Tres erán tres / José L. Llera Gil


Por José L. Llera Gil
Jl.lleragil@gmail.com

Recortes – Corrupción, Desahucios y el 23 F

La verdad es que ningún país de la Europa Comunitaria está tan asolado por tantos y tan variados problemas como los que sufre España.

No deseo referirme a quienes los han provocado para pasar especialmente, con admiración y respeto, a quienes intentan paliarlos: Los ciudadanos de a pié.

Ante los ineficaces recortes, aun cuando algunos medios de comunicación insistan en decir que están produciendo mejoras, o que la corrupción no alcanza nada más que a un pequeño grupo de políticos y que se van a adoptar medidas contra los desahucios, la verdad es que la actuación desinteresada, solidaria, humanitaria y ejemplar de muchos españoles en defensa de los más afectados y por consiguiente necesitados, sus protestas en la calle, sus ayudas en general, juntamente con las de algunos empresarios, merecen el premio nobel de la concordia.

No estaría mal que se hicieran algunas propuestas ante quienes conceden esta valiosa distinción en defensa de estas personas.

No quiero dejar de tener un recuerdo muy especial y decir que, los miembros de las Fuerzas de Orden Público, muchas veces criticados con dureza e injustamente, se enfrentan a los disturbios en la calle con una mezcla de tristeza e incomprensión pues es seguro que pueden encontrarse en esos momentos de actuación de su abnegada y obediente labor con amigos y familiares, aun cuando ellos y sus familias también sufren la misma situación de desamparo y circunstancias como el resto de los españoles de clase media.

El pasado 23 de febrero fue un día de rebelión de las masas en nuestro país y la coincidencia, por ignorancia o premeditación, del “viaje” del Duque consorte a los Juzgados de Palma de Mallorca, la continua insinuación exigente de la necesaria abdicación del Rey de España y los cientos de miles de personas manifestándose en las calles, hacen que vuelva a hablarse de aquella misma fecha de hace ahora 32 años, que estaba casi olvidada y que se recordará a partir de ahora con más insistencia y por más circunstancias.

Pondría como ejemplo haber leído en un medio de comunicación y coincidiendo con esa fecha que D. Sabino Fernández Campos, Jefe de la Casa Real en tiempos, publicó en uno de sus libros que el Rey conocía con anterioridad el fallido golpe de Estado del Teniente Coronel Tejero y otros y que lo iba a celebrar, juntamente con varias personas, con champan.

Ya han transcurrido suficientes años para conocer la verdad y si, es posible, para olvidar.

Quisiera referirme a un hecho que viví hace 20 años, cuando tuve la oportunidad de mantener tres entrevistas con el General Armada, uno de los protagonistas del 23 F, sobre temas profesionales.

Después de hacerlo, aun cuando lógicamente nunca hablé con él de este tema, me surgió y perdura, la gran duda de la culpabilidad del General Armada en aquellos tristes acontecimientos, pues aprecié su gran educación, amabilidad y respeto hacia todos, lo que ponía en evidencia por su parte que era un militar fiel a sus Superiores.

De gran familia de militares y marinos gallegos, me cuesta muchísimo considerarle capaz de participar en aquella odisea si no fuera pensando en beneficio de España y del Rey. No cuadraba en ella.

Como entonces se le acusó y condenó y ahora aún parece que se vuelve a comentar, creo justo verter mi opinión en estos momentos de gran deterioro de España, sus dirigentes y distintos medios de comunicación.

Según podrán apreciar mis habituales lectores, este artículo es una argamasa de situaciones que se producen en un país minado por los recortes, la corrupción y los desahucios, juntamente con la solidaria actuación de muchísimas personas y el rechazo de los políticos en general.

Desgraciadamente las mentirijillas, mentiras y los mentirosos están a la orden del día y sobran.

Las movilizaciones de muchísimos españoles en defensa de las injusticias han de servir de ejemplo para todos nosotros y contar, sin duda, con nuestro permanente agradecimiento.

 

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