Banksy, claves de visualización


Por Anita Puyol     

            El pasado 30 de junio de 2018, participamos junto a Pablo J. Rico -organizador del Ciclo ‘Cinema Paradiso’-, en el programa titulado ‘Una mirada extraviada’, que aborda la vida y la obra de una selección de artistas jóvenes desde la óptica del cine.

    Participamos en un interesante debate, abierto a la intervención del público, y ofrecimos una ponencia en torno a la idiosincrasia creativa de uno de los artistas más controvertidos y aclamados de la historia de las artes en la contemporaneidad, Banksy.

Sometimes I feel so sick at the state of the world, I can’t even finish my second apple pie.[i]       

         En una tentativa de cerner la identidad de Banksy puede concluirse que trasciende la figura del artista de street art -ha elevado su complejidad-, del empresario -su capacidad para disparar el sistema de mercado ha sido a base de agredirlo-, y del activista político -su discurso es más creativo y menos técnico-; hat trick. De hecho, como destacó Alex Pistoja -cofundador de 14K Magazine[ii]– en el curso de una entrevista[iii], uno de sus éxitos más ingeniosos ha sido dejar la especulación en nuestras manos. El anonimato de Banksy, el misterio que rodea a sus cuidadas intervenciones y su inaccesibilidad, lo inmaculado de unas acciones jamás interceptadas por la policía, han perfilado el mito, despertado la admiración y catapultado al éxito artístico y financiero. Sus realizaciones rebosan inteligencia social, emocional, poder de impacto, filtrando lecturas selectivas dentro de una historia de las artes en sentido mucho más amplio del que suele contemplarse, y desvelando una fina comprensión de los fenómenos que organizan la contemporaneidad.

            Con Banksy, individuo, colectivo, o empresa, comenzaron a agolparse ante el escaparate de la ‘tienda de regalos’ multitudes de espectadores no especializados, afines al street art, también el público tradicional del mundo del arte, inversores y coleccionistas, y otros atraídos por una manifestación y un personaje que ha roto moldes y, sin embargo, rescata la idiosincrasia más característica del artista urbano: su identidad necesariamente oculta. Su capacidad para concitar diversidades es una excepción tan asombrosa como deseable.

            Atribuir una identidad a este artífice no pasa de ser una mera conjetura, quizá sin tanta importancia, aunque es interesante resaltar algunos datos para situar su personalidad creativa. Su pertenencia a la escena underground de Bristol lo vincula a un contexto musical y artístico de gran actividad, con celebración de eventos míticos como el Glastonbury Festival, para el cual obsequió con dos entradas a una pareja propietaria de una vivienda móvil en un trailer, que el artista eligió como enorme lienzo para su mural Fragile Silence (1998), gracias al cual se disparó el valor de la caravana cuando fue puesta en venta una década después. Prolongando su red de relaciones con el ámbito escénico, el narrador en su opera prima cinematográfica, Exit Through the Gift Shop (2010), es el actor Rhys Ifans (Notting Hill, Not Only But Always), quien colaboró en 2005 en un vídeo de la banda de Manchester ‘Oasis’, uno de cuyos miembros, Noel Gallagher, es filmado en la citada película. La banda sonora de la misma, que repite el lema ‘Tonight the streets are ours’, corre a cargo de Richard Hawley, artista de Sheffield que integró la banda ‘Pulp’ antes de emprender carrera en solitario. Prolongando sus conexiones con el sector musical, una de sus últimas obras, materializada en junio de 2018, tuvo como marco una de las salidas de emergencia del parisino club ‘Bataclan’, donde la noche del 13 de noviembre se produjo un atentado terrorista, durante un concierto de los californianos ‘Eagles of Death Metal’, a cuyas víctimas el artista rindió un homenaje lírico[iv]. A la luz de esta red de relaciones con el ámbito musical, resulta lógico que Robert del Naja, miembro de ‘Massive Attack’ y artista de street art bajo el pseudónimo ‘3D’, sea propuesto mayoritariamente como el autor que responde a la identidad de Banksy.

