Siempre a tope con el comic


Por Chefo

     En mis 52 años de infancia nunca he dejado de leer tebeos. Me gusta el cómic porque es una forma de contar historias que está entre la literatura y el cine y que pone a prueba el mecanismo de la imaginación, latente en el caso del cine y a todo gas en el  de la literatura.

    Esta exposición es el resultado de muchos años de visitas de Juan Royo a cuanto evento relacionado con el cómic existe y sus consecuentes paseos por los pasillos abarrotados de stands en busca de cuantos autores se pusieran en su camino.

     Concretamente me dice:

El primero creo que fue el de Barcelona en 1992 He estado también en Granada, Madrid y por supuesto Zaragoza, Huesca, Caspe, Jaca…

    Siempre acompañado por su insaciable carpeta hambrienta de trazos Juan Royo es un auténtico freak de los tebeos y esta muestra recoge su colección de originales. Él mismo me explica:

 Es mi colección personal. Soy muy fetichista y para mi es muy importante conocer al autor o a su familia y conocer la época en que el original fue creado, dónde fue publicado, cual era la situación social de la época, las motivaciones del autor, etc.

       Y no exagero, porque nada menos que 84 autores, en mayor o menor medida reconocidos y admirados, completan la muestra que hasta el día 3 de febrero se puede disfrutar en la sala de exposiciones del palacio de los Morlanes.

    La variedad tanto de autores como de estilos multiplica la dificultad a la hora de decidir cómo organizar una exposición como ésta y la decisión de hacerlo por temática barniza la muestra con un tinte cercano a la sociología.

    De esta forma, a la faceta puramente lúdica del arte del cómic, o a la que despierta la admiración por el trazo del artista, se suma otra relacionada con los diferentes aspectos inherentes a las relaciones humanas, lo que le da un valor añadido que se hace indispensable tener en cuenta cuando se visita esta exposición.

 

Así, con el paso del tiempo, a los temas clásicos que se tratan en el cómic, como elterror, las aventuras o los superhéroes, se han sumado otros, como la discapacidad, el rock and roll o la economía, que acercan esta exposición tanto a los amantes de esta disciplina como a aquellas personas que no han sido especialmente atraídas por esta forma de arte.

   Los diferentes autores y autoras que forman parte de esta colección de originales tienen algo en común: que son españoles, aunque buena parte de ellos han publicado en diferentes países y algunos han formado y forman parte de la plantilla de dibujantes de editoriales tan internacionales como marvel o DC.

   Algunos de ellos pertenecen a épocas lejanas en las que los tebeos constituían una forma de ocio dirigida fundamentalmente al público infantil como Blasco, Sanchís y su inolvidable Pumby o Escobar con sus Zipi y Zape. Pero también Benejam, cuya familia Ulises ha sido añadida astutamente a la sección de economía.

    Como clásicos también se pueden clasificar otros autores, cuya obra va un poco más allá del remedio a la hiperactividad de los púberes, y que dedicaron su obra a temas antes mencionados. Cabe mencionar a Gago y su Aguilucho, García Iranzo y su cachorro o Bernal Romero y su universo de Truenos, Jabatos y Corsarios que hicieron las delicias de los lectores de aquellos tebeos de Bruguera.

   Sus años tienen ya otros autores y autoras (sobre todo autoras) que llenaron las páginas de los tebeos de historias dirigidas al público adolescente, que no contaba en ese momento con todas las alternativas que existen actualmente, y que poco a poco han ido ganando terreno a los tebeos en el ámbito del entretenimiento. Buena muestra de ello son Purita Campos y su incombustible Esther o Ángeles Felices y sus historias de desamor y acné publicadas originariamente en los Países Bajos. 

   Otra generación, representada por Beá, Lopez espí o Fuster, llenó el espacio entre esa concepción del tebeo y la diversidad actual. Estoy hablando de los años en los que los kioskos y papelerías estaban continuamente plagados de tebeos repletos de historias imposibles de publicar en tiempos de menos (ejem) libertades.

    Esto son sólo algunos ejemplos relacionados con el aspecto organizativo de la exposición, que atiende también a otros ámbitos, como el que ilustra el proceso creativo. Es el caso de los originales de Gallardo y Mediavilla emplazados en la sección Rock and roll.

    La muestra es pues un recorrido por la historia de los tebeos en España desde los tiempos del Jabato hasta las producciones más actuales y David Guirao se encarga de enmarcarla con versiones propias de algunos de los personajes que la protagonizan, expresadas en espectaculares dibujos.

    La exposición se completa con un par de vitrinas repletas de tebeos. Tengo curiosidad y de nuevo requiero la atención de Juan que me explica que hacen allí esos tebeos:

     Todos los tebeos en las vitrinas contienen las páginas y las portadas que lucen las paredes. La cultura popular, lo que disfruta todo el mundo son los tebeos. Y el arte original, lo que se expone en el museo, reivindica su presencia como ARTE con mayúsculas y cuya contemplación se disfruta más allá del guion que engloba la obra completa.

   No queda otra que recomendar la visita no sólo a aquellas pesonas amantes de los tebeos, que busquen admirar la agilidad con la plumilla o la aplicación de los colores de los diferentes autores, sino también a los que disfrutan entendiendo como una forma de arte representa los diferentes matices e interpretaciones de las relaciones humanas a través del cómic.

    El propio Juan Royo te dará la bienvenida en forma de marioneta, obra del polifacético y también amigo Carlos Melgares.

    Es un honor que un artista como Melgares cree una marioneta con Juan Royo como personaje. Me hizo mucha ilusión en su momento y es pieza clave a la hora de entender el concepto de la expo. De hecho muchos amigos míos que acuden a ver la expo se fotografían con la marioneta y me la envían por whatsapp.

   Me comenta Juan.

    Siempre a tope

Artículos relacionados :