La gran puta de Babilonia cabalgó sobre Calatayud y la comarca del Aranda

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Por Darío C. de Sirope

En esta crónica veraniega vamos a asistir a una extraordinaria tormenta de intereses particulares, sueldos públicos, mezquindades, traiciones y deslealtades en las filas del PAR que han dado un vuelco inesperado a los gobiernos de las comarcas de Calatayud y el Aranda aunque,  a fuer de ser sinceros, el reparto de papeles ha sido algo más complejo.

 

Visión general del patio
Los aragonesistas de estas tierras (quizás solo de nombre, pues la mayoría provienen de las filas de las blancas  gaviotas) han puesto la cara y exhibido sus vergüenzas en esta comedia bufa y, además,  han sido objeto y nunca sujetos del juego. En los últimos tiempos los populares han sufrido una pérdida de poder histórica en esos territorios y se han erguido como vencedores -cuando estaban llamados al fracaso-  los auténticos profesionales de la cosa política: los socialistas. Estos últimos, conducidos astutamente por su líder y nuevo presidente de la DPZ, han navegado hábilmente entre la mezquindad de los primeros y la inocencia suicida de los segundos, consiguiendo ganar la presidencia de dos comarcas que sin embargo tienen mayoría de centroderecha.

Para comprender el material humano con el que se construye esta historia vulgar hay que remontarse 8 años atrás, allá por 2007, cuando una oleada de alcaldes, concejales y militantes del partido popular de la comarca de Calatayud, encabezados por el inefable Pipino  Sanmigueli, (mano derecha de Ferdinand Martinni), dieron su salto al Partido Aragonés.

La huerta de Calatayud siempre ha sido pródiga en el tamaño de sus melones pero en aquel 2007 hubo una cosecha particularmente prolífica y representada en el mercado por  Alfred Bonetti, entonces secretario general del PAR, y sus entusiastas muchachos  que se creyeron artífices y protagonistas de la operación del siglo: el paso sincero y en masa de una parte de las gaviotas bilbilitanas al aragonesismo.

Y en su inconsciencia, presumían y alardeaban de ello por cenáculos y tabernas comarcales y regionales. Pero….¡nada más alejado de la realidad!

Lo cierto es que no  fueron protagonistas de nada ya que aquella operación tenía otros actores principales y, a la larga,  sería su ruina política.

 

«Cui prodest scelus, is fecit»

Los tránsfugas encontraron generoso acomodo en el PAR y un espacio institucional que no hubieran imaginado en el PP pues estaban a punto de ser pasados por la piedra por el entonces alcalde de Calatayud y secretario general del PP Aragonés Ferdinand Martinni. Pero aquella traición, encabezada por su durante muchos años hombre de confianza, invirtió las posiciones  y el miedo al coste en votos ante la inminencia de las elecciones locales y regionales, hizo perder la confianza del PP en el carismático y controvertido Ferdinand Martinni. El fin de su carrera política conllevó el ascenso al primer lugar del PP zaragozano al alcalde de Tarazona, Luiggi Mari  Beamontini. Así pues, Sanmigueli y Beamontini fueron los auténticos ganadores de la operación y esa primitiva connivencia de intereses, que mantenían oculta, daría excelentes frutos para ambos y siempre,  eso sí,  bajo la inteligencia y dirección estratégica del turiasonense.

Una vez en el PAR, Bonetti y sus muchachos, o sea los melones, promovieron a los recién llegados a todo tipo de cargos institucionales y orgánicos, incluida la presidencia provincial del partido para Sanmigueli ante el enfado y disgusto, naturalmente, de los militantes históricos. Los melones estaban en otra batalla que creían más importante:  el asalto desde la secretaría general y el departamento de Medio Ambiente, a la presidencia del Partido que ostentaba Bielli.

En su inconsciencia dieron el mando y la administración general de la “gasolina”  del frente zaragozano de esa guerra al propio  Sanmigueli.

Bielli, además de político bregado, ladino y conocedor como pocos de la naturaleza humana, incluidos sus lados ocultos, comprendió que la mejor defensa de su posición estaba en las filas del aspirante. Atrajo a su lado al bilbilitano y le encomendó  que, jugando con los miedos y  ambiciones de otros barones territoriales que formaban parte de la conspiración, entre todos, apuñalaran por la espalda a Bonetti, con la promesa de perdón y generosa recompensa para todos ellos. El apoyo del jefe Bielli, su ya contrastada experiencia en esas lides y el candor de los melones le garantizó el éxito.

