Por Fernando Gracia
Ramón Perdiguer, fundador y presidente emérito de la tertulia que él fundó y a la que me precio en pertenecer casi desde sus primeros tiempos, tenía por costumbre recordar…
…al comienzo de su intervención a aquellas figuras del mundo del cine que hubieran cumplido cien años en el mes en curso.
Sus saberes enciclopédicos le llevaban a recordar con frecuencia nombres totalmente desconocidos para la mayoría del resto de contertulios. Personas relacionadas con el cine de décadas pretéritas, que en muchos de los casos habían desarrollado carreras más bien alejadas del éxito.
Cuando la figura recordada era de renombre y nos sonaba a todos surgían los comentarios y apostillas a su intervención, sacando entonces a relucir los asistentes nuestra mitomanía, algo consustancial al hecho de ser asiduos a las salas de cine.
La Tertulia lleva ya un tiempo reuniéndose en el Centro Joaquín Roncal, gracias a la inestimable colaboración que nos ofrecen sus responsables, por lo que en justa correspondencia varios de nosotros hemos ofrecido estos últimos años unos pequeños ciclos centrados precisamente en los centenarios, en evidente recuerdo y homenaje a nuestro fundador, que seguramente hubiera aplaudido la idea, si todavía tuviéramos la fortuna de contarle entre nosotros.
Incluso en el malhadado año 2020, con aforo muy reducido, recordamos a Fellini y Sordi, entre otros. Nos sirvió para empezar a pensar que la posible vuelta a la normalidad estaba ya algo más cerca. En este año 2021 recordamos en primavera a Fernán Gómez, Berlanga y Giuletta Massina, con excelente acogida del personal, mientras que en este mes de diciembre volvemos a programar tres sesiones, que serán presentadas por tres de los miembros de la tertulia: Luis Gil, Juan Carlos Ajenjo y quien suscribe.
Las figuras elegidas son Deborah Kerr, Cyd Charidsse y Alberto Closas. Como en primavera fueron dos varones y una fémina, ahora será al revés, para que vean lo políticamente correctos que nos hemos vuelto.
De la primera se proyectará el día 2 todo un estreno, ya que nunca llegó a nuestras pantallas, “I see a dark stranger”, del año 1946. Película de espías, ambientada en la reciente guerra mundial, donde la hermosa Deborah comparte protagonismo con Trevor Howard, muy bien puntuada por la crítica, de la que esperamos mucho los aficionados.
La hermosa Cyd Charidsse nos deleitará el día 9 haciendo pareja con Fred Astaire en “Melodías de Broadway 1955”, título del gran Minnelli tras el que se esconde “The band wagon”. La que ostentó durante un tiempo el título de “mejores piernas de Hollywood” no solo supo estar a la altura del gran Fred, sino que también lo hizo junto al atlético Gene Kelly, razones más que suficientes como para recordarla.
Alberto Closas fue muy popular en su momento, aunque me temo que las generaciones actuales apenas lo tengan en cuenta. Curtido en el teatro bajo el manto de la gran Margarita Xirgu, volvió a España desde la Argentina para desarrollar una bella carrera jalonada de éxitos, unos populares y otros de alto nivel, como su recordada “Muerte de un ciclista”. En las tablas siguió demostrando su talento, como pudimos comprobar en Zaragoza en numerosas ocasiones. Nunca olvidaré su actuación en “Rosas de otoño”, de Benavente, junto a Amparo Rivelles, otra de las grandes.
La película que se proyectará el día 15 sobre Closas será “La fierecilla domada”, con Carmen Sevilla como la díscola dama a la que el caballero hará pasar por el aro, tal como escribió el bardo de Strattford. El paso de los años le ha conferido a la película un aura simpática, levemente camp, que a la postre acaba siendo más eficaz que la que con muchos más dineros y más glamur hizo años después Zefirelli, con el matrimonio Taylor-Burton tirándose los trastos. Y ruego se me perdone esta opinión, si alguno la estima excesiva.
A las 18,30, con entradas a 3 euros. Y en versión original, como se acostumbra en ese lugar.
