El nuevo Director General de Cultura /


Por Dionisio Sánchez
Director del Pollo Urbano
elpollo@elpollourbano.net

      Justo se acababan los calores de este verano sahariano que hemos sufrido los pobres ciudadanos de esta comunidad que entre todos llamamos Aragón, cuando a la fresca nocturna…

…de algún garito urbano, uno de los contertulios, aficionado enfermizo a escudriñar su móvil cada segundo de su aburrida vida, nos atraganta la cerveza anunciándonos que Pedro Olloqui ha sido nombrado Director General de Cultura de la Diputación General de Aragón. La carcajada fue tan sonora que los pobres patos que en ese momento navegaban por el Canal cerca de nuestra mesa iniciaron una singular estampida a aletazo limpio, asustados por semejante risotada.

    Los contertulios, uno a uno, hubieron de certificar, con la alucinante visión que aparecía en la pantalla del pequeño teléfono de nuestro amigo,  que el titular no era una broma.

     Pedimos más cervezas, pero un pudiente y generoso compañero de la cháchara  nocturna  se ofreció a pagar una botella de Dom Pérignon, ya que la singularísima noticia lo merecía. Y así sucedió,  que la botella se fue menguando entre los recuerdos que sobre la mesa se iban vertiendo sobre la vida y milagros del tal cachalote al que la generosidad del presidente Azcón había dado cobijo bajo la atenta guardia, sin duda,  de los milicianos de Vox que, seguramente, iban a controlar sus actos aunque, eso sí, sin ningún desasosiego moral por parte del “pillo” comunista que fue.

    Según algunos, este nombramiento obedecía a un favor que nuestro Presidente hacía a la familia propietaria del emporio mediático aragonés por excelencia, en primer lugar, para quitarse, seguramente, una nómina exorbitante que el pícaro habría ido acumulando gracias  a su peligroso ascendiente sobre algunos miembros del clan familiar y, en segundo lugar, para preparar la puerta hacia su desaparición de las inmediaciones del club multimedia. En cuatro años y sin acritud, ¡adios, chaval! Y ¡»se ti ho visto, non ricordo»!

     Fui preguntado por mis compañeros de tertulia nocturna al borde del Canal en virtud de que, como director del Pollo Urbano, preparamos una abundante información acerca de sus habilidades en el Caso Progea que pueden consultar en nuestra revista,  y  que, además, le ganamos un juicio a él y al señor Loriente, cuando fuimos groseramente denunciados estos “asaltantes” de la trama inmobiliaria. Y les conté a mis compadres abundantes anécdotas de aquel tiempo que para desgracia y para avivar las neuronas de nuestro granuja y flamante Director General vamos a refrescar en la revista desde este mismo número.

    Pero para que no solo sean los contertulios nocturnos los que tuvieron la primicia de este artículo que, en su día publicó Juan Perpiñá  (honrado comunista y  tertuliano y amigo mío en la Partida de Guiñote que emitía AragónTVNews y reemitía Canal 44)  en la revista “Crónica de Aragón” para que los lectores polleros vayan poniéndolo cara y ojos al nuevo tunante que se ocupa (esperemos que por poco rato) de la Cultura en Aragón ¡ Y vaya un fiasco que has montado, Azcón!

Reflexiones de un viejo comunista sobre un pillo

Por Juan Perpiñá

      Una vez más, el dirigente de IU Pedro Olloqui vuelve a las páginas de actualidad. La noticia la facilitaron nuestros compañeros de “El Periódico de Aragón” el pasado día 24. A la misma se suman diversos comentarios, los cuales ponen a “caer de un burro” a este “listillo” metido a político, dedicándole una variedad de “piropos”, entre los que merecen destacarse  los siguientes: “Este elemento es de los más marrulleros del país”. “Se trata de vivir de la política sin dar un palo al agua”. “Si este tipo sigue en IU, yo me daré de baja”. “Otra clara utilización de los partidos políticos para beneficio personal. ¡Vaya elemento!”. Y así una retahíla de lindezas, que sin duda, a Pedro Olloqui le importan una higa.

