Pirineos Sur 2012


Por JJ Potax

En un año que ha visto reducir las propuestas de festivales en toda la geografía patria , Pirineos Sur, en su vigésimo primera edición, ha mantenido el tipo de calidad, diferencia y público.

Además, el clima enfebrecido e histórico de este 2012 ha permitido que la lluvia, y en cierta parte la temperatura, hayan sido más benévolas que en ediciones previas. Pirineos Sur sigue siendo el festival de músicas del mundo por excelencia en nuestro país, una vez que “La mar de músicas”, que era su homólogo en el levante, se ha visto notablemente reducida.

Y al respecto de la temperatura, los Pirineos son montaña, Lanuza está por encima de los mil metros, y el viento suele soplar con cierta frecuencia, la gente va abrigada. El público conoce lo que hay, los que frecuentan este festival no escatiman en prendas de abrigo, esto es algo que llama la atención de muchos artistas que aplauden ese coraje de ese buen público, consolidado a lo largo de todos estos años, que es el habitual de Pirineos Sur. Por ellos y ellas nuestro aplauso, sin esa banda, esa gente, no habría cuestión.

Un festival que ha reunido a propuestas como Amadou et Mariam, Javier Ruibal, Santiago Auserón en su versión 2.1 de Juan Perro, Muchachito Bombo Infierno, Souad Massi, Kusturica, Bebe, junto a propuestas excitantes en Sallent como Astillero, Ethiopique, Juju o Clorofila, es un lujo del que, un año más, no podemos por menos que agradecer; me explico, es fácil opinar y encontrar fallos, pero los hechos son tan contundentes que cualquier discusión fácil es, cuando menos, torpe.

Unamos una programación para públicos familiares participativa y generadora de una presencia cada vez mayor de la gente en el entorno de Sallent (las lenguas dicen que este año estaban, por fin¡¡¡, contentos los aborígenes) y cómo no los pirineos, con ese ambiente de naturaleza , que aunque destruido en buena parte por la codicia de ese engendro llamado Aramón, aún aguanta si uno sabe esconderse o pasar a la cercana Francia. (Y de paso, no insistan con la nieve, se está acabando, el retroceso es evidente excepto para estos estultos e ignorantes que no ven otra cosa que el brillo del oro: y no hablo de calentamiento global, uno ha estudiado geología y sabe que encima estamos en un período frío, jeje)

Sumemos, por fin, otro dato necesario: en veintiún años han pasado por ese pantano/pueblo cientos de miles de personas, y no se conocen incidentes graves (excepto los que monta la benemérita en sus controles en busca de chinas de “jachís” o mínimas cantidades de otras sustancias ilegales), una benemérita a la que considero capacitadísima para atender cualquier imprevisto realmente grave. Pero a la que veo dirigida por no se sabe quién en esa búsqueda hipócrita y absurda, plis, agentes, siempre les desearé buen servicio, pero este comportamiento procedente de donde sea, es ridículo, lo digo again , RIDÍCULO, ahora me detengan y cacheen.

“El Pollo Urbano” estuvo allí, y aunque ciertas bandas, escasas, no estuvieron a la altura, el balance es positivamente positivo: público, artistero, entrega del artistero, buena organización, capacidad …

El festival tuvo un regalo que ya era hora, Manu Chao, ese big papa perroflauta, ese Walter White del jaleíco, por fin decidió venir a un festi que le venía como anillo al dedo (es el padre putativo de todo el perroflautismo/flamenquillo/buenrollismo etc. que nos ha invadido en la última década (o mais) Estoy (h)ojeando ese libro escrito por Miguel Amorós sobre ochenta grupos barceloneses actuales y hay que reconocer que la influencia del papa hippie es poderosa, no hay más que ver las pintas y actitudes musicales de muchos de ellos y se ve hasta dónde llegó la riada.

Qué voy a decir si tengo sus vinilos de Mano Negra, si lo vi en la plaza de toros de Zaragoza y en el Príncipe Felipe con la Radio Bemba, e incluso cuando, casi imberbe, militaba en Hot Pants y estuvo en Zaragoza con su siguiente banda Los Carayos, si cualquier movimiento que hace nos llega; una verbena tipo sarri, sarri, sarri, y esa letra impecable de lolololololololo (o oyoyoyoyoy)

Manu Chao, manuchaísmo, ya era hora, un miércoles llenó el Pirineos Sur, dio lo justo por culo, se pegó un rato haciendo esperar a la peña por un quítame allá los faldones del frontal del escenario, a final permitió los de la DPH, de Sallent y de la EWWFM, cogió la pasta y chao. Yo me acordaba del jefe Labordeta, que cantó, de las últimas veces de su vida, en Ansó, hace unos pocos años y se quedó a dormir, al otro día desayunó, departió, atendió, no sé manu, qué bonito hubiera sido, a pesar de la dificultad. Pero ganar cien mil en una noche lleva a esos malentendidos, dejémoslo en eso: a ver, Manu Chao es un icono del buenrrollismo, es buen hijo de su tiempo, y con sus cincuenta tacos aguantar dos horas de rasca rasca, un pasito para alante, un pasito para atrás, es como menos para “chapeau”, a partir de ahí cada uno tendrá su opinión, pero esto es lo que hay.

