Pequeña (o gran) guía interrogativa para el cinéfilo más inquieto (o de espíritu atribulado)

Por Don Quiterio

¿Quo Vadis, séptimo arte? ¿Dónde vas, triste de ti? ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? ¿Quién busca a Susan desesperadamente? ¿Quién teme a Virginia Woolf? ¿Por qué los caballeros las prefieren rubias? ¿Quién quiere la cabeza de Alfredo García? ¿Ángel o diablo?

 

 

¿Qué diablos pasa aquí? ¿Por quién doblan las campanas? ¿Vencedores o vencidos? ¿Cómo he caído tan bajo? ¿Quién voló sobre el nido del cuco? ¿Arde París? ¿Por qué se asesina a un magistrado? ¿Por qué no? ¿Violación bajo el sol? ¿Por qué lloras, Susan? ¿Te acuerdas de Dolly Bell? ¿Quién te ha dado el carnet? ¿Teléfono rojo? ¿Héroe o cobarde? ¿Víctor o Victoria? ¿Hombre o ratón? ¿Quién mató a Harry? ¿Qué hiciste en la guerra, papi? ¿Qué fue de Baby Jane? ¿De qué planeta vienes? ¿En qué piensan las mujeres? ¿En vivo o en vitro? ¿Quién era esta chica? ¿Quién es Harry Kellerman? ¿Quién engañó a Roger Rabbit? ¿Dónde está el frente? ¿Dónde está papá? ¿Dónde están los espías? ¿Cuándo es tu cumpleaños? ¿Qué me pasa, doctor? ¿Y si nos comemos a Raoul?

¿Dónde vas, Alfonso XII”? ¿Qué le pasa a Helen? ¿Qué tal, Pussycat? ¿A quién ama Gilbert Grape? ¿Qué se está cociendo? ¿Quién mata a los grandes chefs? ¿Qué le ocurrió a Harold Smith? ¿Qué fue de tía Alice? ¿Qué pasa con Bob? ¿Qué hacer en caso de incendio? ¿Quiere usted bailar conmigo? ¿Qué hacemos con la abuela? ¿Qué hacemos con el niño? ¿Cuál de las trece? ¿Hay mujeres así? ¿Qué hago yo aquí si mañana me caso? ¿Por qué corre David? ¿Qué sucedió entonces? ¿Quiere ser el amante de mi mujer? ¿Dónde está la séptima compañía? ¿Conoces a Joe Black? ¿El sexo es lo más importante en la vida? ¿Es más fácil para un camello? ¿Quién mató a Vicky? ¿Te acuerdas que soy tu hija? ¿Qué hay, Nellie? ¿Con quién me acuesto esta noche? ¿Quién tiró de la cadena? ¿Se puede entrar? ¿Fantomas vuelve? ¿Dónde dices que vas? ¿Significa que estamos casados? ¿Quién mató a Bruce Lee? ¿Estamos muertos… o qué? ¿Por qué lo hiciste, cariño? ¿Quién tiene la herencia? ¿Qué habéis hecho con Solanger? ¿Quién la ha visto morir? ¿Qué es la vida? ¿Qué hora es? ¿Quién se acuesta con mi mujer? ¿Dónde te escondes, hermano? ¿Qué pasó anoche? ¿Quién sabe? ¿Quién? ¿Qué?

¿Por qué te vas? ¿Y tú quién eres? ¿… Y el prójimo? ¿Y ahora qué, señor fiscal? ¿Qué harías por amor? ¿Quiere casarse conmigo? ¿Quién grita venganza? ¿Quién me compra un lío? ¿Quién me hará olvidar sin morir? ¿Quién me quiere a mí? ¿Quién puede matar a un niño? ¿Quién soy yo? ¿Quién te quiere, Babel? ¿Qué hacemos con los hijos? ¿Qué he hecho yo para merecer esto? ¿Qué he hecho yo para merecer… tantos vampiros? ¿Qué nos importa la revolución? ¿Qué te juegas, Mari Pili? ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este? ¿Qué es España? ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo? ¿Por qué morir en Madrid? ¿Por qué no hacemos el amor? ¿Por qué pecamos a los 40? ¿Por qué perdimos la guerra? ¿Por qué se frotan las patitas? ¿Por qué seguir matando? ¿Por qué te engaña tu marido? ¿Por qué vivir tristes? ¿No vas a cambiar nunca, Margarita? ¿Pena de muerte? ¿Milagro en la ciudad? ¿Lo sabe el ministro? ¿Qué hace ese hombre en tu cama? ¿Es usted mi padre? ¿Entiendes? ¿Dónde estará mi niño? ¿Dónde pongo este muerto? ¿Culpable de qué? ¿Cuánto cobra un espía? ¿Solo o con leche? ¿Chico o chica? ¿Qué me has hecho, cariño mío?

