Jánovas no vale un Olona / Urko del Campo


Por Urko del Campo Arnaudas

    Si París bien valió una misa para pacificar Francia, como dijo Enrique IV, un premio a la desobediencia civil que salvó al Río Ara y a Jánovas de un pantano, bien vale una corbata.

    Los que me conocéis sabéis que esto de los premios no me ha gustado nunca, empezando por el hecho de que la selección de las personas o instituciones reconocidas siempre resulta subjetivo, sobre todo porque un gran empresario de cualquier territorio o una institución nunca podría haber ejercido su labor si cientos de personas anónimas hubieran decidido custodiar el legado de sus ancestros pese a las dificultades que lleva aparejado siempre vivir en el mundo rural.

    No obstante, he de reconocer que el Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe trata de hacer comarca con los premios de La Cruz del Sobrarbe, en un marco con tanta historia como la Ferieta. La emoción de José María Lafuerza al recibir el premio y recordar a muchos que ya no están, una persona que ha dedicado su vida al deporte en Sobrarbe, y las reivindicaciones expresadas durante el discurso de José María Santos, presidente de la extinta Asociación Río Ara, bien valieron una corbata.

    Pero pese a reconocer que la elección por parte del jurado fue loable creo que, el señor Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa, empañó el premio a las luchas vecinales por la dignidad de la tierra al invitar al consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, a entregar el reconocimiento a José María Santos. Sí, Olona, ese consejero que en junio de 2015 escribía una Tribuna en la que establecía como prioritaria la construcción de Biscarrués para dar salida al plan de riegos Monegros II, acusando a los ecologistas de impedir regar a los propietarios con la declaración de zonas de especial protección de las aves mediante “un oscuro proceso, no exento de arbitrariedad y falta de rigor.

   El mismo Olona que en septiembre de 2015, siendo ya consejero, declaraba que «la postura del Gobierno de Aragón es defender el recrecimiento de Yesa, porque es esencial para el desarrollo de Aragón, sin ninguna duda». Por lo que no, señor Pueyo, usted se equivocó el pasado domingo invitando al señor Olona a entregar un premio aludiendo a la orientación con la que este señor está llevando la consejería. Señor Pueyo, usted insultó a los cientos de personas anónimas que participaron en las luchas vecinales por la dignidad del Sobrarbe y, de rebote, a otros tantos compañeros y compañeras que llevan luchando décadas para que usted pueda vivir en el Pirineo en tierra firme y no bajo las aguas de un negro pantano. Señor Pueyo, espero que su carrera política y el bien quedar con el consejero bien valga esta tropelía.

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