Por Redaccion
En abril de 2021, el gobierno de Chile anunció su Estrategia Nacional de Litio, que incluía el Salar de Tara como un potencial sitio minero.
Esto ha llamado la atención de muchas empresas dentro de la industria. El salar se encuentra en la Reserva Nacional Los Flamencos y está catalogado como sitio Ramsar, un humedal de relevancia internacional.
El anuncio del presidente Gabriel Boric de una política nacional para hacer de Chile un líder mundial en la producción de litio, material considerado estratégico para la producción de tecnologías “verdes”, ha llevado a los medios a informar sobre los intereses de las empresas mineras. En 2022, la estadounidense Sorcia Minerals comenzó a realizar estudios geológicos preliminares en el Salar de Tara con el objetivo de producir litio en los próximos años.
La compañía ha declarado que actualmente no están realizando ningún proyecto de exploración, sino únicamente “levantamientos geológicos superficiales, sin sondajes, perforaciones ni explotación del salar” y que, en consecuencia, aún no se han realizado estudios de impacto ambiental correspondientes.
Preservar el Salar de Tara
La comunidad indígena Lickanantay de Toconao se mostró indignada y desconcertada por la noticia. Han vivido tradicionalmente en la zona y se sintieron ignorados en el proceso de toma de decisiones. “Nosotros nos enteramos con la prensa de esto y la reacción obviamente es de molestia, porque no hemos sido consultados”, dijo Rudecindo Espíndola, comunero del pueblo lickanantay de Toconao.
A pesar de la promesa de la compañía de discutir cualquier proyecto con las comunidades afectadas, éstas todavía están preocupadas de que sus esfuerzos de conservación ambiental se vean interrumpidos.
Desde junio de 2018, el Salar de Tara está cerrado a los visitantes para salvaguardar su rica biodiversidad. Esta medida ha tenido éxito, como lo demuestra el aumento de las poblaciones de varias aves, incluidos los flamencos. Además, se utilizaron cámaras trampa para verificar con éxito la presencia de pumas y gatos del desierto.
La recuperación de un ecosistema
El Salar de Tara es el lugar con mayor biodiversidad en lo que a fauna se refiere. Tiene la mayor cantidad de especies de cualquier humedal en la región de Antofagasta, la friolera de 28 especies, en su mayoría aves. Entre las especies se destacan tres tipos diferentes de flamencos altoandinos: el flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis), el flamenco andino o Parina grande (Phoenicoparrus andinus) y el flamenco de James o Parina chica (Phoenicoparrus jamesi). Todas las especies mencionadas están incluidas en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN según los estándares internacionales de conservación.
Salar de Tara es un hábitat clave para varias especies de patos, incluido el pato juarjual (Lophonetta specularioides), el pato jergón grande (Anas georgica), el pato jergón pequeño (Anas flavirostris) y el pato puna (Anas Puna). La gaviota andina (Larus serranus) se distingue bastante por su cara negra y su cuerpo blanco. El playero de Baird (Calidris bairdii) representa una de las aves migratorias de mayor distancia en el mundo, viajando desde el Ártico hasta Tierra del Fuego y deteniéndose en lagunas altoandinas en el medio.
La amplia gama de especies de aves presentes en el Salar de Tara ha hecho que sea declarado humedal internacional y sitio Ramsar por la Convención sobre los Humedales, un tratado ambiental creado por la UNESCO. Sin embargo, “el turismo no regulado puso en peligro los ecosistemas presentes en el área”, según Conaf, Corporación Nacional Forestal de Chile, responsable de supervisar las áreas terrestres protegidas y cogestionar el sitio con la comunidad toconao de Lickanantay.
Como resultado, Conaf y la comunidad local decidieron cerrar el Salar de Tara al turismo en junio de 2018 para que se pudiera restaurar la vida silvestre allí. Después de 4 años, los resultados de la iniciativa son evidentes; ciertas especies han recuperado sus hábitats debido a la menor presencia turística. Anita Huichaman, directora regional de Conaf Antofagasta, afirmó que se trata de una mejora significativa en términos del ecosistema. “Un ejemplo de ello es la detección de nidificación de guayatas”, dice, un ave también conocida como cauquén (Chloephaga melanoptera) y clasificada en la Lista Roja de UICN. También se ha contabilizado “un leve aumento de flamencos nidificantes de las tres especies en el borde sureste del Salar de Tara”, agrega. El especialista estima que en la zona residen actualmente unos 5.000 ejemplares.
La directora regional de Conaf asegura que también se ha detectado “un aumento en presencia de grupos familiares de vicuñas” y “se ha podido evidenciar la presencia de carnívoros, como el gato del desierto (Leopardus garleppi) y el puma (Puma concolor)”. Y continúa, “la zona es un área importante para la distribución del suri o ñandu (Rhe pennata tarapacensis)”.
El patrimonio arqueológico del Salar de Tara
El Salar de Tara se distingue por su rico patrimonio arqueológico, que ha sido preservado gracias al esfuerzo colaborativo de los lugareños de Toconao y el Instituto de Investigaciones Arqueológicas de San Pedro de Atacama. “Ya hemos datado sitios arcaicos tempranos, sitios de ocupación histórica”, dice Rudecindo Espíndola. “Para nosotros no es un lugar cualquiera, es un lugar milenario donde nuestros ancestros vivieron en torno al agua. Es un lugar de historia, donde se conjuga la cultura y el patrimonio del pueblo Lickanantay”.
Dadas sus características, Tara “es quizá es el salar más sublime que existe en todo Chile”, expresa Cristina Dorador, una de las científicas más destacadas en el estudio de los salares.
