Por Amics de Fraga
La nueva Ley de Lenguas: ¡ya era hora!
Ya era hora de que el Gobierno de Aragón defendiera los intereses culturales de los aragoneses de la zona oriental de Aragón, pues los fragatinos nos hemos sentido habitualmente desamparados por los gobiernos respectivos de nuestra Comunidad.
En 1995 el Gobierno aragonés promovió una encuesta sociolingüística que desarrollaron 4 catedráticos de la Universidad de Zaragoza en la que se concluía que los habitantes de la zona oriental de Aragón, entre ellos los fragatinos, no aceptaban que su lengua fuera catalán, que había una riqueza lingüística grande y por desarrollar y que reclamaban más atención por parte de la Administración aragonesa. Y ha costado 18 años hasta que por fin el gobierno actual de Aragón ha aprobado una Ley de Lenguas que defiende y promocionará nuestro patrimonio cultural y lingüístico.
El PP de Aragón ya llevaba en su campaña electoral un lema que decía: “No a la imposición del catalán” y anunció que modificaría la Ley de Lenguas que había aprobado el PSOE con la complicidad de CHA por la que imponía la catalanización de Aragón. Y la propuesta electoral del PP fue aprobada-avalada por una mayoría de aragoneses y mereció el respaldo del PAR y sus votantes, en plena sintonía con el PP.
Esta nueva Ley de Lenguas define que: “en Aragón, junto al castellano, lengua mayoritaria y oficial en todo su territorio, existen lenguas y modalidades lingüísticas propias que se hablan en determinadas zonas y constituyen un rico legado de nuestra Comunidad Autónoma… configuradoras de una historia y cultura propias, que han de ser especialmente protegidas y fomentadas por la Administración Aragonesa”. Sabiendo que esta Ley está respaldando al fragatí, ¿qué más podemos pedir?
Pero desde Cataluña y los pancatalanistas se ha levantado una reacción furibunda de quejas y protestas contra esa Ley, contra el Gobierno de Aragón y contra los aragoneses que los han votado, apoyada con burlas e insultos. Nunca los aragoneses nos hemos burlado de una ley catalana ni de la Generalitat, más bien hemos tenido que quejarnos de alguna actuación poco respetuosa por su parte.
Desde el nacionalismo catalán nos faltan al respeto reiteradamente, y han aprovechado esta Ley que no les gusta para iniciar una campaña de burla y calumnias contra el Gobierno de Aragón y los aragoneses: de forma maliciosa han engendrado expresiones inexistentes y burlonas para referirse a las lenguas propias que se hablan en Aragón, y hacen promoción de dichas expresiones falsas y humillantes engañando a la opinión pública al decir que las mismas son usadas por la Ley y por las autoridades aragonesas, en clara intención de desprestigiar al Gobierno de Aragón. Y muchos políticos, medios y representantes del pueblo catalán (los medios de difusión están llenos de ejemplos) se han apuntado a esa burla, sin el más mínimo respeto a sus equivalentes aragoneses, al derecho de libertad de expresión y de opinión y a que todo esto está respaldado por la mayoría de aragoneses. Y algunos políticos aragoneses no han dudado en apuntarse a esa campaña de burla, poniéndose una vez más a favor de los intereses catalanistas.
El fragatí tiene 900 años de historia y si lo hemos sabido mantener hasta ahora no les ha de extrañar que sigamos defendiéndolo de los que lo quieren absorberlo y aniquilarlo. La asociación cultural AMICS DE FRAGA tiene en uno de sus objetivos “El estudio, desarrollo y defensa de la lengua de Fraga, fragatí,…”. Y el fragatí está definido como una modalidad de la lengua “Aragonés oriental”, como demuestran los estudios ya realizados. Esta defensa no da derecho a nadie a insultarnos ni despreciarnos porque no aceptemos ser esclavos de unos intereses políticos.
Desde Cataluña se creen con derecho a gobernar y dirigir espiritualmente a sus vecinos (aragoneses, valencianos, baleares, incluso sur de Francia), dictando cómo deben de actuar y de opinar. Es un clarísimo ejemplo de antidemocracia y falta de respeto a las libertades de sus vecinos, tanto de pensamiento como de opinión, de expresión y de actuación…
Aragón y Fraga deben salvaguardar su patrimonio histórico, cultural y lingüístico en pleno uso de su libertad e interés.
LA JUNTA DE AMICS DE FRAGA