Pollerías (junio)


Por Martín Ballonga

    ¡Un éxito sin igual del Pollo Urbano!. Una sección con píldoras, runrunes y comentarios que nos llevaran por pequeñas pistas a caminos de interés asegurado para nuestros lectores . No te pierdas su lectura…

  Sentencias que nos gustan: “Hemos de proceder de tal manera que no nos sonrojemos ante nosotros mismos” (Baltasar Gracián); “La imaginación nunca peca” (Luis Buñuel); “La más estricta justicia no creo que sea siempre la mejor política” (Abraham Lincoln); “Nunca se logra ningún beneficio sin perjudicar a otro” (Michel de Montaigne); “El pueblo opina y los jueces juzgan, pero lo malo sería que los jueces se limitaran a opinar mientras el pueblo dicta sentencia” (Jorge Bustos); “En la justicia siempre hay peligro: o por parte de la ley o por parte de los jueces” (Henri Bordeaux); “Lo esperado no sucede, es lo inesperado lo que acontece” (Eurípides de Salamina); “En la tardanza dicen que suele estar el peligro” (Cervantes); “Hacer esperar es mucho peor que esperar” (Cristina Grande); “La educación es lo que queda después de que uno ha olvidado lo que aprendió en la escuela” (Stanley Kubrick); “Hay palabras que suben como el humo y otras que caen como la lluvia” (Madame de Sévigné)…

  No contento con armarla cada dos por tres, Alberto Cuberovski ha dicho que Jerónimo Blasco –aquel ‘Jeromín de las Graveras’ de tan infausto recuerdo- “hizo muchas cosas bien y no me duelen prendas en reconocerlo”. Pichón sentenciado.

  La novela ‘En la orilla’ (2013), de Rafael Chirbes, da fe de la borrachera de la especulación, en un ambiente costumbrista que huele a literatos como Benito Pérez Galdós. El hallazgo de un cadáver en el turolense pantano de Olba pone en marcha la narración, un muestrario de burgueses de medio pelo caídos en desgracia el día después de la explosión de la burbuja inmobiliaria Ahora ha sido llevada a las tablas en una adaptación de Ángel Solo y Adolfo Fernández, y se presentó en Zaragoza en el teatro Principal. Tanto en el cartel publicitario (vean la foto) como en las páginas culturales del consistorio se refieren al gran escritor valenciano como Chirves (así, con uve). Una vergüenza. El gerente del patronato municipal de las artes escénicas y la imagen de Zaragoza, Víctor López Carbajales, es el máximo responsable del desaguisado, que para eso lo nombró Fernando Rivaflex. Que coja los bártulos y se marche a tiempo y con dignidad, no sea que haga lo mismo con Calderón de la Varca, Lope de Bega o Miguel Miura. Sentenciado.

  Y además de inepto, villano. El trato y actitud al personal por parte de Víctor López Carvajales –con uve, por favor- no es bueno. Su cara le delata. Nos recuerda a esos malos malísimos del ‘spaghetti-western’. Una de sus dianas ha sido Leandro Martínez. Hay villanos que no necesitan cometer un delito porque ya lo llevan cometido en la jeta. En ‘Quiteria Martín’, cuando quiera, lo vestimos de facineroso. Por aquello de la imagen. Y gratis. Y sin faltas de ortografía.

  Mariano Rajoy, otro sentenciado, es hombre de palabra. Cuando Javier Lambán, en su visita a La Moncloa, le obsequió con quince kilos de espárragos blancos de Quinto de Ebro, el mandatario pepero le dijo que le correspondería, si bien no en los reclamados asuntos prioritarios de la comunidad aragonesa. A los pocos días, en efecto, Lambán recibió una caja de la jefatura del estado con una empanada gallega dentro y una misiva que decía: “¡Alambín, alambán, alambín bon ban, Lambán, Lambán, y nadie más!”.

  Luisa Fernanda Rudi, senadora pepera por Aragón, le propuso a Javier Lambán, cada día más enamorada del presidente de la comunidad aragonesa: “Divorciémonos para siempre, amor mío, hasta que algo nos una”. “¿Y si sale mal?”, pregunta él. “Si sale mal, nos casamos”.