            Más interesantes resultan sus puntos en común con una de las bandas pioneras del anarcopunk en el Reino Unido, ‘Crass’, formada por el filósofo y artista Penny Rimbaud y por Steve Ignorant. Este último estaba trabajando en Bristol cuando, tras asistir a un concierto de ‘The Clash’, tuvo la idea de formar ‘Crass’, cuyo artwork fue realizado por Gee Vaucher[v]. Esta artista gráfica es reconocida por sus obras de contenido político, pacifista, collages de protesta, con reivindicaciones relacionadas con la ecología o el feminismo, y es la autora responsable de la obra Oh America, que fue portada del Daily Mirror anunciando la victoria de Donald Trump en las pasadas elecciones[vi]. Banksy y Vaucher no sólo presentan clamorosas similitudes en sus trabajos, fruto de la influencia de la primera, también coincidieron en diciembre de 2004 con motivo de una muestra alternativa de arte en la zona londinense de Charing Cross, titulada ‘Santa’s Ghetto’[vii], cuyo lema era It’s back the anarchic art concept store that rallies against the commercialisation of Christmas by selling lots of stuff. En este evento, el controvertido artista desafió la legalidad poniendo en circulación billetes falsos, emitidos por el ‘Banksy of England’, donde la imagen de la Reina de Inglaterra fue sustituida por la de la fallecida Diana de Gales, con lo que pretendió perpetrar un colapso del sistema económico y, por ende, fue una manera de generar dinero verdadero -fueron subastados por sus poseedores- a partir de unos pliegos de dinero falso. Las críticas a la videovigilancia que determina nuevos paisajes donde los árboles se sustituyen por cámaras, a la religión, a la doble moral, al consumismo, lemas como Punks not dead, la tergiversación de iconos y de obras maestras de la historia de las artes, vinculan a Banksy con la iconografía anarquista y con el punk que, junto con el street art, han sido los mayores movimientos contraculturales del siglo XX[viii].

      La rata es un motivo recurrente en Banksy que lo relaciona con el punk, que tradicionalmente ha visto en este animal salvaje, nocturno, temido, un símbolo de libertad, inteligencia y supervivencia, pero también tiende un puente con un artífice al que reconoce como influencia, Blek le Rat. Este artista parisino fue pionero en la práctica del stencil, que practicó desde 1981 en París, incorporando figuras a tamaño real para recrear temas políticos desde una perspectiva sarcástica. Desde 2000, a raíz de una persecución policial, Banksy también comenzó a intervenir en el entorno urbano mediante plantillas, que permiten actuar con mayor velocidad y son susceptibles de multiplicación Su método, muchas veces está más próximo al diseño gráfico por ordenador, stencils generados mediante el plóter, que después son cortados a mano y fijados en distintos soportes del espacio público[ix].

    La capacidad de provocación inagotable de Banksy se remonta a una de sus primeras acciones, acontecida en 2004, cuando burló el sistema, esta vez de seguridad, de Tate Britain y logró fijar a los muros de sus salas varias de sus obras. Cinco años más tarde, la exposición que le fue consagrada en su Bristol natal fue una de las más visitadas de la historia en Reino Unido. No en vano, Banksy es el artista más apreciado por los británicos, probablemente por integrar en sus obras y acciones una buena dosis de humor inteligente y empatizar con muchos de los asuntos candentes. Esta querencia llevó, incluso, a frenar el borrado de una de sus obras, Well Hung Lover (Naked Man), donde el amante colgado de la ventana queda oculto a la presencia del marido, que ha creído sorprender a su mujer, sito en el muro de una clínica de salud sexual, restaurándola tras ser agredida con pintura por aclamación popular.