Kusturica, otra de las figuras, que repetía, no pudo hacer, cuestión de espacio, su ópera, pero, a pesar de ser una noche fresquita, deleitó con una banda que llegó bastante cansada físicamente y, sin entregarse con esa energía que le hemos visto en otras ocasiones, sí que ajustó su música, una ensoñadora cantinela de orquestina de pueblo, donde klezmer, balcan y mediterranismo se dieron la mano en medio de un menor grado de histrionismo del que es habitual en el prestigioso director de “Gato negro, gato blanco” junto a su orquesta de no fumadores

Lamentamos no poder estar la noche de Amadou et Mariam, pero los ecos que llegaron a nuestros oídos sobre su concierto fueron todos asombrosos: psicodelia, hipnotismo, en definitiva, esa fuente inagotable de la mejor música que es Malí, un país que casi debiera ser obligado cada año en este festival (y es cierto que la presencia de malienses en Pirineos Sur ha sido amplia en cantidad y calidad). De paso: Mali, un país en que los barbudos están apretando fuerte, fuerte, fuerte; prohíben la música, violan los más sagrado en nombre de lo más sagrado: nos jugamos mucho en Mali

Juan Perro y la zarabanda, a ver, yo soy un fanático de Radio Futura, me parece el grupo que hizo el rock español mas adulto en los 80, pero las posteriores apariciones de Auserón transmutado en Juan Perro me habían dejado frío cuando no cabreado, por lo que podía ser y no era, pero esta zarabanda es otra cosa, apoyado en dos musicazos que beben de la mejor música española de los setenta (un período demasiado olvidado, hay que decirlo alto y claro) aportando virtuosismo y todas las calidades de esa época: progresividad, psicodelia, melodía; más una (excelente) banda con sección de vientos, bajo, batería y percusionista cubanazos y el tres de Raúl Rodríguez, junto a una excelente factura vocal y escénica de Santiago, que pedía a los espíritus y duendes colaboración, a fe que se la dieron, temas concretos, vacilones, conformaron un concierto que acabó en catarsis; fantástico.

Javier Ruibal era una de las cuentas pendientes de Pirineos Sur, que si el año pasado cerró la herida de Kiko Veneno, este año ponía apósito con ese hit que es el atípico Ruibal, pues, decía, Javier apoyado en su guitarra, más un pianista excelente, desmesurado a la par que preciso, y el soporte clásico bajo, batería, guitarra eléctrica del grupo Glazz; dio un repaso a esa maravillosa discografía que posee desperdigada aquí y allá, y como mucha gente no lo conocía pues ese regalo se llevaron, maravilloso Ruibal, estimado letrista, el dulce aroma del Puerto de Santa María nos embriagó con un concierto de un artista profesional, cuidadoso, muy contento de estar, por fin, en Pirineos Sur. Por otro lado, cosas de la vida, Ruibal supo poner un punto reivindicativo al denunciar lo que no están robando antes de cantarnos la excelente “Tu nombre”, cosa que hubiera agradecido escuchar de labios del paterfamilias al que ya no cito más o de Kusturica, porque Europa es la que nos está matando, en fin, es muy complejo mantener una cartera repleta y al mismo tiempo una actitud política correcta, es tan difícil en este mundo de maniquíes y tiburones de las finanzas, algunos de los cuales nos visitan en el pantano, aunque lo hagan ataviados a estilo semijipi, bajando sus maletas samsonite del coche pijo, para acampar por una noche con los/las colegas: yo también estuve

Muchachito no engaña a nadie, desde que lo vi por primera vez, zumbándole a su bombo y con esa voz aguardentosa me cayó bien, luego en las distancias cortas es un zagal más que correcto y que sabe darlo todo en el escenario, carece de canciones fáciles de recordar, pero conforma un más que correcto show de energía, de personalidad propia, acompañado de una banda amplia y eficaz consigue lo que se propone, y a fe que lo hizo la última noche del programa.

Como otros años, en una iniciativa loable, el último día se presentó la colaboración del festival Pirineos Sur con el Boulevard de Casablanca, entre el grupo de flamencos aglutinados anteriormente en Lizana, y junto al guitarrista Manuel Santiago; y una serie de músicos marroquíes. Como no lo pude ver, no puedo opinar, lo poco que he visto en youtube es digno. Espero que sirva para rular algo más que los intentos anteriores de Biella Nuei, Rapsusklei, Dr Loncho o Alejandro Monserrat, aunque el objetivo es más el encuentro entre músicos aragoneses y marroquíes (antes también senegaleses) que un espectáculo para desarrollar.

Me dejo en el tintero a Julieta Venegas, a quien tampoco pude ver, y prefiero pasar silenciosamente sobre la actuación de Souad Massi y mi paisana Bebe, son muchos los palos que ha recibido como para reincidir en lo mismo, que no canta un pimiento y que parece que la pinza se le ha ido con ciertos comportamientos públicos; yo la oí cantar un rato y juro que me puse los cascos para preparar la primera pinchada que hice el mismo viernes de su actuación, algo debe tener el agua cuando la bendicen. Para lo bueno y lo malo B(b)ebe.

De las actuaciones de Sallent no escribo para no extenderme más en el artículo, pero la opinión generalizada es que ha habido bastante nivel, incluso excelente en ocasiones, y esta tónica parece ser dominante lo cual es de agradecer; en cuanto a las actividades de calle y familiares, etc, también ha habido un avance en los últimos años que hacen que el personal pueda subir y disfrutar del entorno, de ratos en el mercadillo, y sobre todo que la muchachada más joven, público en ciernes, vaya acompañada de sus familiares haciendo un espacio de convivencia y aprendizaje nada desdeñable.

Finalmente, un cero a ibercaja por retirar la ayuda al festival, ellos seguirán pagando para que un puñado de excelsos vayan a ver la música clásica en el auditorio, pero se olvidan de los miles de personas que suben a Sallent, en fin, qué se puede esperar de ellos. El gobierno aragonés no tiene problemas en pagar lo que no está en los libros por las motos en Alcañiz, pero aquí también se ha retirado, como ya hiciera el año pasado, no creo que un pequeña ayuda los arruinara más de lo que ya están, pero esto es lo que hay.

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