La eutanasia en los insectos


Por Jesús Sainz

     Se conoce como eutanasia ​a la intervención voluntaria que acelera la muerte de una persona desahuciada, con su consentimiento y con la intención de evitar sufrimiento y dolor. La palabra viene del griego antiguo euthanasía (muerte dulce).

Jesús Sáinz Maza
Científico y Coordinador de la Sección  

      La sociedad está dividida respecto a su aplicación; Estos son algunos de los argumentos en pro y en contra.

A favor: 

     Las personas tienen derecho a la autodeterminación y, por lo tanto, a elegir su destino;

    Es mejor ayudar a un sujeto a morir que forzarle a que continúe sufriendo;

    Los activistas a favor de la eutanasia suelen indicar que, en países como Bélgica, los Países Bajos, y que en algunos estados de Estados Unidos de América como el de Oregón, donde ésta ha sido legalizada, no ha sido problemática.

En contra:

   La legalización de la eutanasia provocará un efecto dominó que conducirá a consecuencias inaceptables;

    Es difícil de establecer una normativa que observe todos los casos: De hecho, en el estado de Oregón, el dolor no era una de las cinco razones principales por las cuales las personas buscaban la eutanasia. Los principales motivos fueron la pérdida de la dignidad y el temor a ser una carga para los demás.

   En España no existe una norma al respecto, pero el suicidio asistido está penado por el Código Penal, pese a que más de la mitad de los españoles (según el CIS) se muestra partidario de regular la eutanasia e incluso el suicidio asistido.

   Es interesante observar que algunas especies del reino animal la practican, pero no con la finalidad de proporcionar una “muerte dulce” sino en beneficio de la sociedad. Es común en los insectos que forman sociedades el eliminar a los individuos enfermos en beneficio de la colonia. Por ejemplo, las hormigas practican un tipo de eutanasia forzada de los individuos que están infectados por hongos.  Recientemente, un estudio ha demostrado cómo las hormigas saben quiénes están enfermas para su posterior eliminación. Se ha descubierto que las hormigas infectadas atraen químicamente a las hormigas obreras para que las maten.

    Experimentos de laboratorio mostraron cómo hormigas obreras de la especie Lasius neglectus rodean crías infectadas de su propia colonia, las atraviesan sus mandíbulas, retiran la crisálida del capullo, perforan su cutícula y desgarran su cuerpo. Finalmente, aplican ácido fórmico en la pupa eviscerada.

    Según los investigadores, éste no es un acto aleatorio de violencia. Según investigadores de la Universidad de Londres, estas hormigas se dedicaban a la desinfección del hongo Metarhizium brunneum. Este comportamiento de eliminación de individuos se da en insectos sociales como hormigas, abejas y termitas para proteger a las colonias de los individuos infectados. Los insectos actúan como las células inmunes (llamadas leucocitos) que buscan y destruyen agentes infecciosos en el cuerpo de los mamíferos. Es decir, las hormigas actuaban como parte de un cuerpo. Pero, ¿ cómo las hormigas saben a qué individuos eliminar?

    Los investigadores veían que los insectos destruían pupas cuando la infección por hongos todavía estaba en su período de incubación, es decir, antes de que fuera visible o contagiosa. Por tanto, algo diferente al agente infeccioso informaba a los insectos de que las hormigas estaban enfermas. Debido a que se sabía que las hormigas se comunican a través de compuestos químicos llamados hidrocarburos cuticulares (CHC), sospecharon que las pupas infectadas podrían ser reconocidas a través de señales codificadas por estos compuestos químicos.

   Para probar la hipótesis anterior, los investigadores lavaron algunas de las pupas infectadas con un solvente que elimina los CHCs. Después de este lavado, las hormigas obreras llevaron a cabo su rutina de desinfección con una eficiencia un 72% menor que cuando recibieron pupas infectadas a las que no se habían lavado los CHCs. Esta observación les permitió concluir que era mediante dichos compuestos químicos que se detectaban a los individuos infectados, al menos en su mayor parte. Es decir, los individuos infectados envían señales para ser destruidos en una actitud altruista que beneficia a la colonia en su totalidad.

   Esta señal de enfermedad conduce a la muerte del individuo infectado y protege al resto de la colonia, incluidas las reinas productoras de huevos, de una infección mortal. Desde el punto de vista evolutivo, este podría ser un mecanismo molecular que se ha visto seleccionado para garantizar que los genes que la reina de la colonia transmite no desaparezcan.