    En el fondo, podría decirse de este individuo que es un personajillo sin vergüenza y por ello le importa un carajo lo que puedan decir de él. La suerte es además su inseparable compañera y tras perder un buen chollo, encuentra otro mejor donde asentar sus posaderas. Ahora le ha caído un buen premio al ser captado –según el rotativo que da la noticia– por el entorno más cercano del presidente Marcelino Iglesias, para hacerse cargo de la Dirección y Gerencia de la “Fundación Montaña Medieval” (cuyo objetivo es la rehabilitación, desarrollo y promoción de este núcleo medieval en la comarca de la Ribagorza). En definitiva, un chollo difícil de conseguir.

   Esperemos que no salga tan mal parado como cuando desempeñó ese mismo cargo en la Fundación PROGEA (donde mensualmente percibía un millón de pesetas al mes, según sus propias declaraciones ante el juez en el proceso judicial que Olloqui vivió como directivo de PROGEA). Se supone que con ese dispendio se le retribuía la “puñalada trapera” que le asestó al hombre fuerte de la entidad –el mismo que un día le captó para trabajar a sus órdenes–, en un intento colectivo para descabalgarlo de la presidencia. Al final salió disparado de esa canonjía hasta que ha encontrado esta nueva poltrona.

    Tan triste es la historia de este político de tres al cuarto que sólo aspira a tener una vida fácil, que me produce un sentimiento de vergüenza ajena, y me obliga a reflexionar sobre su conducta. Sé que cada vez son más las voces que se alzan contra este “pillo redomado”, pero precisamente por ello me pide el cuerpo de viejo comunista que uno lleva muy adentro, romper una lanza a favor de este “pajarillo” tan audaz como astuto. 

    Los viejos acostumbramos a dar consejos a quien los ha menester, pero me temo que la respuesta del tal Olloqui, sería aquella de que “los consejos, en dinero”. Por eso me limito a reflexionar sobre su conducta, que es la menos apropiada para un político que se precie de serlo en el más amplio sentido de la palabra. Sus años de militancia en el PCE debieron haberle servido para imitar a esos comunistas que ha conocido, y cuyo ejemplo de dignidad y entrega han constituido –sin recibir nada a cambio– la base de su singular personalidad.

    Su andadura por el histórico Partido Comunista de España y de IU, sólo le ha servido para medrar y ocupar puestos de máxima responsabilidad. Su comportamiento ha sido siempre el polo opuesto al del militante de base. Quien ha visto –desde bien cerca– la forma en que ha desarrollado su carrera política, no puede por menos que lamentar que un individuo de esta catadura formase parte del núcleo dirigente de la organización política más digna de este país, como lo ha demostrado sobradamente en los últimos cincuenta años.

   Cuando Olloqui me demandó judicialmente por haber dicho de él en una tertulia de televisión, que era “un pope de IU” y que “era un impresentable”, ya me hubiese gustado haber perdido el juicio, ya que ello hubiera sido una prueba clara de que Olloqui no era lo que es: un individuo que incluso me acusó de haberle faltado a su honor, olvidándose –como debiera saber, si hubiera sido un comunista con la cabeza bien puesta– que por encima del  honor prevalece el derecho a la libertad de expresión y a la información veraz.

     Naturalmente, perdió la demanda ¡Faltaría más! Por esa libertad de expresión luchamos los comunistas décadas y décadas. Tantas como las que sufrimos, cuando en este país estaba perseguida esa libertad de expresión que, ahora en plena democracia de las libertades conseguida ¡al fin! por el pueblo, Olloqui ha querido –desde su comportamiento férreamente dictatorial– quebrarla y hacerla añicos.

¡Vaya asco de comunista!

    ¡Y pensar que a esta “perla revolucionaria” le ha dado cobijo en su seno el seráfico don Marcelino Iglesias! Es como ir a orinar y no echar gota

    Afortunadamente hay muy buenos comunistas fieles a sus principios y a las leyes establecidas, a pesar de estar en el paro, mientras andan sueltos esta clase de pájaros carpinteros, como Pedro Olloqui.

  1. noviembre 2009

     Amigos, compañeros y camaradas: Nos vamos a divertir. ¡A caballo! ¡Yihiiiii! Salud!

 

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