  Igual es que Luisa Fernanda Rudi no se conforma con su sueldo mensual de 6.100 euros brutos y otros 1.100 que le aporta el plan pagado con dinero público. Doble paga, sí, pues está cobrando un fondo de jubilación del Parlamento europeo a la vez que percibe su sueldo como senadora. Marcelino Iglesias, en santa comunión, ha dicho: “Por eso se eliminó el complemento de pensiones no contributivas para los aragoneses, que sois unos pardillos”. Otro que tal. ¡Abajo las caenas! ¡Aúpa el Huesca!

  Probablemente, solo probablemente, su labor más mediática fue la de presidir el Real Zaragoza entre 2006 y 2009. Habrá también quien le recuerde por haber sido el consejero de Economía del gobierno aragonés. Pero lo que buena parte de la población desconozca de Eduardo Bandrés –de él hablamos- es que ejerce ahora de director de Economía Pública y Bienestar de Funcas, uno de los mayores expertos en pensiones y Seguridad Social del país. También ha sido nombrado recientemente tesorero de la federación española de fútbol (fue vocal con Villar, otro que tal). “El sistema”, ha dicho, “no podrá volver a ser tan generoso como antes de la crisis y el ajuste recaerá sobre lo que van a empezar a jubilarse en unos pocos años”. A él le tocará pronto y tendrá la mayor retribución posible. Lo cierto es que somos el único país de Europa que no ha hecho las reformas necesarias, de la mano de un gobierno irresponsable, y una oposición y unos sindicatos autistas. Porque las pensiones dependen también del empleo, la precariedad, el salario mínimo, la redistribución de la productividad de la empresa, y de una manera especial la maternidad. Si no se aborda en estos términos, maldita sea, convertiremos las pensiones en un agujero negro.

  “El hombre es un animal territorial”, dice la sentencia de George Steiner. Como los lobos, algunos que se dedican a la política mean en su territorio, marcan su poder, imponen la ética de las convicciones ignorando la ética de las responsabilidades. Solo ven el mal, no el que hacen ellos. Imponen su ideología como si fueran una secta religiosa.

  “¿Qué sucios llevas los zapatos?”, le espetó en un pleno Pedro Santiveri al vehemente y ambicioso Jorge Azcón. Y este no se cortó: “En armonía con mis objetivos políticos”. Sentenciado.

  Se lo dijo Santiveri a la vicealcaldesa María Luisa Broto, mirando al cielo y en una terraza del extrarradio zaragozano, mientras tomaban dos cervecitas bien fresquitas: “Parecen estrellas, pero son satélites espías”…

  Se lo dijo Pablo Muñoz al portavoz socialista Carlos Pérez Anadón: “No me gusta verte así”. “¿Así… cómo?”. “En persona”.

  En un pleno del ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivaflex le cuenta un chiste a Guillermo Lázaro (¡New York, New York!). Un condenado a muerte, camino del patíbulo, pregunta a su guardián: “¿Qué día es hoy?”. “Lunes”, le responde. “¡Pues sí que empiezo bien la semana!”.

  Las palabras de ‘El Torres’ y el dibujo de Fran Galán construyen el grandioso cómic ‘Goya: lo sublime terrible’, una brillante recreación imaginada de las obsesiones del pintor de Fuendetodos. La metáfora se disipa y se torna en ventana hacia un mundo de magia y averno. Enhorabuena.

  La etapa de Luis Buñuel en Hollywood también llega al cómic en ‘La noche perdida’, un trabajo que ahonda en una etapa apenas conocida que el director aragonés pasó en la meca del cine. El dibujante Javier Ortiz y el colorista Guillermo Montañés han sido los encargados de desarrollar el guion elaborado por nuestro amigo Queco Ágreda. La obra, a lo largo de 72 páginas, está ambientada en 1946, año en el que el cineasta de Calanda atraviesa uno de los momentos más complicados de su vida. Exiliado tras la guerra civil, sin dinero y sin trabajo, vive en Hollywood a la espera de la oportunidad de demostrar su talento, pero esta no llega.

