Por Cristina Beltrán
La vida va transcurriendo y trae personas, personajes y personajillos, Manolo era toda una persona con su personaje prendido, un auténtico caballero payaso por elección, uno de los grandes en su oficio y en el barrio de la Magdalena, o en “la madalena” como nos gusta decir a las que en ella vivimos.
Unas lo conocimos más tarde que otras, pero no dejaba indiferente por su forma de estar y por su forma de ser y actuar en el más amplio sentido de las palabras. Solamente con lo escrito hasta ahora él ya habría hecho toda una disertación de payaso, porque no es lo mismo ser que estar, y él estaba siempre. Porque el amplio sentido de las palabras era un juego constante en su conversación, la indiferencia era imposible. Cuando hablas con una persona inteligente, te hace pensar y para pensar de obligación es escuchar y con él para escuchar además había que mirarlo a la cara y a los ojos, esos ojos pequeños y con chispa que ponían el acento adonde él quería.
Su afición como payaso comenzó de niño, cuando su padre lo mandó al circo de los hermanos Tonetti a llevarles una caja de caramelos “La Cabra” para publicitar estos dulces de pastillas de café con leche que elaboraban como negocio familiar, al ver al Tonetti literalmente “Se quedó acojonao”…le impresionó verlo y eso cambió su vida,a partir de ahí hizo muchas cosas, como un crío más en el colegio,en campamentos y como polilla y alcanfor hacia el 86 (hará unos treinta y seis años seguro), su hermano Toño dice que no ponen nunca fecha exacta a las cosas, como si fuera cuando naciste, porque no es así, las cosas surgen en torno a una etapa de tiempo de una idea que va redondeándose más o menos, no nacen en una fecha exacta.
Crearon un grupo de payasos en familia, de críos en colonias y campamentos de verano se llamaban “ Los Hermanos Caramuchi ” presentaban al “Hombre del bulto” y otros personajes inventados preparando funciones para todos.
A principio de los años ochenta montaron un bar, el “Fergus” en la calle Zumalakarregui, entonces uno de los focos de la movida zaragozana, lo traspasaron a finales de esa década y fue entonces cuando pensaron en montar un grupo profesional de payasos.
No es casualidad que Manolo y Toño se llamaran “Polilla y Alcanfor”, los significados son muy importantes para entender a las personas que hay detrás de estos nombres, Polilla es el nombre para designar a mariposas pequeñas y nocturnas que devoran en algunos alimentos o bienes materiales importantes en el hogar, la ropa, muebles o papel. También a menudo designa a todos los lepidópteros de hábitos nocturnos, incluso si no son dañinos. María Moliner, admite como cuarta acepción la que hace a polilla equivaler con mariposa nocturna que acude a la luz, así incluye a cualquier lepidóptero que acuda por la noche a la luz.
El Alcanfor, es un remedio natural contra la tos, congestión y para los dolores musculares. Se encuentra en la madera de un árbol enorme y perenne originario de Asia, donde toma su nombre alterno «Árbol de Borneo», Se usa como bálsamo y con otros propósitos medicinales. Posee acción antiséptica y ligeramente analgésica. Antiguamente se había utilizado también como estimulante y como sedante, por vía interna, es un repelente de la polilla.
Esta mierda de virus nos está querando por dentro y por fuera, normaliza la muerte y sus cifras, aunque no sean por covid… y cuando digerimos la ausencia nos abruma, esto nos ocurre con Manolo, no damos crédito a la realidad de una larga enfermedad que ha terminado estos días con el vecino, con el amigo, con el personaje familiar, es como un despertar con un vacío irrellenable, insustituible en su esencia, se ha ido sin estridencias cuidando su intimidad. Siendo antagonista de la apariencia, porque en este caso esa pequeña sociedad, vecindad, amistades lo estamos extrañando ya.
El recorrido habitual por los bares junto a sus amigos era el encuentro compartido del día a día, más de lo superficial que pueda aparentar, ese recorrrido es llenar las calles y los lugares de vida, de amistad, de cariño; El Polilla estaba para colaborar siempre dispuesto en lo personal y en lo profesional, en cualquier tipo de espectáculo y para apoyar causas solidarias. Discreto y respetuoso con todo. Para la juerga, que es una cosa muy seria que no todo el mundo es capaz de entender y para lo serio que puede ser una juerga.
Nos vas a costar muchas cervezas en tu recuerdo, vamos a brindar muchas veces con tu nombre, ¡nos has tomado la delantera Manolo!, esperamos tardar muchos años en alcanzarte, pero, para cuando lleguemos ahí, vete pidiendo la próxima ronda, nosotras te invitamos.
De momento exprimiremos los momentos compartidos y las anécdotas vividas,como hacíamos contigo, vas a seguir en alma, en nuestros corazones. Brindemos en los lugares de siempre ¡Viva la vida! ¡Muera la muerte! Por el Polilla, por Manolo.