Por David Wapner
Nuestro coresponsal en Israel, el artista de la voz y la palabra David Wapner, nos envía la IV entrega de su serie de poemas «La crónica cangrejo» donde relata de atrás hacia adelante, una semana que pasó recientemente en España ¡Que los disfrutéis!
David Wapner
Corresponsal del Pollo Urbano en Israel
davidwapner.blogspot.com
La crónica cangrejo (IV)
(Viaje Huesca-Madrid)
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Marcha atrás
la silla de ruedas,
tandem o tren
rueda por corredores
y como en los aeropuertos
el ascensor y la silla,
el que empuja y el que sienta
recuerda a un sueño recurrente
imposible-posible
posible-imposible
situación que se prolonga
en la búsqueda de Rembrandt
la sala de Rembrandt
y las respuestas a las preguntas
¿dónde está Rembrandt?
¿Por dónde se llega a Rembrandt?
Por ahí, Rembrandt.
a la vuelta de Rubens,
Rembrandt.
y está allí
y no la veíamos
y no lo veíamos
al Rembradt
al único Rembrandt
la esposa de Rembrandt
¿es la esposa, de veras,
esa muchacha gordita,
que posa de Judith
y le dan de beber un veneno
que era para Artemisa,
pero que ella va a desviar,
para que muera el rey
o algo así trama
la vieja criada que aparece en el fondo,
desde tinieblas, como un fantasma,
por culpa de los colores
que envejecen cada año
y cargan a Rembrandt de sombra,
“ah, Rembrandt es sombra”
y esa penumbra que era luz
que oscureció la vejez?
Hasta que llegue el restaurador,
retrocedo y me voy a comer.
Rembrandt, “Judith en el banquete de Holofermes”. Foto: Museo del Prado.
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En este comedor
colmado de tortilla
de espaldas a Goya
descendemos a los platos
y nos gusta sentirnos en el fuego
por una vez en la vida
con pan en las manos
y cebolla en la boca
le damos el gusto al euro
antes de que se extinga
dos platos de tortilla
a espaldas de Goya
y tan cerca la salida que
más bien parece un engaño:
nada de eso sale en las fotos
que tomo desde mi puesto
casi por debajo
de la línea de flotación.
porque las ruedas de mi silla
se frenan a espaldas de Goya:
esta es la sala de tortillas
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Qué pasa en esta familia
minutos después del almuerzo:
¿tienen trabado un eructo
que posan juntos de frente
menos una que gira su cabeza
y de este modo se alivia?
El motivo parece ser otro
según la explicación de la guía sonora,
hay uno allí que es el futuro
Fernando VII:
Fernando VII,
¡ Fernando VII!
¡venir a encontrarlo aquí,
al rey de los godos,
azote de América
y de mis láminas color
en cuadernos Rivadavia,
Gloria, Laprida,
Tamborcito de Tacuarí!
Ah, si pudiéramos meternos en el cuadro,
yo y mi silla de ruedas,
aunque Goya se enoje,
pasaría por encima de su godo
de modo que,
o pinta otro nuevo,
o acepta que ya
hay pintura derramada.
Goya, “La familia de Carlos IV. Foto: Museo del Prado
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Miro un cuadro
pero no se lo que veo
ni en el futuro recuerdo
tanto muerden los zapatos
mejor sería prenderles fuego
devolverles lo que ellos me hacen
con un incendio equivalente
pero, ¿cómo andan mis reflejos?
hechos polvo, a la par de mis huesos,
corren riesgo mis pies,
ve, ve y pregunta
por una silla de ruedas:
la Silla de Ruedas del Prado