¿Hubiera sido posible “Abre los ojos” si Amenábar no hubiera leído “Ubik”, de Philip K(indred) Dick? ¿No es “El show de Truman” un calco de la novela de Dick “Tiempo desarticulado”? ¿Qué hace del señor Dick un autor cada vez más reconocido? ¿Qué es la realidad? ¿Qué significa ser humano? ¿Hombre o mujer? ¿Dios o humano? ¿Qué nuevas formas de organización social imponen las nuevas tecnologías? ¿Qué dice, hoy, la ciencia? ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? ¿Qué pasaría si un buen día la inteligencia artificial se rebelara? ¿No es Chris Marker una especie de Salinger del cine? ¿Qué empuja a un hombre recién cumplidos los ochenta a salir a la calle armado con una pequeña cámara y realizar, en estos tiempos de desencanto y con absoluta libertad, un canto juvenil a la insumisión, sino la necesidad de rebelarse contra estos tiempos de cinismo?

¿Es “Casablanca” demasiado romántica para ser considerada un clásico? ¿Es “La diligencia” una película sobrevalorada? ¿Lo es, también, “El halcón maltés”, esa adaptación de Huston sobre el original literario de Dashiell Hammett? ¿Es contradictoria la falsa teoría de que los clásicos ya han sido exprimidos por el cine y no admiten otra vuelta de tuerca? ¿De qué mala educación habla Almodóvar? ¿No es Almodóvar un bluff de colosales dimensiones? ¿Existen más libros sobre Marilyn Monroe que sobre la segunda guerra mundial? ¿Empezó y terminó Billy Wilder, mientras esperaba a la Monroe en el set de rodaje, la lectura de “Guerra y paz”? ¿Quién mató a Norma Jeane? ¿Estuvieron los Kennedy detrás de su muerte? ¿Se convirtió Marilyn en un auténtico peligro para esa familia? ¿La tentación aún vive arriba? ¿Son las películas que se programan para la muestra de Calanda las que realmente hubiesen gustado a Buñuel? ¿Por qué se sigue considerando, en el circuito zaragozano, “Salida de misa del Pilar” como la primera película realizada en España cuando se sabe que no lo es? ¿Existe el cine aragonés? ¿Por qué se ha dado tanto bombo a una película tan floja como “De tu ventana a la mía? ¿Qué es esa tontería de que cuando alguien está en la popularidad hay un ferviente deseo de tiro al plato? ¿Estamos tontos o qué? ¿Por qué se considera de mayor calado el género dramático que el cómico? ¿No es más difícultoso realizar una buena comedia que un buen drama?

¿Por qué al acabar una película en televisión cortan rápidamente sustrayendo al espectador los títulos de créditos finales? ¿Lo hacen para que la gente no se canse y haga zapping de inmediato? ¿A nadie le interesa conocer el reparto y los creadores? ¿Por qué tanta prisa y para qué? ¿Qué habría sido de la vida de Jean-Claude Carrière si cuando contaba apenas treinta y dos años no se hubiera cruzado con Luis Buñuel? ¿Dónde reposan las cenizas de Buñuel? ¿Por qué gusta tanto “Amanece que no es poco”, de José Luis Cuerda, y se la emparenta con el surrealismo de Buñuel, cuando, en realidad, es una película totalmente mediocre? ¿No hay algunas coincidencias estilísticas entre el Trueba de “El artista y la modelo” y algunos filmes de “qualité” de Garci? ¿Es “Skyfall” el no va más de la saga Bond? ¿No se queda simplemente en la película oficial número veintitrés de la franquicia? ¿No es lo mejor de la función Javier Bardem, en el papel de villano psicópata de turno, que parece una caricatura almodovariana con su toque latino y gay? ¿Maquillan parte del siglo XX y se inventan parte del XV las series históricas tan de moda hoy en día? ¿No es “Isabel” un cúmulo de desajustes históricos, de falseamiento de las costumbres de la época, de buscar decorados que escapen a cualquier sentido de la lógica, con el único fin de conseguir una serie competitiva que, con unas formas atrevidas, tergiverse al máximo todo lo que sucedió en aquel tiempo? ¿Por qué las reconstrucciones de época en este tipo de producciones son tan acartonadas, tan limpias, sin una mota de polvo ni un asomo del desgaste que la historia posa sobre sillas, mesas o vestimentas?

