Realismo mágico / Jorge Álvarez


Por Jorge Álvarez
https://www.facebook.com/elviejoabejorro/

   Quienes me conocen o han leído algo mío, en diarios o revistas de mi país o de España o Italia o en blogs y hasta en twitter saben que siempre en algún momento del texto aparecerá alguna cita del genial actor, comediante y escritor Groucho Marx.

     Es que él sólo necesitaba unas cuantas palabras para describir una situación por más compleja que esta fuera. De haberlo conocido le hubiera pedido que me obsequiase algunas de sus frases que cimentaron su fama como esta: “usted en qué va a creer ¿en lo que yo le digo o en lo que ven sus ojos?”

    Estas 19 palabras resumen de manera magistral lo que es el gobierno, por momentos surrealista y plagado de realismo mágico, de los Fernández-Kirchner en la Argentina. Tanto Alberto, quien oficia de presidente testimonial como Cristina su vice y en la vida real la que detenta el poder absoluto tratan de hacer creer a sus gobernados que aún vivimos en los primeros años del siglo pasado.

   Para ello se erigieron, en la obra de teatro que representan con suerte dispar entre quienes no son ni peronistas ni de izquierda, en los faros que iluminan y marcan el camino al pueblo que todavía, según ellos, vive en las cavernas y no puede diferenciar un auto de una docena de huevos.

     Intentan emular a Fidel Castro, a Hugo Chávez, a Nicolás Maduro o a José Gaspar García y Rodríguez de Francia Velasco y Yegros aquel dictador paraguayo, un personaje al que diera vida en su obra “Yo, El Supremo” Don Augusto Roa Bastos en tratar de crear un pensamiento único entre quienes, según su óptica, son seres inferiores los que sin su guía sucumbirían ante el avance del liberalismo o el capitalismo. Ni hablemos si quedaran a merced de la globalización…

    Todavía no se animan, supongo que porque él es un dictador premium, a imitar a Kim Jong-un quien a los 8 años recibió de regalo de cumpleaños de su padre el uniforme y el grado de general del Ejército de Corea del Norte.

   Para ello cuentan con cortesanos fanatizados en todas las estructuras del Estado y la Iglesia y con periodistas alquilados capaces de transformar un hecho nimio, insignificante del gobierno en algo épico y trascendente que se repite por los canales de televisión durante unas 12 horas. Incluyen en sus nóminas a personajes que por ser repulsivos e incapaces irritan a la ciudadanía.

   Como el ministro de Salud, advertido por el ex embajador en China, del virus mortal meses antes de que se desatara la pandemia que afirmó en un acto circense a voz en cuello que “no hay posibilidades que tengamos Covid-19 porque China queda lejos”. Y el virus mató a más de cien mil ciudadanos.

    Pero… en la soberbia propia de los alcahuetes y de los resentidos hoy el gobierno insiste en que “no estamos tan mal” pero por la culpa de la sequía, de la guerra en Ucrania, de la pandemia y del gobierno anterior ya se nota pobreza en algunos sectores, los menos. ¿Y algún periodista salió a señalarle que hoy el billete de mayor denominación, el de 1.000 pesos equivale a sólo 2 dólares? No porque desde su creación hace 72 años el peronismo no admite ni críticas ni reconoce error propio alguno.

    A pasos agigantados crecen las operaciones en dólares un bien tan escaso como la cordura entre quienes mandan, hoy un par de zapatillas cotiza en esa moneda, un contrato de alquiler de un piso -aumentó el 95% su precio-, también como una noche de hotel…

   Hay que cruzar los dedos de manos y pies para que en las próximas elecciones sea desplazado el peronismo. Hasta que esto suceda y como diría Groucho Marx “usted en qué va a creer ¿en lo que yo le digo o en lo que ven sus ojos?”

Artículos relacionados :