La gran estafa del mercado eléctrico (II)


Por José Luís Cester

   Como decíamos en el primer artículo, el bien que se transmite en el mercado eléctrico es el MWH (MegaWatioHora).

    Hay varias formas de aprovisionamiento del MWH: comprando directamente a las empresas generadoras…

…(acuerdos de compra bilaterales), acudiendo al mercado diario, al mercado de futuros o a una mezcla de todas.

El mercado supuestamente libre del MWH

   En cualquier caso hay que registrarse en el ministerio de industria como agente del mercado y comunicar al operador del mercado la curva de compra o la de venta, según seas comprador o vendedor.

   El encargado de organizar el mercado diario es una sociedad anónima que se llama OMI-POLO ESPAÑOL SA (OMIE): Operador del Mercado Ibérico Polo Español. Es una empresa que se regula según un convenio entre España y Portugal para la constitución del Mercado Ibérico de la Energía Eléctrica (MIBEL)

   Por otro lado, y dentro de los mismos acuerdos del MIBEL, el encargado de organizar el mercado de la energía a plazo es OMI-POLO PORTUGUÉS SA (OMIP): Operador del Mercado Ibérico Polo Portugués. Regula los mecanismos por los se pueden comprar y vender MWH en el mercado de futuros.

   En ambas empresas el consejo de administración lo forman las mismas personas.

   OMIP es un mercado donde se negocian los precios de compra-venta de energía en el futuro (www.omip.pt). Es un mercado donde actúan los brokers y funciona como cualquier mercado de derivados. Lo que se pretende es estabilizar los precios en el futuro. Aquí se mueven muchos operadores especulativos. Pero es cierto que proporciona una seguridad de precio a los generadores y a los comercializadores que pueden conseguir, con este tipo de intervención, unos topes en sus precios de venta o de compra. No nos detendremos más en este mercado.

   OMIE es una sociedad anónima independiente cuyos socios, tienen limitada la concentración de acciones. Supuestamente vela por la transparencia del mercado y lo supervisa la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia).

    Se cierran las ofertas de venta y las de compra a las doce horas del día anterior al que se negocian los precios horarios y su cantidad de energía. Las empresas generadoras ofertan la previsión de lo que van a generar en cada una de las veinticuatro horas del día siguiente y el precio mínimo al que quieren venderla. El sumatorio de todas las ofertas constituye para todo el territorio las veinticuatro curvas de venta (una por cada hora del día). De la misma manera, los agentes del mercado que demandan energía hacen una oferta de compra con la previsión de lo que van a necesitar en cada hora y el precio máximo al que lo quieren comprar (en este grupo se encuentran las comercializadoras, los consumidores directos y los agentes representantes del mercado). Igualmente el sumatorio de todas las curvas de compra genera en cada hora la curva de necesidades estimadas de todo el territorio.

   El proceso de casación se establece por medio de un algoritmo matemático que relaciona los miles de MWH ofertados con los miles de MWH solicitados. Pero básicamente el proceso para cada hora es como sigue:

  • Primero se toman las ofertas de venta más baratas (antes tenían preferencia de despacho las energías renovables pero actualmente no) y se comparan con las ofertas de compra que supera la expectativa del vendedor. Ese primer escalón cubre una parte de la demanda en la que el vendedor puede llegar a vender por encima de su expectativa y el comprador comprar más barato de lo que había estimado (el algoritmo es el que fija el precio para conseguir que la suma de los beneficios marginales de todos los ofertantes sea máximo).
  • Si con ese primer escalón se ha cubierto la demanda de energía de esa hora, ese es el precio que se aplica para la compraventa en esa hora. Lo normal es que con un solo escalón de oferta no se cubran las necesidades de demanda. Por ello se toma el siguiente escalón de venta más caro y se compara con el siguiente escalón de compra con expectativa más barata. Así se casa otro escalón de energía. Sucesivamente se incorporan más escalones hasta que se cubren las necesidades. El último MWH que entra en la casación es el más caro de cuantos se han comparado en los escalones anteriores. Pues con ese último MWH, el algoritmo trabaja para calcular el máximo beneficio del sumatorio de todos los beneficios de los agentes que han intervenido.

