O algo así. Me dicen que hable de cosas ligeras, del verano, las vacaciones, la playa y el sol. El título es engañoso. No voy a comentar nada sobre el Ser Supremo, porque puedes creer o no en él, pero yo no soy quién para tratar el tema. No voy a disertar acerca de los Pájaros, porque aunque me gustan (sus dulces cantos, sus colores y también sus valores gastronómicos) no domino sus costumbres y particularidades. Y del Amor no voy a decir nada porque creo que pasa con él como con la Política: necesitamos urgentemente menos palabras y más hechos. ¡Ah, el “Ars Amandi” de Ovidio!
¿Qué deciros en estas fechas? ¿Hablamos de física cuántica? Nooo. ¿De crisis económica? Nooo. ¿De que hay que exterminar antes del otoño a los “zoofílicos, adoradores de Satán, violadores de sargantanas en las tapias de los cementerios”, como decía Jorge, un bróker amigo mío? Nooo, que de esos ya veis muchos en los “papeles” y la caja tonta (cada vez más tonta, una jaula de monos con sobredosis de anfetas) y son el “circus” del “panen et circenses”.
Sólo os diré una cosa: en mi humilde opinión, y en este caso realmente es humilde, la mayoría de la gente se infravalora. Porque, en caso contrario, no iba a aguantar el teatrillo que ahora soportamos. Id a la playa. Id al monte. O quedaos en casa, según queráis o podáis. Pero ni se os ocurra volver abúlicos tras el verano. Nadie es más que nadie. Y tú no eres más que el vecino, el jefe o el líder, pero tampoco menos. Hazte respetar o de darán lo tuyo por donde amargan los pepinos.
Ahora, flower power. Cervecita, tapa o comida de riesgo en el chiringuito, mucha solidaridad con los que siguen jodidos (varios millones de compatriotas entre ellos), la dorada luz solar en tu piel, etc. Pero ese es el paso atrás. Cuando vuelvas, dos adelante.
Nosotros nos iremos a ver los peces de colores de Camp de Mar, las cuevas litorales mallorquinas, a disfrutar de barbacoas y ver novedades artísticas y artesanas (o remanentes de la moda ibicenca que vino de Tailandia). Y volveremos, sí, we’ll be back. Pero no con “ímpetus renovados”, no. Sino con Sturm und Drang, tormenta e ímpetu y, si todo continúa igual que lo dejamos… ¡pues (Wiener) Sezession! En arte, en política, en modos, formas y conceptos.
Pero ahora, tranquilidad y buenos alimentos. Los que puedan.
¿Se me ha entendido? Si es así, os digo que he pretendido lo mismo que escribió Gonzalo de Berceo en el siglo XIII:
“Quiero fer una prosa en román paladino, en qual suele el pueblo fablar a so vezino, ca non so tan letrado por fer otro latino, bien valdrá, como creo, un vaso de bon vino.”
¿Lo vale?