Por José Luis Llera Gil
No por esperada la muerte la pena es menor. Acaba de fallecer una persona la cual me honraba con su amistad y que conocía desde hace mucho tiempo…
En los últimos años, sus intervenciones en TVE eran siempre esperadas por sus habituales telespectadores y aun cuando yo no las veía, pues eran superiores a mi nivel cultural, tenía los suficientes antecedentes para reconocer que de su nivel intelectual había pocos en España.
No recuerdo en que año tuve la ocasión de conocerle, quizás en 1990 cuando charlábamos sobre temas políticos. Debo reconocer que era cultísimo, con su palabra y acento especiales y su cabellera revuelta, cautivaba a las personas como debo destacar al estar entre ellas.
Su ideología política, le permitió contar con un prestigio sumamente importante y especialmente en el momento en que estuvo a punto de crear un nuevo Partido Político, aun cuando su resultado en determinadas elecciones no fue lo deseable para él. Debo decir que hablaba de un Partido que tenía como ideario determinados conocimientos que no conjugaban con los habituales en aquellos momentos.Ya entonces comenzaba a hablar de Ciencia con mayúscula.
Como anécdota curiosa, y muy llamativa, es que un día me invitó a almorzar en Madrid, donde habitualmente residía y disponía de oficina.
Lógicamente cuando alguien me invita o invito yo, espero a determinar el lugar donde ir a que mi interlocutor se pronuncie sobre sus gustos para no influir en más o en menos sobre la calidad y prestigio del establecimiento a elegir.
En Madrid, en esa primera ocasión, señaló un lugar que yo asentí, sin conocerlo, tipo pizzería, y por consiguiente barato en grado sumo.
Fuimos andando unos metros por la Gran Vía madrileña durante cuyo recorrido le saludaban personas que él no conocía, pero que puedo decir que también le apreciaban. . Tomamos después un taxi para ir al establecimiento donde teníamos previsto almorzar y el taxista se puso a hablar con él en una conversación que mantuvieron sobre temas políticos y que fue muy interesante para mí al conocer entre otras cosas, el tratamiento que ofrecía Eduardo a sus contrincantes políticos y a la situación actual de entonces, supeditada enormemente a ETA y a sus andanzas.
Llegamos al restaurante y al sentarnos me advirtió: “Yo a medio día como poco,” Ya me volvió a impresionar: Un restaurante modesto, una comida modesta y para más detalle a tener en cuenta un solo plato y sin postre. ¿ Para ahorrar como buen catalán?
Los próximos meses seguimos nuestros contactos, suspendidos por mi traslado a un nuevo lugar de trabajo, concretamente a Galicia.
Él, que sabía de mis inquietudes políticas, ya casi olvidadas por mis experiencias anteriores en este campo de actividad, me llamó no obstante una mañana por teléfono, pues tenía especial interés en que yo ocupara uno de sus puestos de cabecera en una lista para el Parlamento Europeo invitándome a ello, y cómo he dicho antes excelente catalán, me habló de lo que ganaba un Eurodiputado (una elevada remuneración), sumamente llamativa, a lo que yo le respondí que si me aseguraba que saldría Parlamentario Europeo le daba permiso para incluirme en su lista.
Eduardo Punset, lógicamente me dijo que ésto no podía asegurarlo y después de hablar de algunos otros temas, dejamos la opción, por mi parte, para otra oportunidad.
Su Partido quería tuviera como ideario relación con los temas que después serían la base de sus intervenciones en TV concretamente en sus programas “Redes”, de un nivel altísimo y que durante bastantes años fueron de gran interés para numerosos telespectadores.
He de decir que me encontraba muy lejos de ser un asiduo espectador de sus programas, pero no por ello debo dejar de reconocer su excelente calidad.
En cuanto a político, siempre me impresionó.
Era un hombre conocedor a través de su época de Ministro en la transición, de cualquier tema que desearas peguntarle, poniendo en evidencia la calidad de sus respuestas y sus excelentes conocimientos y ejemplar educación.
Me honra y mucho, haber sido su amigo, pero por diversas circunstancias no pude forman con él su Partido Político lo que me hubiera gustado enormemente. Yo venía de encabezar una lista para Diputado de un Gobierno Autonómico y por consiguiente con el lógico desgaste que embarga a quienes han participado en estas lides tan poco generosas con las personas.
Amigo Eduardo, te recordaré siempre por tu magnífico ejemplo y como un catalán de, los que escasean actualmente.