El virus de la progeria / Dionisio Sánchez


Por Dionisio Sánchez
elpollo@elpollourbano.net 
 

Queridos amigos, compañeros y camaradas:

   Cuando en los cielos  políticos españoles  parecía que el bipartidismo PP-PSOE se iba a consolidar “ad eternum”, comenzó a tomar  cuerpo un meteoro…

…que se iba fraguando desde la crisis económica del 2008 gracias, entre otras cosas,  al descontento social que estaba causando  entre el personal los recortes sociales y las ayuda públicas y que se consolidó con nombre y apellido  un 15 de mayo de 2011.

   La Puerta del Sol de Madrid se convirtió en la olla donde se cocían las bulliciosas propuestas de los que comenzaron a conocerse como “indignados” ( apelativo  tal vez surgido de un librito de de Stéphane Hessel publicado en España un par de meses antes y  titulado «¡Indignaos!»).

   El 20 de mayo, el cónclave  matritense  decide por consenso las propuestas y objetivos del Movimiento 15M. Y el 12 de junio, la asamblea que se constituyo en Sol decide desalojar la plaza voluntariamente, después de haber estado ocupándola durante 28 días. «No nos vamos, nos expandimos» fue el lema de aquella jornada.

    A partir de ese momento, el movimiento 15M se mantuvo activo a través de asambleas que se convocan en las plazas de cada barrio, de cada ciudad española. Y a la vista de las elecciones europeas, del movimiento inicial surgen algunos partidos, entre otros Podemos, que se funda el 2014 y que obtiene 5 escaños, y en las Generales de 2015,  69 escaños en el Congreso de los Diputados. Por razones estratégicas (que muchos creen equivocadas), no se presentan a las municipales,  aunque sí a las autonómicas, donde obtienen, por ejemplo en Aragón, unos suculentos 14 escaños. En las elecciones locales  optan por no desgastar la marca y aglutinarse en torno  a colectivos sociales y de izquierda y ponerle corcheras de salvación a los restos de I.U. a través de las denominadas “mareas” u otros combinados activistas

  Bueno, pues luego de esta breve descripción del advenimiento podemita al espectro político nacional  es fácil constatar que, en definitiva,  la vida del partido es de escasos cinco años. Pero lo verdaderamente curioso del caso es que mientras los partidos históricos nacionales han tardado –en algunos casos- casi 40 años en irnos mostrando  sus facetas más, digamos, rugosas, los integrantes de la “nueva política”, los que gritaban  “PSOE, PP, la misma mierda es”, los que aseguraban que “»no falta dinero, sobran ladrones», los que exigían «reforma electoral ya» y los que acuñaron este eslogan de fantasía tan celebrado “¿dónde está la izquierda? Al fondo a la derecha» una vez que han tocado el poco marro con el que les frotaron la cabeza y la cartera, han hecho el maratón político que arrancó en la transición y culminó en el 15-M como una exhalación en este apretado último  lustro y , además, hay que añadir que, con el avistamiento de las próximas elecciones en el cercano horizonte, todo el podemismo ha colapsado luego de habernos dejado extraordinarias obritas maestras de corruptelas incipientes, viajecitos de gorra simplones, contrataciones ilegales de género menor y lo que es más importante: han mostrado al público de la platea que con tanta generosidad asistía a sus representaciones que la condición humana es la misma en el PP (al que citaban recurrentemente como diabólico ejemplo de la “vieja política”) que en los grupos parroquiales, en la legión extranjera, en las multinacionales del saqueo, la formación sindical  o entre los operadores de la bolsa de NY.

    Tal parece, amigos y camaradas, que a nuestros pobres podemitas  les han inoculado  un virus galopante que, cual si fuera  nuevo cáncer social,  les ha hecho viejos antes de terminar su juventud. Una especie de progeria política nunca antes vista en nuestro reciente sistema partidario

     Y entre col y col, hemos  llegado al momento estelar donde los grupos han de prepararse para confeccionar los equipos que habrán de detentar los votos de la ciudadanía que no quiere ”ni cara A, ni cara B”, sino que, simplemente, desea “cambiar de disco».

  En nuestra ciudad (y para ejemplo del mundo conocido) solo subsiste a pie firme, con toda la autoridad que le otorga la secretaría del  Partido comunista del Ebro, el camarada Cubero. Cubero, como buen comunista y, por ende, estalinista, es el único candidato por su partido. Ni listas ni confluencias ni melonadas. Ni  hoces ni martillos ni ostias. Él y solo él a por la alcaldía de Zaragoza. Un auténtico ejemplar de ortodoxia política.

   Los demás están enloquecidos con primarias que son secundarias y, a veces, terciarias; con dedos que adquieren apariencia digital para que salga el que tenga que salir, con una militancia que se resquebraja viendo que la transparencia que se prometía no  es tal y que, en definitiva, están todos a mamporros como en cualquier partido que se precie: “…Santisteve contra Violeta; Broto contra Amparo Bella; Rivares contra Zazu; Ivan Andrés quiere pillar y va con Violeta pero el alcalde se la tiene jurada; Perico Arrojo, el abuelo paracaidista, va de relleno; Pilar Vaquero, Esther Moreno y Fatás quieren boxear pero no les entra nadie… Desde Madrid dan órdenes a Santiveri. Escartín hace lo que le da la gana. Va consigo mismo y con personas de confianza como Amparo Bella, tolerando a Violeta y metiendo a gente de los pueblos a poner orden. A los que discrepan se  los pulen o les hacen dimitir. No hay forma con ellos. Solo quieren su sillón y lo demás se la trae al pairo…eso en todos en general…¡Qué pena!”

    Útimamente parece que casi todo gira en torno a la figura del alcalde  Santisteve: si va a ir o no de cabeza en las diferentes listas. A este respecto, una lúcida amiga mía se pregunta: “Et alors, si unos y otros están dispuestos a que el alcalde vaya de alcalde, ¿qué pintan los militantes – o inscritos- y para qué se vota en primarias?” Tararí que te vi.

  Bueno, pues en estas estamos. Una ilusión se está desvaneciendo y ello sin necesidad de que (como en Alemania) se tuvieran que conchabar  los democrata cristianos con los socialdemócratas para neutralizar durante 30 años a los Verdes teutones. Poco a poco, pues, es fácil aventurar que el sueño podemita acudirá a ocupar el espacio existente entre el 7 y el 10 % que habitualmente ha ocupado la izquierda/izquierda española. También es casi seguro que Cubero dirigirá el PCA hasta la próxima glaciación. Otra cosa es si será concejal o, simplemente, portero de finca urbana.

       Amigos, compañeros y camaradas, ¡a caballo! ¡Yihiiiiii! ¡Salud!

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