     En 2011 colaboró con una litografía para subvencionar las acciones, y dar soporte a los detenidos por los motines y manifestaciones acaecidos en Bristol en protesta ante la apertura de un Tesco Supermarket Express. Su obra era vendida por los grupos anarquistas de su ciudad. Su posicionamiento político y su espíritu crítico han sido manifiestos en multitud de ocasiones, en el año 2005 se desplazó a Cisjordania donde como ya hicieran, más de veinte años antes, Thierry Noir, Kiddy Citny y Christian Boucher en Berlín, convirtió un muro de separación y dolor en una exposición de piezas artísticas. Su idea fue rescatar la naturaleza lúdica de la infancia como arma frente a la guerra; en trompe l’oeil recreó una zona de juegos en la que niños con cubos y palas convertían los detritos de la devastación en la arena de su frágil paraíso[x]. Mucho más agresivo y directo fue Banksy en una intervención en el Disneyland de Anaheim, en 2006, donde logró pasar de nuevo el sistema de seguridad e introdujo un muñeco que prefiguraba un preso de Guantánamo, que colocó al lado de una atracción, en uno de los puntos de máxima afluencia de espectadores. Esa estancia en Los Ángeles estuvo motivada por la celebración de la exposición ‘Barely Legal’, que marcó un importante punto de inflexión, no sólo por la colaboración en el vernissage de un elefante-actor, decorado con pintura inocua como si estuviera envuelto con papel de regalo, que causó multitud de protestas, sino por la congregación en el evento de un gran número de celebrities. Actores de cine, músicos y galeristas de renombre se dejaron ver en un espacio alternativo y cool, en torno a una tendencia como el street art que, para Banksy, es una especie de mecanismo de venganza, de desafío de los poderes fácticos usando el intelecto, el verdadero daño. Con este gesto, el street art entraba de lleno en los circuitos del mercado del arte, sus precios se disparaban y el movimiento se ponía de moda entre los sectores más fuertes económicamente, que comenzaron a coleccionar estas manifestaciones que, sin embargo, seguían teniendo en las calles su campo de batalla más genuino.

     En su actitud ideológicamente comprometida, el artista británico se ha pronunciado ante el drama que está sufriendo Siria ofreciendo varias interpretaciones, ambas igualmente ocurrentes. Una de ellas muestra a un célebre hijo de emigrantes sirios: el fundador de Apple y Píxar, Steve Jobs, con un hato y un computador en ademán de huir. Otra de sus potentes imágenes es una reinterpretación de la obra maestra de Géricault, La balsa de La Medusa (1819), una tragedia con tintes políticos, donde el artista sustituyó la tripulación por refugiados. Banksy hace gala en sus planteamientos plásticos de una vasta cultura artística, en muchas ocasiones toma como base hitos de la historia de las artes para dotar de mayor fuerza a sus trabajos, a la par que revitaliza el discurso cerrado latente en las obras, que refuncionaliza ofreciendo lecturas alternativas y globales, conectadas íntimamente con el contexto presente. Este recurso permite, a su vez, romper límites dentro del street art, situándolo fuera de sus circuitos e iconografías más característicos, para amplificar su repertorio, escenarios y profundidad conceptual.

     Una técnica muy cultivada por el artista en su afán por provocar y por fomentar la reflexión, se basa en la intervención sobre obras existentes, produciendo la tergiversación de su sentido. Duchamp practicó ampliamente esta dinámica, patente en su ready-made rectifié, Pharmacie (1914), donde ha alterado una reproducción de un paisaje por la adición de dos manchas de color. Por su parte, Asger Jorn, perteneciente al grupo CoBrA, compraba reproducciones y cuadros baratos en los marchés aux puces, y los «corregía», como fue el caso de L’Avantgarde se rend pas (1962), variando totalmente su significado en un sentido comprometido, vinculado al Letrismo y a la Internacional Situacionista. Banky pudo tener un precedente obvio en las acciones de la versión inglesa de la I.S, el movimiento King Mob, protagonista de acciones políticas y de una serie de graffiti urbano de protesta (‘All you need is Dynamite’). Bajo ese poder crítico y de metamorfosis, Banksy atacó al destino por excelencia de la infancia, Disneyland, cuyos cuentos son en sí tergiversaciones de las fuentes literarias reales, que deformó en una caricatura grotesca a la que llamó ‘Dismaland’, en Somerset, anti-parque temático, inadecuado para la infancia, cuya existencia efímera apenas duró desde el 21 de agosto hasta el 27 de septiembre de 2015, aunque supuso una fuente de beneficios para la zona. En sus instalaciones actuaron bandas como los míticos artistas neoyorkinos  de Hip Hop, ‘De La Soul’, o las rusas, miembros del movimiento ‘Riot Grrrl’, ‘Pussy Riot’. 

