Por José Antonio Conejo
“Para nosotros Tucson es más que un disco, es el trabajo en el que más ilusión, tiempo y esfuerzo hemos puesto y en el que nos vemos más representados, pues es el que mejor refleja el sonido que suena en nuestras cabezas cuando componemos.
Queríamos volver al estilo de nuestro primer disco “California” pero con el aprendizaje y las influencias que hemos adquirido estos últimos años y, después de mucho tiempo, nos dimos cuenta que una gran parte de los discos que nos gustaban estaban grabados por la misma persona: Craig Schumacher (Calexico, Neko Case, M. Ward, Iron and Wine, Devotchka, The Jayhawks, …).
Así que decidimos escribirle y empezar a vivir esta aventura de grabar en Tucson. Ha sido una grabación meditada y sincera hecha en directo y grabada, mezclada y producida por Craig, y está llena de esas maravillosas imperfecciones que nos conectan con la realidad.
Si tuviéramos que resumirlo en una frase, Tucson sería “música viajera hecha a fuego lento”.
La singular banda salmantina creada por Esther Valverde y Dani H. Serrano regresa con un disco grabado y producido por Craig Schumacher (Calexico, M. Ward, Giant Sand, Iron and Wine, Neko Case, The Jayhawks, …) en Tucson (Arizona) y cuenta con las colaboraciones especiales de Jairo Zavala (Depedro, Calexico), Jacob Valenzuela (Calexico) y Sergio Mendoza (Orkesta Mendoza, Calexico).
Es un disco ecléctico que bebe y juega con distintas músicas de raíz y en el que se pueden encontrar sonidos de frontera entre el folk-rock americano y ritmos o arreglos de música latina, todo ello filtrado por las inevitables influencias de música española que forman parte de la identidad de Bye Bye Lullaby.
En 14 cortes y casi una hora de escucha, Tucson desarrolla un sonido mestizo y viajero que invita a bailar y caminar por tierras polvorosas y fronterizas bajo un mantra de melodías en castellano. Música viajera hecha a fuego lento.