Poder animal / José Joaquín Beeme

 
Por José Joaquín Beeme
http://blunotes.blogspot.it/

    Dejemos por un momento mi devoción cartunista (que también cuenta, y cómo, en la visión que se hace uno del mundo y los demás) y vayamos hacia otras vías de reflexión que el últimoMadagascar generosamente sirve.

 

    Si ya en anteriores entregas una despropositada amistad interespecífica, transfronteriza, incluso contra natura, lanzaba la aventura de un continente a otro, y al fondo no hay sino el melting pot de su matriz productiva (aquí la Era glacial, otra serpiente argumental, se hermana con sólo cambiar el cronotopo), ahora la panda malgache da un paso más y conquista un poder tradicionalmente reservado a otro segmento animal, el nuestro. Los canadienses prescindieron, con el Cirque du Soleil, de los animales; sus salvajes vecinos inventan el circo inhumano. «Todo el poder a los animales», parecen resumir en un grito liberatorio que suena a ese no primordial de mono precariamente en pie. Por una vez y gracias al «todo vale» de la animación, viejas aspiraciones de esforzados etólogos como Lorenz o éticos como Singer cobran realidad: Gran Simio podría no ser más un proyecto para convertirse en fuerza planetaria. Sea que la inteligencia de un dibujo, y hasta sus gestos y apariencia, son prestados, reflejos, sospechosamente hijos de un bípedo manejador en la sombra, pero la hipótesis no deja por ello de ser intrigante. Siquiera como subversión, como inversión de la desastrosa hoja de ruta. Sobre todo cuando nuestra presión sobre los ecosistemas, incontenible cuanto insostenible, desaloja al recuerdo a cientos de especies, sin la menor posibilidad de supervivencia. Hay otras cosas en esta divertida, provocadora M3, como la mofa de cierto principado de opereta (¿cuál no lo es?), peinado arriba y abajo por una capitana Dubois —toque misógino de los guionistas— que recuerda el gafe del memorable Clouseau. O como el marbete del circo ambulante, salvado por nuestros muchachos, que proclama un involuntario chiste sobre el patio político zaragocí: pero esto, seguramente, es otra historia (la de este animalico que os escribe).

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