“Pasos que rompen la memoria de los años” (y IV), de Erasmo Nava Espíritu


Por Redacción

   Continuamos con la cuarta y última parte de “Pasos que rompen la memoria de los años” obra de nuestro amigo y colaborador, el poeta mexicano Erasmo Nava Espíritu, quien nos ha autorizado a publicarla en sucesivas entregas. Desde aquí vaya nuestro agradecimiento a su generosidad y esperamos que sus poemas hagan disfrutar a todos nuestros lectores.

“Pasos que rompen la memoria”

Por Erasmo Nava Espíritu

 

 HOY, NO VAMOS A LLORAR

 

                             A Pedro Emiliano

 

Hoy que las lluvias no han parado en la ciudad:

 

los rayos del sol yacen ocultos;

infernal, el ruido de los autos aturde mis sentidos,

es un día adverso, poetas mexicanos

uno fue alcanzado por las sombras,

una injusticia más:

¡la historia de la infamia ha vuelto a escribirse!;

 

pero hoy, no vamos a llorar,

 

se trata de luchar y de apoyar;

vana y enferma sociedad

¡liberar a nuestro amigo!,

tener fresco el recuerdo

de su andar solidario por el mundo:

con su hermano tan amado

que es el hombre.

 

Por ello hoy, simplemente

no vamos a llorar,

y todos sus amigos le decimos

que nuestro cálido saludo:

¡sea el que lo abrigue en el lugar donde se encuentre!;

 

pero hoy:

no vamos a llorar.

 

 

      VIVAMOS INTENSAMENTE…, HOY

 

No nos apresuremos y vivamos intensamente…, hoy:

 

firmes y llenos de intensas alegrías,

superando cada día nuestras heridas,

con deseos de compartir

nuestra sincera y radiante sonrisa,

con ese rayo de luz en nuestro ser

y el aire helado que dejó la lluvia;

el agua cristalina de escasos manantiales;

el amor es lo que sentimos por la vida.

 

No nos apresuremos y vivamos intensamente…, hoy:

 

la historia día con día se escribe

en un grafiti

que un pintor plasma con vocación sublime en sus murales,

la historia que van dejando los maestros tras sus marchas;

 

no nos apresuremos y vivamos intensamente…, hoy:

 

la vida en la ciudad huele a mojado,

se manifiesta en las  plazas y en los parques,

se esconde tras una «lap-top» y no hace ruido,

se fuga en la banda ancha del Internet

no da su contraseña,

se incorpora a las marchas y plantones en la ciudad;

 

ya no creé en los farsantes y descarados políticos,

disfruta plenamente de la lluvia entre calles y avenidas,

sufre con el que se levanta violento y lucha al lado de su hermano;

es la vida del redentor que por amor murió en la cruz;

es la vida que ya no es vida porque requiere un cambio.

 

 

 

             MES DE ABRIL SIN FLORES

 

Hoy es domingo quince del mes de abril sin flores

hoy la ciudad aún duerme: quizá es por la hora;

 

hoy saldrán nuevamente los flamantes candidatos

que como hienas seguirán tras su presa

hasta tenerla dominada

el dos de julio.

 

El que triunfe,

el que aún lleve el calor efervescente del voto ciudadano

educadores,

tendrá en sus manos la historia;

«la creación de una entidad política»

su astucia contra el monstruo llamado «corrupción»;

 

porque los ciudadanos abrirán sus enormes alas por la noche,

se dejarán guiar por un rayo de luz que brille en su camino,

reflejando el amor ante sus semejantes;

 

a su ciudad regresarán llenos humo,

de amor

y de esperanza,

a compartir su libertad ya conquistada:

en el lago azul de la alborada.

 

 

  

HOMBRES CON OLOR A AZUFRE…

 

En mi país,

hay hombres con olor a azufre

y húmedo aliento,

que dominan los caminos y los pueblos;

hombres que la sociedad rechaza

porque muestran el rostro de la muerte.

 

Estos extraños hombres

en sus manos llevan sangre y llevan llanto,

llevan poderosas armas y la libertad colgando;

llevan presa a la esperanza,

al miedo llevan

temblando:

entre plagios, levantones y secuestros.

 

Feroces cabalgan traficando:

anfetaminas,

mariguana,

mujeres…

 

Estos hombres son:

mensajeros de la muerte

sin alma,

sin corazón.