Al asesinar a su mentor, el ínclito Pipino tomó lo que no era suyo. Pasó de administrador vicario  de subvenciones y cargos paristas de la provincia a propietario. Y de este modo sólo Bielli se podía oponer a esta apropiación, pero en la contabilidad política del Gran Jefe, salían las cuentas.

La historia más reciente

Estamos en 2011 y los cuatro años siguientes, hasta las elecciones de 2015, marcan la época dorada del “pipinato sanmigueliano” colocado  bajo el manto orgánico de Bielli y el protectorado de Beamontinni, presidente de la DPZ y nuestro hombre,  Pipino,  de vicepresidente.

En la Comarca de Calatayud, y por extensión la del Aranda (es el mismo partido judicial a la hora de elegir diputado provincial) reinó un eje malsano pero, a todas luces, eficiente  y que tenía  como artistas más destacados  a los siguientes:

  • Pipino Sanmigueli, más listo que inteligente, con habilidad para el regate corto y una cierta visión estratégica. También es miedoso y cobarde. Tacaño. Pragmático, sin ideología o proyecto político más allá de sus celebraciones del 18 de julio en el campo de golf de Calatayud. Aunque habríamos de destacar que más que por lealtad  a unos principios era por añoranza de una juventud de bragueros, hernias, camisas azules y brazos levantados en los campamentos de la OJE.  Podemos pues aseverar que su principal virtud ha sido la  de ser “un fiel servidor de los acontecimientos”.
  • Charmen Ferreroti, alcaldesa de Maluenda, devota de Sanmigueli, coordinadora de Gabinete en la DPZ, infradotada intelectualmente para el juego político y las relaciones humanas pero trabajadora incansable, (virtud esta que no acompaña al primero).
  • Portali di Belenni Tortosati, tercera mujer de Sanmigueli, y jefa de Gabinete en la comarca de Calatayud en los últimos ocho años. Siempre en segundo plano pero auténtica matriarca del grupo. Amante del buen vivir. En el grupo insuflaba la ambición, la voluntad y la determinación, virtudes que tampoco acompañan al ya citado Pipino.
  • Los mariachis. Eran, sin duda, una pléyade de alcaldes y concejales de la comarca provenientes de la escisión de 2007. La mayoría no se caracterizan por su capacidad para el trabajo, tanto en calidad como en cantidad, pero sí que aportaban los votos necesarios para mantener el tinglado por más que, salvo honrosas excepciones, su frase más repetida fuese la afamada: “qué hay de lo mío”.

Todo ello, insuflado  por abundantísima gasolina proveniente de la DPZ, tanto en puestos a dedo como en subvenciones a los ayuntamientos amigos.

Además, la triada compuesta por Pipino, su señora, y  Charmen Ferrerotti  aparece  unida por lazos que parecían indestructibles. Baste con  decirle al lector que la última ofició la ceremonia de boda de los primeros. O, simplemente, refrescar en la memoria aquella fría mañana de febrero de 2011, en el día previo a la ejecución del gran melón y sus meloncitos, en que Sanmigueli arrastró a Charmen  Ferrerotti  a la basílica de Pilar y, ante la virgen, le hizo jurar no le dejaría abandonado si Bonetti  sobrevivía a su mortífera puñalada.

Buenos tiempos

Y es así como transcurren esos años felices sin más inquietud que aquel oscuro episodio en que el bilbilitano Pipino tiene que declarar en los juzgados por aparecer un recurso ante una multa de tráfico de su vehículo que dice ser conducido por una chica que trabajaba en un bar de luces de colorines. No se pudo identificar al autor del escrito y presunto benefactor de la economía de nuestro protagonista.

Cierto que la matriarca, Portali di Beleni, intuía que el final de los buenos tiempos se acercaba. En su perfil de redes sociales figuraba como lema “vive y deja vivir”. Típica declaración de principios del que tiene la tripa llena y teme que el hambriento perturbe su felicidad.

Es así como llegamos a las elecciones de mayo de este año que nos mostrarán que este cuento no tiene un final feliz. Se va a producir una tormenta perfecta.

 

De repente estalla el artefacto

Los resultados son una bomba inesperada. Se ha perdido no sólo el Gobierno de Aragón, sino lo que es peor, la DPZ, lugar donde nuestros amigos tenían su madriguera de oro. Además hay algo terrible: el acta de diputado provincial que el PAR saca y que Sanmigueli tiene como suya puede no dar ningún juego si, como todo indica esa misma noche, el presidente es Choan Tonino Sanchezzi Querotti. El alcalde de Tobed es enemigo declarado de Sanmigueli y hace alarde de ser martillo y yunque de sinvergüenzas.

