Hipotecas del BBVA y María

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Por Eduardo Jiménez Marqués
http://aragon365.blogspot.com

María tiene 74 años, firmó con su hijo Pedro una hipoteca. El desempleo obligó a este a dejar de pagar las letras. La maquinaria cruel de la ley española se puso en marcha y Pedro perdió la casa en octubre de 2010. Como siempre, con ello no se consiguó saldar la deuda y ahora el embargo de bienes tiene como horizonte la propia casa de María que es él único lugar que le queda a Pedro para vivir y tratar de rehacerse tras quedar discapacitado a consecuencia de los problemas de salud derivados de la perdida, de empleo y vivienda y la consecuente ruptura de su familia.

 

Tras multitud de protestas incluidas dos ocupaciones de la sucursal, una de ellas durante 12h, ambas finalizadas con la intervención de la policía, (http://youtu.be/gRBHKDkEzws | http://wp.me/p1PjoR-aP) lo único que BBVA propone a María es permitirla vivir en la que ya no será su casa hasta que muera para posteriormente alquilársela a Pedro, que es pensionista por discapacidad permanente, por un máximo de 5 años, ello solo supone diferir el robo de la vivienda de María y no ofrece garantía habitacional alguna a Pedro que, pasados los 5 años tendría que buscar otra vivienda que su escasa pensión pudiese costear con la dificultad añadida de cargar aún con una deuda que le marca como moroso impidiéndole acceso al crédito y a formalizar un contrato de alquiler con cualquier empresa.

¿Hasta cuándo? ¿Hasta dónde? ¿Cómo una sociedad puede permitir este permanente latrocinio sin manifestar su más absoluta repulsa? ¿Cómo se puede condenar a las personas con menor protección a la exclusión social por el “terrible delito” de haber perdido el trabajo o arrebatarles lo único que tienen por ayudar a un hijo en la adquisición de su única vivenda?

Mientras María – madre coraje -nos da una lección de dignidad, ¿Qué hacemos los demás? ¿Qué vas a hacer tú? Te pedimos que dediques unos segundos a enviar esta carta a BBVA.

Asunto: María no está sola, sépanlo.

Mensaje:

Estimados señores, he tenido conocimiento de la dramática situación a la que unas leyes manifiesta y consensuadamente injustas y la avaricia aparentemente ilimitada de BBVA han llevado a María Benítez pensionista de Guadalajara de 74 años y a su hijo Pedro, discapacitado a consecuencia de las enfermedades sufridas tras quedar en paro. Su entidad, tras ejecutar la hipoteca y quedarse con la única vivienda de Pedro se encuentra ahora en proceso de hacer lo propio con la también única vivienda de María, pese a que esta estaba totalmente pagada, por figurar María como coprestataria de la hipoteca de Pedro que, como de costumbre, no quedo saldada con la subasta de su vivienda, por lo que ustedes siguen reclamando una deuda creciente en abusivos intereses de mora y exorbitadas costas jurídicas. Ello supone que por una hipoteca impagada ustedes se van a quedar con 2 casas más todo el dinero que ambos pusieron en la compra de la 1ª y aún quedará una enorme deuda pendiente que, aunque ustedes anuncian no reclamar (por ahora), puesto que en realidad la ley les impide cobrarla de las escasas pensiones de ambos afectados, someterá a María y Pedro a una suerte de marginación económica en forma de ficheros de morosos que les impedirán realizar cualquier contrato (alquiler, teléfono…), o compra a plazos (una silla de ruedas) y por ende tener una vida normal. Igualmente les hago saber que las mezquinas propuestas que Ustedes. han trasladado hasta la fecha a María no son una solución pues sólo suponen una dilación en la adjudicación de la vivienda de María a BBVA, mantienen la impagable deuda y, lo más grave, no garantizan la protección habitacional de Pedro que, dado su estado de salud, la necesita imperiosamente.

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