El “pollo” de ARCO, una antigua táctica / Manuel Medrano


Por Manuel Medrano
http://manuelmedrano.wordpress.com

    
   Toda la historieta sobre la obra de Santiago Sierra “Presos Políticos en la España Contemporánea”, indica que la costumbre de organizar escándalos promocionales sigue funcionando, pero también la inteligencia en el mundo del comercio cultural.

    Santiago ya rechazó en 2010 el Premio Nacional de Artes Plásticas aduciendo que él era “un artista serio”. Pero había que dar un nuevo empujón de efecto porque, en ocho años, todo se olvida. Así que presentó esta obra en ARCO con la galerista Helga de Alvear quien, cuando se montó el lío de que Ifema forzase la retirada de la creación de su lugar de exhibición, hizo algunas declaraciones muy curiosas, como que era muy difícil vender obras de Sierra. Resultado directo de la retirada: que esas 24 fotografías pixeladas se han comprado por 96.000 euros (con IVA), vendiéndose también estupendamente otros productos relacionados con ellas como una gran cantidad de cuadernillos de cara impresión y formato grande que se había preparado para satisfacer la demanda del público (indudablemente ya prevista si la obra era descolgada), que se agotaron, vendiéndose al precio de 10 euros cada uno. Mientras, el artista declaraba “que la retirada de su obra daña seriamente la imagen de esta feria internacional y del propio estado español”, y se está anunciando ahora que este montaje fotográfico se presentará y expondrá próximamente en otros lugares.

    Paralelamente, los partidos políticos declaraban cosas varias sobre su posición acerca de la retirada, resultando finalmente que nadie era partidario de haber hecho esto.

    Mientras se producía el primer acto de esta ópera bufa, la institución ferial Ifema explicó  en un comunicado que, “desde el máximo respeto a la libertad de expresión”, la “polémica que ha provocado en los medios de comunicación la exhibición de estas piezas, está perjudicando la visibilidad del conjunto de los contenidos que reúne ARCOmadrid 2018”.

    Al final, Helga de Alvear realizó además varias ventas de este y de otros artistas de su galería, asistió un enorme número de visitantes a esta edición de ARCO y prácticamente todos los galeristas consultados han asegurado que las ventas han ido bien en esta edición de la feria de arte  en la que han participado 208 galerías de 29 naciones, sin país invitado, y bajo el lema: “El futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer”.

    Bien, pues el lema se cumplió perfectamente y han dado una demostración ejemplar de su significado. No estoy hablando de una conspiración para potenciar esta edición de ARCO, sino del uso bien combinado de tácticas antiguas aprovechando circunstancias sobrevenidas, pero previsibles. Primero, un artista genera una polémica mediante una provocación, a alguien se le ocurre ordenar que se retire su obra, la convierte así en “maldita”, y la hace por ello, automáticamente, famosa. A la obra, al autor y a la galería. Segundo, Santiago Sierra hace declaraciones contrarias a las de Ifema, lógicamente, pero las posiciones políticas no crean barricadas enfrentadas, todos los partidos y el Gobierno dicen que eso de la retirada no lo hubieran hecho nunca. Tercero, Ifema, acorralados sus responsables, dice que se la envaina y que si quieren que expongan la obra de Sierra de nuevo. Cuarto, mientras tanto, Sierra ha vendido las fotos pixeladas, otros elementos menores vinculados con ella, y además se prepara la presentación y exposición de la misma en diversos lugares de España, aunque con motivación e impulso mucho más político que artístico: Madrid, Valencia, Lérida, etc. Quinto, Ifema decía que galeristas y artistas estaban perdiendo visibilidad en ARCOmadrid por esta polémica pero, mira por dónde, el público inunda la feria y los coleccionistas se ponen a comprar creaciones. De hecho, se ha considerado una edición que, con más de 100.000 visitantes, ha sido excelente en ventas, con un incremento de entre un 10% y un 20% sobre la anterior, subiendo el precio medio de las obras que se ha situado en la franja entre 15.000 y 30.000 euros, siendo 2018 “el mejor año desde el comienzo de la crisis”, según la dirección de ARCO. Sexto y último, se cumple el lema de esta edición: “El futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer”.

    En resumen, la crisis por la retirada de la obra de Santiago Sierra no ha afectado a las compras ni al compromiso de los galeristas para regresar en próximas ediciones, sin que debamos olvidar que ARCO no es un certamen artístico, sino de mercado del arte, por tanto comercial y dinerario.

¡MAGISTRAL!

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