 

Solos vagan por el mundo

sin alegría;

 

viven a salto de mata

con eterno sobresalto;

 

en este país de tantos muertos,

una vida invisible se levanta

como caballo de fuego

y una espada ardiendo,

 

a liberar

mi patria atormentada.

 

 

 

DORADAS BICICLETAS

 

                              Para Antonio Arcos

 

Un hombre se levanta con el alba y sueña.

 

Su mochila revisa de viajero empedernido:

resaltan la ilusión azul y una palabra aislada,

una alforja de cuero ligeramente blanda 

con silencios opacos que suelen ser eternos.

 

Este hombre, monta su bicicleta de titanio:

sale a la calle con ánimo de fuego.

 

Avanza con luz del alba…, ríe,

se alegra al contemplar en lo sublime:

 

la esperanza de suave sonido y largo pecho;

 

ella, sueña noche a noche nuevos horizontes;

 

mientras en tierra húmeda:

 

en bicicleta alegres primaveras

recorren crepúsculos lejanos.

 

Ese hombre y muchos más:

 

suben colinas empinadas en doradas bicicletas

con el anhelo de recorrer montes y valles;

 

emociones brotando como flores

contagian de entusiasmo

a la niñez de trémula mirada;

 

rompen con la rutina

y vuelan como el viento

¡hacia la libertad!

 

 

  

VUELO MX 0641    

 

           Ciudad de México

 

Llueve al oriente.

Es la ciudad.

Sus amplias avenidas y sus calles sombrías.

 

La lluvia se apodera de la urbe.

El resplandor del nuevo amanecer

se retrasa.

 

Son las cinco y media de la mañana,

nubosidades y bruma.

Nerviosismo.

 

Entre la lluvia

aparece el taxi que me transportará.

Lo abordo;

 

avanza rápido:

brillan las calles inciertas de esta enorme ciudad,

 

al llegar a Ermita cruce con Periférico

ya no hay tiempo,

sólo hay minutos para mí;

 

sombra que gira y se levanta,

la cita de trabajo con José Alfredo:

Aeropuerto seis en punto era el encuentro,

salida del vuelo seis treinta y cinco.

 

Avanzando el taxi por Periférico,

da vuelta en Río Frío,

al llegar a Churubusco

enfila hacia Aeropuerto por Circuito;

 

es intensa la lluvia:

hace reflexionar.

 

Seis veintiocho

ya todo parecía perdido;

 

me comuniqué al celular de José Alfredo,

la conversación fue breve:

 

-amigo-, ¿dónde estás?

-en el avión a punto de despegar,

-háblame en un minuto, veré qué puedo hacer;

 

ese minuto ¿de espera?

que lentamente pasó,

suspendido en el tiempo quedó

y una tan profunda estela

en mi rostro apareció.

 

Marqué el teléfono,

esta vez José Alfredo, exaltado, dijo:

-¡trasládate a la puerta «B»!,

el boleto con el de seguridad dejaré.

 

Por largos pasillos corrí

y al darle alcance, bromeó:

 

-¡vas a hacer que un infarto me de!-

 

Nos miramos mutuamente

y volvimos los dos a correr.

 

06:35: la calma al avión

abordar,

la aventura llegaba al final.

 

La aeromoza como ángel llegó,

candorosa,

un poco de agua me dio.

 

¡De pronto!…, el reactor se accionó,

el avión, levantó el vuelo,

dejando tras sí: una estela de ruido,

luces y sombra, pisadas perdidas,

propias y únicas

de la gran ciudad.

 

 

                TU DELICADO ROSTRO

 

                        …no nos pondremos a la mesa,

                            hasta que venga…                                                                            

 

                            I Reyes, III, 16-11

 

Déjame contemplar tus ojos detenidamente

y tener la certeza que no se marcharán,

que evitarán ser viajeras y ágiles golondrinas

y mariposas grises emigrando en invierno.

 

Deja atrapar tu triste y leve sonrisa

antes que vuele a la inmensidad del mar,

la atraparé en tu pelo que juguetea en tus labios,

la llevaré hacia el sol: rumbo a la eternidad.

 

Caminaré…, con sumo cuidado

al borde de tu rostro que asombrado me mira;

me detendré en la cúspide de tu infinita mirada

a esperar que tus sueños como sonámbulos hablen.

