ÓperaMía: DOÑA FRANCISQUITA, DE NUEVO EN LA ZARZUELA


Por Miguel Ángel Yusta

    El Teatro de la Zarzuela  repone con honores de estreno Doña Francisquita, en la producción de Lluis Pascual (autor también de los textos hablados) que ya se estrenó en la primavera de 2019 con cierta polémica…

…alimentada por algunos puristas, que disentían de la versión presentada, que con absoluto respeto a la música de Amadeo Vives y textos cantados de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw (inspirados en La discreta enamorada de Lope de Vega) reconducía la trama argumental con oportunidad e inteligencia, situando la acción en tres épocas de nuestra historia reciente.

     Este lustro ha servido para acrisolar la producción de esta obra maestra y emblemática de nuestro genuino género musical y, ciertamente, ayer fue aclamada por un público que tal vez comprende quen el respeto absoluto a la partitura y libreto originales y con inteligencia y buen gusto, se pueden realizar producciones que lleven a la afición e incluso al entusiasmo de las nuevas generaciones a quienes -en todavía demasiados casos-  la palabra Zarzuela les suena a algo trasnochado y polvoriento.

    La función fue dirigida impecablemente por el maestro Guillermo García Calvo  que desde el foso comandó a la eficaz Orquesta y Coro titulares y al extenso plantel (Rondalla, ballet…y la magistral Lucero Tena, reina de las castañuelas acompañando el famoso ‘Fandango’). Gonzalo de Castro, actor,  estuvo magnífico en sus papeles de «director»

    Sabina Puértolas (Francisquita) e Ismael Jordi (Fernando) en estado de gracia brillaron en especial individualmente (Canción del ruiseñor, Por el humo se sabe…) y en sus dúos impecables, bien secundados por la mezzo Ana Ibarra (Aurora) y el tenor Enrique Ferrer (Cardona) que dieron adecuada réplica a la deslumbrante pareja protagonista siendo también secundados por un elenco (Milagros Martín,  Santos Ariño, Isaac Galán, así como miembros del coro) muy eficaz y que participan en todas las funciones.

    El público braveó el final de varias intervenciones, enloqueció de cariño con la gran Lucero y dedicó una gran ovación final a todo el gran y numeroso elenco con especial intensidad a Sabina e Ismael, dos grandes figuras de la ópera.

    Hoy nos toca ver y escuchar al cuarteto del segundo reparto (Marina Monzó, Alejandro del Cerro, María Rodríguez y Manuel de Diego) que, sin duda, van a seguir dejando alta esta Doña Francisquita grande, emotiva, singular y eterna.

   ¡Viva la Zarzuela!

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