La Doctora Almudena Ramón Cueto sigue dando pasos adelante en la regeneración medular (mayo 16)

Por Jorge Moreno

    Se llaman Enaitz, Carmen y Miguel Ángel. Los dos primeros sufrieron sendos accidentes de tráfico y el tercero se golpeó la frente al lanzarse a una piscina.

   Los tres son lesionados severos de médula espinal. Los tres han recuperado en pocos meses la movilidad voluntaria de diversas partes de su cuerpo, algo que durante años pareció impensable.

    Esta científica, que desarrolla su actividad en Elche, presentó un vídeo que demuestra cómo los tres pacientes no podían hace menos de un año mover dedos, piernas y troncos, y ahora no sólo pueden hacerlo de forma voluntaria, sino que tienen expectativas de mayores avances en su movilidad.

    La técnica utilizada por la doctora Almudena Ramón Cueto se llama «terapia regenerativa medular». Es un tratamiento médico-multidisciplinar que se aplica de forma personalizada a cada paciente y carece de cirugía invasiva. Este «método revolucionario» que ha logrado «por primera vez en el mundo» crear expectativas ciertas a lesionados que «estaban sentenciados hasta ahora a no poder moverse» consta de tres fases: la primera, la más eficaz por sus resultados concretos hasta ahora, es la llamada «activación muscular». Se trata de activar las neuronas con neurofármacos. «Les damos los ladrillos a las neuronas para que crezcan y además un cemento de calidad.

    Posteriormente, el equipo multidisciplinar que dirige desde el Centro de Innovación Médica en Regeneración Medular (Cimerm) aplica el llamado trasplante de glía envolvente y la terapia de reinervación y estabilización funcional. Para abordar estas dos fases, el equipo de esta científica identifica los circuitos intactos y dañados en la glía envolvente del bulbo olfatorio (células detrás de la ceja). Éstas son las células del sistema nervioso que desempeñan la función de soporte de las neuronas e intervienen en el procesamiento cerebral. La investigadora vallisoletana descubrió en 2009 que es posible en un mes un trasplante de estas células del propio paciente a otras zonas «sin generar problemas de rechazos o problemas éticos». A esta segunda fase se añade una tercera de terapia, que prevé entre 8 y doce meses, la estabilización funcional. Su objetivo es favorecer la reconexión específica de las fibras nerviosas, su activación y su estabilización.

    En sus investigaciones la doctora comenzó con una alusión a Ramón y Cajal, que en 1910 aseguró que «los axones cortados (prolongación de las neuronas) no regeneran debido a que se forma una cicatriz que crea entorno indebidos». La doctora aseguró en 1990, tras experimentar con ratas, que los axones crecen espontáneamente y se regeneran. Si éstos se regeneraban, se podían trasplantar a la médula espinal. Es en 1994 cuando consigue esa regeneración. Años después, demuestra que los axones seccionados medulares tanto motores como sensitivos crecían, cruzaban la zona de la lesión y regeneraban en el interior de la médula. Nueva terapia regenerativa medular en pacientes españoles

    En 2012 la experiencia con el bombero polaco Darek Fidyka, operado por los doctores Geoffrey Raisman y Pawel Tabakow utilizando la técnica de preparación celular y trasplante diseñada por Almudena Ramón en sus artículos científicos, «marca un hito y un antes y un después en el tratamiento de lesiones medulares», al conseguir que un lesionado medular paralizado de cintura para abajo logre andar.

    Espero que todos los pacientes se puedan beneficiar de un nuevo tratamiento y erradicar esta patología de nuestro libro de afecciones médicas», concluyó con el orgullo de haber demostrado que España no sólo es pionera en este tratamiento, sino que gracias a su tesón también «es líder mundial».

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