 

Después, con el ocaso diáfano, sin tu mirada aguda

me iré con mi esperanza hacia el inmenso mar,

a contemplar tu rostro en una playa suave

rodeado de sirenas en aguas de alta mar.

 

Miraré el horizonte y allá en la lejanía

tu delicado rostro vagará entre la niebla,

en la que extraños hombres lo llevarán en hombros

como estrella ceniza que se pierde al morir.

 

Son muchos ya los hombres que corren sofocados,

son hombres misteriosos como la misma muerte

y llevan en sus manos tu delicado rostro:

 

¡salven todos el rostro!…, -dijeron unos monjes,

¡salven todos el rostro!…, -clamaron legionarios,

¡salven todos el rostro!…, -aulló el emperador,

¡salven todos el rostro!…, -y ganémosle a la muerte.

 

 

EL COLOR Y EL SABOR DE LAS PALABRAS

 

Voy por el mundo disfrutando del color y el sabor de las palabras.

 

Algunas tienen un color profundo y suave

como el marrón y el morado;

 

otras brillan y son ásperas

como el diamante en bruto en socavones;

 

otras más,

brillan intensamente y aún relumbran

como el rojo carmesí en los labios de mi amada.

 

Si hablamos de palabras «compuestas» como:

agridulce, hierbabuena y coliflor,

cumplen perfectamente su misión;

 

pero hay otras a las que llamamos «simples»,

y en esa sencillez en la que habitan

las disfrutamos mucho en su expresión por su significado,

como en los grandes salones de amplios corredores

rodeado de mil libros y de niños cantores con un piano;

 

pero estos colores es mejor disfrutarlos…,

porque son tantas y tan diversas las palabras.

 

Las palabras además,

tienen variados y exquisitos sabores que son únicos,

principalmente: el amor, la libertad y la justicia;

le siguen otras que disfrutamos tanto, pero es por su eufonía:

como elegía y armonía;

 

en fin,

el color y el sabor de las palabras, son únicos:

vamos hoy a disfrutarlos…

 

 

                                     

                                         LA MIRADA

 

La mirada del alba que aparece allá en el horizonte

 

la mirada azul de cielo de aquel hombre que naufragó en el mar

 

la mirada de mi sombra que cuando el sol se oculta: crece y crece

 

la mirada del solitario transeúnte que allá a lo lejos se pierde en la avenida

 

la mirada turbia y misteriosa de los atardeceres con niebla

 

la mirada de los violentos rayos que caen brillantes bajo la tormentosa lluvia

 

la mirada de los crepúsculos rojos iluminados por repentinos y lejanos

 

                                                                                         [relámpagos

 

la mirada del estruendoso ruido que hacen los neumáticos al cruzar los charcos,

 

en fin, la mirada de esta oscura y fría noche que dejó la lluvia.

 

 

 

                             ELLA

 

Ella es una mujer tan bella como la primavera

y vuela con un ramo de sueños en el alba.

 

 

Ella recorre el mundo disfrutando sus viajes

en los que la esperanza la dirige hacia el sol.

 

 

Ella cruzó el umbral del misterioso tiempo

seguida por el viento y estrellas fugaces.

 

 

Ella esparce claveles de horizontes lejanos

y deja en cada paso un exquisito aroma.

 

 

Ella es una mujer igual que las estrellas

que por las noches canta una bella canción.

 

 

Ella…

 

         

 

       LA ESTRELLA MÁS BRILLANTE

 

 

Cuando el silencio estalla en la espesura de la noche,

 

desde lo más profundo emerge un abanico de colores

 

son mujeres: blancas, rojas, azules y amarillas

 

salpicadas del color que les dio vida en el origen,

 

buscan vehementemente con sus cuerpos coloridos

 

la infinitud del tiempo que les permita ser:

 

Sirio, la estrella más brillante, distante y silenciosa.

 

  

PAZ UNIVERSAL

 

Paz en el cielo

paz en  la tierra,

mi amor se va.

 

Sí, pero volverá.

 

Se va a otras tierras

donde la gente

le aplaudirá.

 

Sí, pero volverá.

 

Y de repente

llegará el viento,

y el sol se irá.

 

Sí, pero volverá.

 

Aquí en la tierra

había un gran bosque,

que aún fresco está.

 

Sí, pero volverá.

 

En ese bosque

había esperanza,

que ni el futuro iluminará.

 

Sí, pero volverá.