     La Walker Art Gallery de Liverpool no dudó en conservar Cardinal Sin, un regalo que Banksy les dejó en 2011, en una sala dedicada a obras de arte europeo del siglo XVII. El artista, colocó una réplica de un busto del siglo XVIII donde el rostro del cardenal ha desaparecido bajo un conjunto de teselas procedentes del baño, reorganizadas de manera que se asemeja a la faz pixelada de un criminal, cuya identidad permanece oculta. La pieza, una alusión directa a los sonados abusos sexuales contra menores cometidos por representantes de la Iglesia Católica, fue desvelada en el periodo navideño, cuando los valores de benevolencia y la alegría de la fiesta tiende a soslayar the true meaning of Christianity – the lies, the corruption, the abuse[xi]

     Los giros lúdicos en los contenidos de las obras de este singular creador inglés, salpican también la integración que opera del lenguaje como complemento de la imagen, adoptando interesantes juegos de palabras como ‘brandalism’, ‘turf war’ y lemas hilarantes y sarcásticos, como la leyenda ‘Follow your Dreams’ a la que se sobrepone la palabra cancelled. Ese contenido intelectual y cuestionador que enriquece las propuestas de Banksy, queda aniquilado en la puerilidad vacua que es la carta de presentación en Exit Through the Gift Shop[xii], de Mister Brainwash. Thierry Guetta, MBW, responde a una parodia del artista de street art que, sin embargo, representa los hilos que mueven muchos de los resortes del mercado del arte, en su preeminencia visual, su apariencia fácil, los iconos reconocibles, la copia y repetición, o la superficialidad de su mensaje. Todos estos principios sirvieron ya a muchos artistas del Pop Art, y el autor de Batpapi volvió a sacarles lustre. Según los hechos, la identidad artística de Guetta fue generada en paralelo a la película dirigida por Banksy, bajo la necesidad del street art de ser documentado, y aprovechando la pulsión escópica de Guetta[xiii], un mercader que vendía ropa de marca con taras a precios muy elevados, afirmando que eran diseños originales, lo mismo que hará después con sus productos artísticos.

    El ingenio de Banksy está fuera de cuestión, y lo sitúa en una posición que pocos artistas han ostentado. El artífice, multidisciplinar, se mueve con absoluta maestría en distintos soportes, registros, acomete con la misma solvencia proyectos empresariales que ocurrentes trastadas y, sobre todo, critica desde la inteligencia, desde una clarividente comprensión de los hechos y del mundo que lo rodea y al que él rodea igualmente con su discurso artístico desde una voluntad constructiva.

 

[i] (A veces me pone tan enfermo la situación en el mundo, que no puedo acabar mi segunda tarta de manzana.) (Banksy, 2006, 155).

[ii] 14K es un magazín dedicado a la cultura del Hip Hop fundado hace dos décadas en Zurich. Cuenta con una página web <https://www.14k.ch/>, que aloja la totalidad de ejemplares editados.

[iii] Entrevista con Alex Pistoja, 13 de junio de 2018.

[iv] Ver la cuenta del artista en Instagram: <https://www.instagram.com/banksy/?hl=es>, consultada el 7 de junio de 2018. Banksy anuncia por este medio puntualmente sus nuevas obras, a la vez que ofrece el reconocimiento de su autoría.

[v] (Capper, Andy, 2011), (Taverna, Miquel, 2018).