   Si suponemos que el último MWH ofertado corresponde a un salto hidráulico y oferta a 100 €/Mwh, ese precio se aplica también a todos los ofertantes de esa hora aunque hayan ofertado precios diferentes. En muchas ocasiones el ofertante pone un precio de venta cero, porque sabe que el último precio que cubre la demanda será más caro. Este es el sistema de casación marginal (www.omie.es)

   El resultado final es una curva en la que se establece la casación entre la oferta y la demanda. En cada hora se obtiene una cantidad de energía que se compra a un único precio por hora. En el mercado diario todos compran y venden al mismo precio (salvo los que hayan pactado un precio concreto en un acuerdo bilateral, en cuyo caso este precio no les incumbe)

   En los meses pasados con los precios desorbitados, los que han fijado el precio en muchas de las horas, han sido las centrales de generación hidráulica (ver la web de OMIE). Es la tipología cuyo combustible es más barato y además pueden decidir en qué hora desembalsan para generar la energía. Durante esos meses los generadores han tenido grandes beneficios. Cuando hay exceso de viento, dado que no se puede almacenar el recurso eólico, las centrales de generación ofertan un precio barato para asegurarse la casación y obtener unos ingresos mínimos.

   Este proceso fija el precio para el mercado diario. Pero siempre sucede que algún operador no ha logrado casar el precio de la energía ofertada y esto genera penalizaciones. Para adaptar esa casación se abren a lo largo de las veinticuatro horas siguientes los llamados mercados intradiarios. Funcionan también por previsión, pero con una antelación menor a las veinticuatro horas del mercado diario. Eso permite corregir las ofertas. La casación se hace con el mismo mecanismo de aproximación de escalones de oferta y de demanda.

    Pero también hemos dicho que la compra se puede hacer negociando diréctamente entre generadores  y comercializadores. Esto es habitual entre las compañías que tienen generación y comercialización. Como ya dijimos en el primer informe, el 80% de la energía ofertada al mercado la generan Endesa, Iberdrola, EDP y Gas Natural. Y el 79 % de la energía comprada, la compran esas mismas cuatro compañías. Así pues, para ese mercado supuestamente “libre”, Los Cuatro Fantásticos fijan el precio para todo el mercado, pero a ellos no les afecta pues se venden a sí mismos a un precio que determinan de forma independiente al mercado diario. Es decir, fijan el precio para el 20 % restante, lo que les da toda la desleal ventaja competitiva. Por otra parte, en  el PVPC,  que será objeto de otro artículo, la modalidad de contratación más ventajosa para el consumidor doméstico,  ellos suben el precio, y por lo tanto el margen, forzando el mercado  al alza.

   Imaginen una lonja de pescado donde el 80 % de la pesca la traen cuatro empresas que poseen  grandes flotas de barcos, y cuyos mismos propietarios poseen a su vez en esa proporción los puntos de venta. El resto, pescadores y pescateros, que se apañen.

   Dependiendo del momento y de que parte quieran controlar, subirán el precio o lo bajarán. Cuando lo bajen los generadores que no son ellos, perderán y cuando lo suban los comercializadores que no son ellos, perderán. De esa forma siempre ganan en este mercado.

   Supuestamente la CNMC ( la Comisión de los  Mercados y la Competencia) y el Ministerio de Industria, siguen vendiendo la idea de que esto es un mercado libre. Ahora se entiende mejor que pongan trabas a la instalación de autoconsumo, pues así defienden mejor sus intereses. Se han pegado 90 años para unificar todas las centrales de generación eléctrica en cuatro grandes grupos, como para que ahora les pueda salir un generador por cada punto de consumo.

   Para terminar esta entrega queda por decir que todo lo que en ella se recoge afecta sólo al    36 % de la factura. El resto, son costes regulados por el BOE (donde los Cuatro Fantásticos influyen de forma decisiva) y que en un alto porcentaje, ya lo explicaremos, vuelve a ser su negocio sin ningún tipo de competencia.

¡Viva el Libre Mercado!

(Continuará)

-La gran estafa del mercado eléctrico (I)

Artículos relacionados :