  Otra enhorabuena a nuestro colaborador Eduardo Viñuales, que ha publicado junto a Alberto Martínez una guía de cien cimas en los montes zaragozanos, la segunda entrega de la editorial vasca Sua tras la de las cumbres del Alto Aragón. Entre los dos –zaragozanos de pro y cuya película de cabecera es ‘Subida al cielo’, de Buñuel- ya han publicado más de cincuenta libros. Un volumen pensado, sobre todo, para el excursionismo. Ya lo dijo Salomón, no hay mayor disfrute que la excursión.

  Y otra más a la compañía zaragozana Clásicos Luna, que volvió a subirse al escenario del teatro Principal de la capital aragonesa para presentar ‘La odisea’, de Homero, adaptación de Juan Luis Pérez Pascual y María Ángeles Parroqué, ya estrenada en el teatro romano de Sagunto. Un interesante proyecto coordinado por Esther López y José Ángel Alegre, e interpretado por casi un centenar de alumnos de todos los cursos del instituto de secundaria Pedro de Luna. Y como no querían tensar el arco, no dejaron a Carvajales –así, con uve- inmiscuirse en la publicidad del clásico, no fuera que lo titulase ‘La hodisea’, de Omero. ¡A los grecorromanos, ni tocarlos!

  Más enhorabuenas a nuestros compañeros de fatigas Lisardo de Felipe, Elena Sánchez Escabosa, Beatriz Navarro, Nacho Muñoz y Pedro Zapater, premiados por la asociación de periodistas aragoneses. A este último, y a toda su familia, un recuerdo sentido por la muerte de su hermano Sergio.

  El paso del tiempo ha traído de vuelta a Conchita Montenegro. Embelesó a Chaplin, fue musa de Balenciaga, se casó con un diplomático franquista y terminó siendo la amante de Leslie Howard. Ahora andan a la greña los escritores Javier Moro y Carmen Ro, con sendas semblanzas sobre la actriz donostiarra, achacando la última que ha sido ninguneada y hasta ha podido ser plagiada. San Pedro, corresponsal en el cielo de ‘El pollo urbano’, nos dice que nuestro paisano Ramón Perdiguer va a bajar a suelo terrenal para poner un poco de orden ante tanta vanidad.

  El espíritu revolucionario de Jean-Luc Godard sigue vive a sus 88 años. Ha presentado en el reciente festival de Cannes, y en la sala Buñuel, su último largometraje, ‘El libro de la imagen’. El cineasta francosuizo se monta una suerte de collage con una vertiginosa sucesión de fotogramas, donde el tren es el símbolo del mundo que no deja de moverse. Y hace un guiño a ‘Los olvidados’, la película mexicana del maestro calandino Luis Buñuel. ¡Abajo las caenas! ¡Aúpa el Huesca! ¡Salvemos Teruel!

 

  Se presentó en la Biblioteca de Aragón ‘Escombros selectos’, libro póstumo del escritor y realizador Alfredo Castellón. Allí acudieron todos sus ‘amigos’. En vida, el bueno de Alfredo presentó en la filmoteca de la Inmortal su última película, un documental sobre Segovia, y solo acudieron el propio realizador –acudió de propio, desde Madrid-, Leandro Martínez –director de programación de la filmoteca, ya fuera de ella- y Carlos Calvo –subdirector de esta revista pollera-. Su trayectoria creativa la va a recoger en un audiovisual Emilio Casanova, uno de los ‘niños’ mimados de las instituciones aragonesas, y más previsible que una película porno. O que el asa de un cubo. Cuando fallezca Carlos Saura, que por edad ya le toca, dios no lo quiera, habrá cola para pillar subvenciones. Carroñeros.

  Y terminamos como empezamos, con más sentencias. Lo dice Miguel Sánchez-Ostiz en ‘Diario volátil’, su último libro (o penúltimo, que los fabrica como chorizos): “El lameculos que un día te pringa con su baba y otro se baila una jota, o un fandango, sobre tu fosa”. También recuerda el diarista a Francisco Umbral cuando decía que a quien tiene la paga asegurada se le nota en la prosa. En Zaragoza, sin ir más lejos, tenemos algunos ejemplos. “Es preciso desaparecer en la escritura”, decía muy serio… y le estaban enterrando.

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