[vi] (Gavin Allen, 2016).

[vii] Además de Vaucher y Banksy, la exposición reunió a artistas como 3D (Robert Del Naja), Insect, Sickboy, DFace, o Chris Cunningham. <https://www.artofthestate.co.uk/banksy/Banksy_Santas_Ghetto_2004.htm>, consultada el 26 de julio de 2018.

[viii] (Marcus, Greil, 2003).

[ix] Información extraída de una entrevista con el artista de street art y fotógrafo bilbaíno Víctor Landeta, aka AUM, el 19 de junio de 2018.

[x] En 2017 creó en Belén un hotel real, ‘Walled Off Hotel’, con una galería de arte y sus habitaciones decoradas por él mismo, por el artista palestino Sami Musa y por la canadiense Dominique Petrin. <http://walledoffhotel.com/>, consultada el 1 de junio de 2018.

[xi] (…el verdadero sentido de la Cristiandad, las mentiras, la corrupción, el abuso). (Paterson, Colin, 2011).

[xii] Este film, estrenado en el festival de cine de Sundance, en Utah, el 24 de enero de 2010, obtuvo una nominación al Oscar en la categoría de film documental. Errático en su estructura, fue rodado con la intención original de realizar un documental de arte urbano, recogiendo las intervenciones de muchos de sus mejores representantes en acciones reales, como Shepard Farey, Space Invader, Ron English, Swoon, Seizer, Cyclops, etc., tanto en París como en Los Ángeles.

[xiii] Thierry Guetta es presentado envuelto en una historia dramática que sirve de justificación a su ansia de grabarlo todo, generando cintas muchas veces sin clasificar y que, por supuesto, seguramente no vería nunca. En la película declara: Cuando voy con los artistas simplemente vivo sus vidas. Soy un fantasma cuando estoy con ellos. A lo largo del film se retrata su evolución desde el espíritu humilde y colaborador, hasta la megalomanía que lo lleva a compararse con Damien Hirst -que colaboró con Banksy en ‘Dismaland’, y que es otra de las identidades atribuidas al artista, también de Bristol-. MBW justificó su transformación como Fall into the spiral making the art (Caída en la espiral haciendo arte); esta espiral consistió en buscar imágenes en catálogos de arte y mandar realizar combinaciones con ellas a otros, mediante artificios como el Photoshop.

BIBLIOGRAFÍA:

14K, <https://www.14k.ch/>

-Banksy (2006), Wall and Piece, London, Century, 155.

-Capper, Andy (2011), «Finalmente Gee Vaucher habla con nosotros», Vice, 4 de enero, <https://www.vice.com/es/article/kw953y/numero-de-arte-bonus-track-gee-vaucher>, consultada el 1 de mayo de 2018.

-Gavin, Allen (2016), «Gee Vaucher’s artwork ‘Oh America’ and the story behind the Daily Mirror’s historic US election front page», Daily Mirror, 10 November, <https://www.mirror.co.uk/news/uk-news/gee-vauchers-artwork-oh-america-9231864>, consultada el 8 de agosto de 2018.

-Marcus, Greil (2003), Lipstick Traces. A Secret History of the Twentieth Century, Cambridge, Massachussetts, Harvard University Press.

-Paterson, Colin (2011), «Banksy unveils Church abuse work», BBC News, 15 December, <https://www.bbc.co.uk/news/entertainment-arts-16184773>, consultada 15 de mayo 2018.

-Taverna, Miquel (2018), «Gee Vaucher», CCCB, Barcelona, 3 de abril, <http://www.cccb.org/es/participantes/ficha/gee-vaucher/228847>, consultada el 1 de mayo de 2018.

Anita PUYOL LOSCERTALES
 Doctor, PhD in History of Art, U.Z.
  Member of A.I.C.A. International

Ponencia desarrollada en el marco de la proyección del film ‘Exit Throuht the Gift shop’, ciclo ‘Cinema Paradiso’, 12 Lunas, Filmoteca de Zaragoza.

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