¿Y si el cartero llamara una tercera vez? ¿Están locos los dioses? ¿Es la estricta disciplina luterana según el método de Haneke en “La cinta blanca” la forma de aprender a gobernarse con rigor y solvencia, es decir, la letra con sangre entra? ¿No da “vértigo” pensar en lo chata de la crítica cinematográfica que se hace en Zaragoza? ¿Por qué se enfadan los realizadores aragoneses cuando les damos caña desde estas páginas? ¿Por qué no dicen nada cuando los elogiamos? ¿Alguien se acuerda del payaso Marcelino, nacido en Jaca, y maestro de Charlot? ¿No habría que hacer un homenaje a Carlos Zaragoza, creativo de distribución en España, por dar el nombre al circo en “Madagascar 3”? ¿Encontrará pronto Tom Cruise a otra tierna mamífera donde ensayar dulcemente sus lavativas cienciológicas? ¿Es Penélope Cruz el emblema extranjero de nuestro cine como lo es Fernando Torres de nuestro fútbol? ¿Y si, al final, no hay petición? ¿Qué significa “rosebud”? ¿Acaso no era el apelativo cariñoso que Hearst utilizaba para referirse al clítoris de su amante?

¿Qué nos queda de aquellas películas protagonizadas por actores capaces de cualquier cosa, ya sea por máxima ambición juvenil o por imparable decadencia adulta, realizadas con bajos presupuestos y destinadas a programos dobles hoy inexistentes? ¿Existe una moderna caza de brujas contra los viejos mitos del cine? ¿No es basura moral buscar el lado oscuro de ciertos cineastas? ¿Qué piensa de esto Roman Polanski? ¿O acaso pretenden hacernos creer que cualquier obra de Hitchcock las habría podido dirigir un individuo normal o tal vez un devoto de confesionario? ¿Qué tienen los australianos, de Errol Flynn a Hugh Jackman, para que Hollywood esté a sus pies?

¿No nos advirtió Sergio Leone de que la muerte tenía un precio, pero es la vida –y la cultura, y la educación- la que sigue teniendo un precio? ¿Por qué se considera a Leone el rey de los “spaghetti-westerns” y a los demás compañeros de fatigas unos mediocres? ¿No están a su altura Duccio Tessari o Sergio Sollima, por poner dos ejemplos? ¿No es una pequeña joya el “cocido-western” de Joaquín Romero Marchent “Antes llega la muerte? ¿No sucedieron en el Oeste los mismos dramas humanos que en cualquier otra época y lugar? ¿Se entiende que los expertos de cine de una reconocida revista no hayan incluido en los lugares de honor ni a uno solo de los trabajos del gran Howard Hawks? ¿Qué tipo de revista es esa? ¿Son gente inculta los políticos? ¿Qué políticos, sean del signo que sean, van al cine, o leen libros, o visitan exposiciones?

¿Tiene que ser intocable la industria del cine, aunque sea más frágil? ¿No son los cineastas ciudadanos como los demás, que están en un proceso industrial y comercial como el resto y, por lo tanto, sometidos a los mismos criterios? ¿La cultura es parte de la crisis? ¿Las ayudas públicas que el cine recibe adulteran la libre competencia y niegan a los ciudadanos el derecho real de elegir cómo gastarse su dinero? ¿Un actor o un director de cine es más importante que un panadero, un tendero o un fontanero? ¿No es la cultura del cine una actividad económica como otra cualquiera? ¿No es un engaño que los artistas exijan un trato especial por estar dando un supuesto servicio fundamental al pueblo llano? ¿No han existido descomunales pérdidas generadas por la realización de obras que nadie va a ver y que ya se sabía de entrada que serían deficitarias? ¿No es un pretexto lo de educar al público? ¿Son arrogantes los artistas? ¿No les convendría una cura de humildad o es que tienen una jeta como un piano? ¿No tendrían que competir los promotores culturales aceptando el precio de las cosas como hombres y no quejándose de todo y por todo como señoritas aficionadas? ¿No lleva el estado demasiados años subvencionando a fracasados y mediocres con el insultante argumento de que en el fondo son unos genios y nosotros no les entendemos? ¿No sería lo ideal competir en igualdad de condiciones? ¿Saben lo que se siente cuando trabajas y te va la vida en ello, notando la atrocidad y los estragos que los impuestos excesivos causan? ¿Se acabó el pastel? Todo esto… ¿para esto? Y de la ternura… ¿qué? ¿Dónde vais, desgraciados, con vuestras naves, a estrellaros con la primera pared?

Hijo: “Padre, ¿por qué mató a madre?”. Padre: “¿No te gusta la moto que te he comprado?”…

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