Por José Luis Llera Gil
Muchas son las muertes y accidentes premeditados o lamentablemente esperados de seres conocidos que se han producido en estas últimas fechas, entre ellos de políticos, e igualmente, de asesinatos de conyugues, parejas y familiares y, otros también, por distintas causas, como son…
… las explosiones de gas que deberían ser evitadas por las empresas suministradoras que tantos beneficios obtienen por prestación de este servicios o los incendios registrados en hogares más frecuentes en estas fechas por carencias que todos conocemos.
Quiero dejar para el final de este repaso de hechos para referirme con gran pena, aun cuando podría citar muchos más casos, a la muerte de la octogenaria de Reus, que al haberle sido cortada la luz por impago usaba una vela encendida cerca de ella para además de ver un poco, meditar sus vivencias de hace años y su soledad de ahora.
Este hecho lamentable, muy lamentable, ha originado la repulsa y crítica de muchas personas, y en especial de los políticos que, como única solución futura, determinan impedir el corte de energía eléctrica y de gas cuando sea originado por impagos motivados por carencia de medios económicos de personas necesitadas.
Aparte de lamentos que se lleva el viento hasta otra nueva racha, los políticos no sé si por sentimiento o vergüenza, se reúnen y van a exigir a las empresas eléctricas y suministradoras de gas, que no corten el suministro de estas energías imprescindibles a quienes no pueden pagarlas en determinado momento, debiendo hacerse cargo aquellas de los impagos producidos.
Estas empresas dicen que sí, que les parece bien, y todos tan contentos (¿).
Pero ¿cuál es la realidad de esta situación según la opinión de un ignorante que como yo no dice más que tonterías por la tristeza que le producen estas situaciones?
Desde luego las grandes empresas que tantos beneficios obtienen, acelerarán las puertas giratorias de entrada, no cortarán la luz y el gas a las personas necesitadas, pero el importe que tienen que asumir ellas, va a ir, poco a poco y veladamente, a los recibos de los usuarios que, todavía hoy, podemos pagar nuestros recibidos y que, como decimos los ignorantes, no hay un Dios que los entienda, salvo la cantidad que has de pagar cada dos meses que es muy elevada, demasiado elevada, la cual conoces rápidamente.
Todo ello es tan efectivo para ambas partes que, por fin, pueden dormir tranquilos quienes tiene la responsabilidad política de evitar estos desmanes y las empresas no dejan de percibir los mismos ingresos y beneficios finales.
Esto sí que es una vergüenza consentida y manipuladora de la realidad.
MUERTE EN REUS, debe ser un hecho que jamás vuelva a repetirse en ningún lugar de España. Así, quienes siempre estamos a merced de los políticos para pagar los platos rotos de todos ellos y de estas grandes empresas, sentimos la íntima satisfacción de un ignorante que no tiene más solución que denunciarlos y que, por tonto, le den la razón.
TOTAL ¡ COMO SIEMPRE ¡