Esa noche Sanmigueli decide dar un paso adelante. Sin consultar a nadie de su grupo bilbilitano ni de la dirección del PAR, se pone al habla con Beamontinni, presidente del PP zaragozano. Ante la posibilidad que le quiten la dedicación exclusiva, y en consecuencia su sueldo en la DPZ, pide a su amigo de Tarazona que interceda ante el futuro alcalde de Calatayud, Joe  Manu Arandatti, del PP, para realizar un pacto de gobierno ventajoso que le permita asentar sus reales en el ayuntamiento de Calatayud, si como todo parece indicar, las cosas se vuelven inhóspitas en la Diputación.

Beamontinni, sabedor de las pésimas relaciones de Joe  Manu Arandatti  con Sanmigueli, decide forzar la máquina y buscar ya de paso maquillar el desastroso mapa electoral de la provincia de Zaragoza donde él es máximo responsable del temeroso volar de sus gaviotas.

Tras diversos reproches sobre el resultado de acuerdos inconfesables en los partidos judiciales de Caspe y Daroca-Cariñena, le dice que conseguirá un buen pacto en el Ayuntamiento pero para ello el PAR tendrá que votar al PP además de al Ayuntamiento de Calatayud, a la presidencia de las Comarcas de Calatayud y Aranda. Sanmigueli que  suda más que duda, sabe que esa noche no solo ha perdido la vicepresidencia de la DPZ  sino que su partido tiene que entregar dos comarcas donde gobierna. Pero lo  primero es lo primero. Acepta aunque   solicita una cosa más: que a Portali di Beleni la mantengan como jefa de gabinete de la comarca. El jefe popular acepta. Sanmigueli respira profundamente mientras una leve sonrisa se le dibuja en el rostro pese a que  todavía no es consciente de su fatal error estratégico: sólo ha salvado los muebles para él y para su mujer.

Unas semanas después los pactos se cumplen milimétricamente al revés: el PSOE se hace con la presidencia de las dos comarcas, y su mujer acaba cesada y despedida.

¿Qué fue lo que pasó?

     Son varias las circunstancias que explican este desenlace.

En primer lugar, los resultados son nefastos y en el horizonte hay poco que repartir. Sanmigueli ha conseguido un pacto del  que sólo se benefician los habitantes de ese adosado construido por Olmedatti cuando nuestro Pipino  era concejal de urbanismo. Por otra parte, el desánimo cunde entre los mariachis que piden a Charmen Ferrerotti que se ponga al frente. Ella titubea en un primer momento ya que es difícil lanzar el dardo homicida contra alguien con quien compartes dos traiciones, la de Ferdinand  Martinni  y la de Alfred Bonetti. Sin duda el pecado y la culpa une. Pero verse fuera del gabinete de la DPZ  sin sueldo… y sin el chófer ¡Jodo petaca!

La mujer piensa  que no se merece esto. Además lo tiene muy fácil ya que  ella lleva años siendo el eslabón del trío dirigente con los mariachis y esta orquesta tocará donde ella diga… ¡Qué leches se acabó la chica cigarra!  ¡Ella también es jefa por mérito propio!

En segundo lugar, nuestro amigo tampoco supo calibrar los cambios ocurridos en el PAR. Ahora el líder es Artur Aliagatti. Ciertamente, en las elecciones de 2011 Sanmigueli  había hecho en apariencia una jugada similar.

Cuando el PAR esperaba doblar los resultados en Calatayud, la noche electoral en el hotel Calatayud, cundió el desánimo y las caras tristes. No sólo no habían doblado sino que habían perdido representación. Sin embargo, el artista Sanmigueli salió de la sala, telefoneó a Beamontinni y pactó la DPZ, ofreciéndose como  mamporrero de lujo en diversos ayuntamientos de la ribera del Ebro aguas abajo de Zaragoza.

Volvió con una sonrisa de oreja a oreja mientras cariacontecidos los militantes seguían rumiando su derrota. Es decir, nuestro pájaro hizo un pacto sin consultar con la dirección  regional. Bielli en su cálculo milimétrico y aún  no gustándole el gesto, prefirió pasarlo por alto. Una vez más las cuentas políticas le salían…

Pero Aliagatti no es Bielli y cuando se entera que Sanmigueli ha concluido un pacto sin consultarle estalla en cólera y, en vez del frío cálculo que haría nuestro afamado lector de Maquiavelo – y ya expresidente del PAR- echa las cabras al monte y pone la proa al funanbulista  Sanmigueli.

