Reparando a Muñoz Román / José Luís Bermejo

Por José Luís Bermejo
     José Muñoz Román nació en Calatayud en la calle Gotor el 26 de enero de 1903 y falleció en Madrid el 5 de febrero del año 1968. Fue un magnífico autor de un gran número de obras teatrales, fundamentalmente de operetas y revistas, que tuvieron un gran éxito y lograron siempre el favor del público de la pre y postguerra españolas. Cabe citar como ejemplos “Las Leandras”, “Doña Mariquita de mi corazón”, “Luna de miel en El Ciro”, entre otros títulos. Fue asiduo colaborador, especialmente, del gran maestro Francisco Alonso. También fue empresario teatral y Consejero de la Sociedad General de Autores de España.
    Muñoz Román fue propuesto en los años 60 del siglo XX para recibir el honroso título de Hijo Predilecto de Calatayud, reconocimiento que, desgraciadamente, no llegaría a recibir. Dos son las versiones que circulan acerca de las causas del truncamiento de su distinción: la primera es que, según www.calatayud.org/noticias, “Hacia los años 60 fue propuesto por el Ayuntamiento de Calatayud para el título de Hijo Predilecto, título que habría de compartir con José María López Landa, pero este cronista se negó a compartir honores con un “revistero”, y el Sr. Muñoz Román se quedó sin título”. La segunda, según un estudio realizado por Javier Barreiro en febrero de 2014, apunta a que “habiendo sido propuesto como Hijo Predilecto de su pueblo natal, el concejo municipal consideró que Quien había dedicado su vida a tales frivolidades no era digno de tal honor. Pocos meses después de este episodio, José Muñoz Román moría en Madrid en 1968, habiendo mandado grabar un ingenioso epitafio para su tumba: “E.P. D. (escribió para divertir)”.
    El próximo viernes 10 de abril a las 20 horas en el Teatro Capitol de Calatayud Pepe Arévalo rendirá homenaje a Muñoz Román, por él llamado el «Lope de Vega de la Revista», impartiendo una conferencia homenaje sobre su vida y obra. Falta, pues, que el título de Hijo Predilecto de Calatayud que José Muñoz Román no recibió en vida le sea otorgado a título póstumo por parte del Ayuntamiento de Calatayud. Este autor aragonés merece recobrar el reconocimiento público y oficial que en su día le fue negado.