactor pollero Daniel Arana ha quedado finalista del premio Adonais de poesía, que no es moco de pavo. Su nombre, por supuesto, no aparece en el texto de Maica Rivera en ‘Leer’ (no leer). Una situación extensible a más autores ya denunciado por ‘El pollo urbano’ (os cogemos por la mano) en nuestro número anterior. El “núcleo duro”, sí, construido entre ellos en su inventario de ausencias.

  Buscando en Madrid financiación extra para un proyecto documental sobre el mejillón belga (perdón, cebra), Gaizka Churrescu, laureado cineasta vasco afincado en la Inmortal, se acercó –con invitación- a un teatro municipal para ver por primera vez una ópera en directo. Estas fueron sus conclusiones: “La ópera es una cosa en la que el tenor se quiere acostar con la soprano, y el barítono no les deja. La ópera solo termina cuando se muere la gorda”.

  Pedro Santiveri, acompañado de Fernando Rivaflex y de Alberto Cuberovski, se alojó hace unos días en el hotel Ritz de Madrid. En el lujoso salón del bar, el jefe de barras preguntó al alcalde: “¿Qué desea tomar el caballero?”. Nuestro gobernante consistorial no dudó, como es costumbre en él: “Una ginebra con tónica para mí, una cerveza fría para mi escudero, y al caballo, por favor, un cubo de agua del tiempo”.

  José Luis Cortes, alias Panoja, ha lanzado ‘Flamenco diásporo II’, después del éxito de la primera entrega, con la Orquesta Popular de la Magdalena al frente. Panoja nos ilustra: “Flamenco quiere decir bragado, calé y cante hondo. O jondo. También se llaman flamencos a las aves de patas largas y a los que lucharon contra España en los tiempos imperiales; el vocablo tiene, además, la significación de rebelde, huido. Eran flamencos los de los Países Bajos y los que los combatieron”.

  Última hora. A Nacho Escurrín, ahora que ha sido nombrado vocal cultural de todo y de todos, no le gustó nada que se le comparara en ‘El pollo urbano’ con Antonio Carmona, exlíder de Ketama. En una cena de altos mandos, se dirigió en estos términos a nuestro director, Dionisio Sánchez: “Flamenco lo serás tú”. ¡Viva Bélgica! ¡Aúpa el Huesca!

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