 

En ese bosque

brilla y sonríe

la libertad

 

que un día cercano:

a los humanos 

no salvará.

 

Sí, pero volverá.

 

 

Brilla y sonríe la libertad,

y el ser humano

agradecerá,

 

cuando en el mundo

disfruten todos:

de armonía y paz.

 

                                                     ÍNDICE

 

 

     Prólogo, Carlos Santibáñez Andonegui…………………………………   5

     Dedicatoria……………………………………………………………..   7

     Epígrafe…………………………………………………………………   8 

     Pasos que rompen la memoria de los años…………………………  11

     Un nuevo resplandor del sol…………………………………………..  17

     Nacen e tus labio rosas rojas de esperanza………………………..   20

     Mi abuelo………………………………………………………………..   22

     Un recorrido por la gran ciudad……………………………………….   24

     Gira y brilla solitario satélite……………………………………………   27

     Guerrero de las galaxias……………………………………………….   28

     Su sonrisa y sus cabellos se enredaron en el mar………………….   31

     La montaña y su misterio………………………………………………   33

La esperanza sonriendo recorre sus calles………………………….   35

Cuba: en busca del mar y el tiempo…………………………………..   38

La noche de los faraones de Heraclión……………………………….   40

Rapsodia………………………………………………………………….   42

Hoy, no vamos a llorar…………………………………………………..   44

Vivamos intensamente…, hoy………………………………………….   45

Mes de abril sin flores……………………………………………………   47

Hombres con olor a azufre………………………………………………   48

Doradas bicicletas………………………………………………………..   50

Vuelo MX 0641……………………………………………………………   52

Tu delicado rostro…………………………………………………………   55

El color y el sabor de las palabras………………………………………   57

La mirada…………………………………………………………………..   59

Ella………………………………………………………………………….   60

La estrella más brillante…………………………………………………..   61

Paz Universal………………………………………………………………   62

 

Erasmo Nava Espíritu

Nació en Mochitlán, Guerrero, el 25 de noviembre de 1950.

Es Poeta y Licenciado en Economía, graduado en el Instituto Politécnico Nacional (IPN); obtuvo el grado de Maestro en Ciencias en Planificación del Desarrollo Regional, en el Instituto Tecnológico de Oaxaca.

Ha publicado los libros de poesía: Oración a los humanos y otros poemas, edición de autor, Ciudad de México, 2002; Cuando los Dioses hablan y otros poemas (de lo cotidiano a lo trascendente), Editorial Garabato, Ciudad de México, 2007; La danza mortal de las Palmeras, Editorial VersodestierrO, Ciudad de México, 2011, y Pasos que rompen la memoria de los años, Altres Costa-Amic Editores, S.A. de C.V. Puebla, Puebla, México, 2015.

Es miembro de la Sociedad de los Poetas del Viento, la Tierra y el Agua, de la Ciudad de México; pertenece a la Red Mundial de Escritores en Español (REMES), y al Movimiento Poetas del Mundo. Fue incluido en las antologías Nueva Poesía y Narrativa Hispanoamericana y Nueva Poesía y Narrativa Hispanoamericana del Siglo XXI, ambas en 2009 (compiladas por Leo Zelada, Lord Byron Ediciones y Visión Libros, Madrid, España), y en las antologías: Poetas Mexicanos, selección de Mario Meléndez, Poeta Chileno; así como en la Antología de poesía guerrerense Vuelo de Tigre (1940-1960), compilada por María de los Ángeles Manzano Añorve, Ciudad de México, 2014. Además, fue incluido en la antología dedicada al Ché, titulada: EL CANTO ETERNO, de Movimiento Poetas del Mundo, editada por Apostrophes Ediciones, Santa Rosa 276-E, Santiago de Chile, septiembre 2014; y fue incluido también en la Agenda Movimiento Poetas del Mundo, editada por Apostrophes Ediciones, Santa Rosa 276-E, Santiago de  Chile, diciembre 2014.

Sus poemas han sido publicados en las Revistas Literarias Digitales: AZUL@RTE, palabrasdiversas.com,  destiempos.com y quadernsdigitals.net; ha sido editado también, en  Portales Culturales de Internet, tales como: artecomunicarte.com, sabersinfin.com, ADICT@S A LA POESÍA, entre otros.

Altres Costa-Amic Editores, S.A. de C.V.

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Tel. 2222897927; Telcel: 2222003349/5543919176

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