Huichaman destaca la amenaza de la intrusión y perturbación humana a este ecosistema, que puede interrumpir las actividades vitales de los animales como el descanso, la alimentación o la reproducción. “La extracción de agua también es una actividad peligrosa”, dice la especialista, sobre todo “considerando lo vital que es este componente en estos ambientes” y a que el cambio climático “puede recrudecer las condiciones”. Y, además, “la instalación de proyectos extractivos es sumamente amenazante, así como la presencia de especies domésticas, particularmente perros”.
¿Una nueva tecnología para extraer litio?
“En Sorcia Minerals tenemos y promovemos Tecnología de Extracción Directa con reinyección de salmuera, lo que significa que, de llegar a producir litio en el Salar de Tara o en cualquier otro salar, lo haremos de manera ambientalmente responsable”, comentó, Rodrigo Dupouy, presidente para Latinoamérica de Sorcia Minerals.
La única fuente de extracción de litio en Chile es el salar de Atacama. Esto requiere un proceso a gran escala de evaporación de varios litros de agua para obtener el litio. La salmuera del salar se extrae y almacena en balsas de evaporación por un período de 11 a 14 meses. Esta salmuera es rica en contenido de litio. Así, “por cada tonelada de mineral, se eliminan —vía evaporación— cerca de dos millones de litros de agua”, explicó Ingrid Garcés, investigadora de la Universidad de Antofagasta y doctora en ciencias geológicas. Los camiones transportan el material a las plantas procesadoras en Antofagasta, donde recibe el refinado final para producir cloruro de potasio, sulfato de potasio y ácido bórico.
Sorcia ha propuesto un enfoque diferente que les permitiría extraer litio de la salmuera sin necesidad de ningún tipo de evaporación. “Es la única manera de producir litio sin perjudicar el medioambiente”, aclara Dupouy. A pesar de que varias fuentes científicas afirman lo contrario, no hay evidencia concreta que demuestre que este método no tiene un impacto negativo en los ecosistemas. “Todas esas técnicas están siendo todavía sometidas a estudios a escala piloto, pero todavía no se trabajan en terreno”, asegura Garcés. “Está la tecnología, pero eso no significa que pueda ser aplicada directamente porque, además, depende del tipo de salmuera que se tenga”, continúa la experta. Dorador afirma: “Son tecnologías que no han sido aplicadas a la escala que está pensando la industria y tampoco se han estudiado in situ los efectos que ocasionarían en el ecosistema”.
Se buscará el consenso de las comunidades locales para iniciar actividades en el Salar de Tara
Sorcia ha declarado que no solo cumplirán con los requisitos ambientales legales, sino que también obtendrán el consentimiento de las comunidades locales para cualquier actividad de exploración y explotación de salinas. “No solo queremos los permisos y la luz verde desde lo legal, sino también desde lo medioambiental y social. No vamos a producir litio en Tara sin haber conversado y trabajado en conjunto con todos los actores correspondientes”.
Dupouy verificó que ya se iniciaron las conversaciones con los líderes indígenas aunque aún no se ha hecho contacto con la comunidad de Toconao. “Ya iniciamos el contacto con el Consejo de Pueblos Atacameños, que reúne a 18 comunidades del sector, incluyendo a la Lickanantay. Dentro de las próximas semanas, coordinaremos una reunión en el territorio para presentar nuestra Tecnología de Extracción Directa y los beneficios que esta conlleva para el medio ambiente y las comunidades”. El presidente del Consejo de Pueblos Atacameños (CPA), Vladimir Reyes, descartó enérgicamente cualquier diálogo o reunión con Sorcia Minerals sobre el tema.
“Estamos viviendo un momento histórico que comienza a escribir el futuro del pueblo atacameño”, comentó Reyes en una conferencia de prensa, después de que el presidente Boric anunciara la Estrategia Nacional del Litio. “Nuevamente somos objeto de diálogo, pero de carácter secundario. Los que ya vienen dialogando están tomando decisiones empresariales sobre nuestras tierras sin atender a quienes las habitan”.
Dudas sobre la protección de los salares
La Estrategia Nacional del Litio prevé establecer un sistema de salinas con salvaguardas especiales. El presidente Gabriel Boric anunció que la iniciativa está en línea con el compromiso de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica de proteger el 30% de los ecosistemas terrestres.
La ministra de ciencias, Aisén Etcheverry, que “la estrategia plantea la protección de todas las lagunas salinas que, en total, son 18, y también la conservación de al menos el 30 % de los salares”. Enfatizó que es fundamental evaluar cada uno de estos sitios para lograr este objetivo, “balancear y entender si es que lo estratégico es protegerlos o si tienen un potencial de explotación de litio que pueda ser relevante”.
Los conservacionistas y científicos se regocijaron por la finalización de la red de salinas protegidas, enfatizando su necesidad urgente. “Es urgente que esta estrategia eche a andar el tema de la protección de los solares, incorporando por supuesto su estudio intensivo. Eso tiene que hacerse lo antes posible”, comentó Dorador.
A pesar de la protección legal, existe incertidumbre entre los expertos, los conservacionistas y las comunidades locales con respecto al destino de estos ecosistemas y qué tan bien se salvaguardarán si la industria apunta a las salinas protegidas. Según Dorador, el Salar de Tara “ni siquiera debiera ser explorado”, dado que “la exploración implica movimiento de tierra, implica camionetas, camiones, instalaciones que, aunque sean estacionarias, causan problemas. Se puede perder una nidificación”, alerta la científica.
No tenemos nada contra el progreso o el desarrollo”, aclaró el Presidente del CPA, Vladimir Reyes, “pero cuando progresa la muerte de nuestros salares, llega el momento que la lickann (nuestro pueblo) se levanta”.
Publicado en: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/energias/litio-salar-de-tara-ramsar/