Por los tejados de París / José Joaquín Beeme

 

 
Por José Joaquín Beeme
http://blunotes.blogspot.it/

 Laloux, Ocelot, Girerd, Besson, Chomet… Son muchos los nombres de la animación francesa, desde el pionero Cohl con sus «fantasmagorías» hasta las «minúsculas» sociedades con antenas de Giraud-Szabo.

El parisino Éric ‘Bibo’ Bergeron, formado en el departamento de animación de la Escuela Gobelins (de donde también han salido Reynal-Kirikú o Coffin-Mi villano favorito,además de notables historietistas) se había fajado con El Dorado yEspantatiburones para Dreamworks y ahora, en un registro más personal y arriesgado, más poético (¿más europeo?), nos da Un monstruo en París, deliciosa historia de bulevar y cabaré que lleva mucho cine dentro: Méliès, King-Kong, el proyeccionista de Keaton, el Moulin Rouge, Hyde, Quatermass, la Mosca… Un freaktierno, este Francoeur, en el que reconocemos la estirpe de los grandes perseguidos por su alienante diferencia, por su desazonante contratipo de la normalidad. Acción y ambientes, con un coté muy parisién, corren parejos: la torre Eiffel, sobre el Sena desbordado de 1910, o el funicular de Montmartre, que se precipita desde el Sagrado Corazón, son teatro de la caza a la bête humaine que vaga por los tejados de París, se oculta en los camerinos y no haría daño a una mosca. Sólo quiere ser lírica,manouche de la guitarra, chansonnier: tal es su delito: las autoridades se ceban siempre con el arte; lo quieren entre rejas o, mejor, muerto. Y el público, ay, mira para otra parte: los estrenos masivos de la USAnimation aplastan estas pequeñas flores del ingenio a paso de manivela. Una curiosidad: el pulgón danzarín, en inglés, habla con la voz de Julian Lennon.

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