De una patada desmonta el tinglado de Calatayud y donde había un equilibrio entre estrategia, trabajo, voluntad y rédito electoral, lo sustituye por el caos. Quiere prescindir del estratega. Quiere colocar al mando a quien no tiene dotes ni inteligencia para ello y, por si fuera poco, que se pongan a trabajar los mariachis. Un despropósito a todas luces.

Mientras el PP sigue noqueado por sus resultados en Aragón, la inocencia y la candidez reinan en Calatayud. Joe Manu Arandati, tan buena persona y médico como mal político, cree que tiene atado y bien atado el ayuntamiento y las  comarcas y se mantendrá ciego hasta que se produzca el fatal desenlace.

El desenlace

Quien ordenará este caos y llevará el agua a su molino es el líder del PSOE, Sánchezzi  Querotti. Nadie reconocía en este  exsindicalista finura estratégica. ¡Pero que equivocados estaban!

Sabedor por espías propios y ajenos del malestar en la alcaldesa de Maluenda y los mariachis y, además,  por alguna incontinencia verbal de la dirección regional del PAR, traza un plan maestro…..

Ofrece negociaciones secretas al PAR. Pero pone una condición: que las mismas se desarrollen con la dirección regional del PAR. Pretende evitar que la fractura se suelde. Artur Aliagatti, que se siente ofendido, designa interlocutor a Chuaquín Serranotti, flamante nuevo secretario general del PAR  y que no tiene más mérito para el cargo que tratar de demostrar, sin éxito alguno, que Artur Aliagatti no ha sido  el peor Secretario General de la historia de los regionalistas.

Sánchezzi  Querotti ofrece dos vicepresidencias con sueldo en la Comarca. Vicepresidencias que ocuparán dos mariachis. Además, promete que habrá un hueco para Charmen Ferrerotti en la DPZ. Como contrapartida, por algo tan importante para los beneficiarios como indiferente para el aragonesismo y los ciudadanos, el PSOE tiñe de rojo dos territorios llamados a ser azules. Es difícil comprar más barato una ventaja política de este calibre.

Pero faltaba el estoque final. Sánchezzi Querotti  pone otra condición que Chuaquín Serranotti  y Charmen Ferrerotti aceptan: el cese y el despido de Portali di Belenni Tortosati, mujer de Pipino Sanmigueli, como jefa de Gabinete de la Comarca. Con ello el socialista buscaba, y naturalmente consigue, hacer definitiva la ruptura del PAR en la Comarca de Calatayud.

Este humilde periodista ha decidido cortar aquí la historia y no prolongarla aunque quedan, sin duda, nuevos capítulos que escribir. ¿Cómo colocar a Charmen Ferrerotti en un puesto de nombramiento directo en la DPZ con cargo al grupo del PAR si es Sanmigueli quien tiene que proponer el nombramiento? ¿Si no se puede colocar a Charmen Ferrerotti en la DPZ se la ubicará -como se rumorea-, en la DGA? En este último caso, ¿será Lambano Lambani, imbuido de un fuerte componente ideológico en su proyecto, participe de esta compraventa? ¿Lo tolerará el comisario político de Podemos en el Departamento donde pretendan ubicarla? ¿Con cuántos apoyos sigue contando Sanmigueli y Portali di Beleni Totosati  en Calatayud?.

En fin, amigos y lectores. Seguramente  no habrá más capítulos que escribir sobre este “affaire” pues el hedor que sube de las alcantarillas amenaza con mezclarse con los vómitos que provoca esta historia donde brillan por su ausencia los ciudadanos, los proyectos para una tierra que envejece y languidece  mientras unos cuantos vivos y pillastres vuelven a hacer su agosto por cuatro años más.

Como decía aquel gallego: ¡Bandidos sin grandeza, y labriegos embrollones!

 

Nota: La Gran Puta de Babilonia es uno de los personajes que aparecen en el libro bíblico de lApocalipsis. Se asocia con el Anticristo y la Bestia del Apocalipsis por conexión con el reino de las siete cabezas y diez cuernos.

Entonces vino uno de los siete Ángeles que llevaban las siete copas y me habló: «Ven, que te voy a mostrar el juicio de la célebre Ramera, que se sienta sobre grandes aguas, con ella fornicaron los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de su prostitución”.

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