La presidenta de Aragón inaugura una nueva edición del «Rastrillo»


Por Luis Gareta

El Rastrillo Aragón organizado por la Fundación Federico Ozanam se ha convertido en una de las citas solidarias más conocidas y esperadas por los zaragozanos, y también una de las más reconocidas por parte de las instituciones aragonesas.


Así, numerosas autoridades han asistido hoy  a la inauguración de la nueva edición, a la que no ha faltado la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, que no ha dudado en hacer un hueco en su apretada agenda para desear un nuevo éxito solidario a la Fundación Federico Ozanam. Tampoco han faltado a la cita el Delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, el consejero de Salud y Bienestar Social, Ricardo Oliván y el Arzobispo Manuel Ureña, entre otras personalidades.

En especial, Luisa Fernanda Rudi ha dedicado una felicitación expresa a los voluntarios y voluntarias  “que trabajan duro los 365 días del año y mantienen vivos algunos de los servicios que se prestan a los sectores más débiles de Aragón”. Y es que este bazar solidario anual es posible gracias al trabajo voluntario de más de 850 personas, cuenta con la colaboración de más de 500 empresas y comercios, y se ha convertido en un valiosísimo recurso para la obra social de la Fundación.

Desde el 26 de octubre y hasta el 4 de noviembre, el Rastrillo Aragón estuvo abierto en horario ininterrumpido de 11 a 21:00 horas, con 32 stands y productos para todos los gustos y todos los bolsillos que, con seguridad, volvió a contar con el respaldo de la generosidad y la solidaridad demostrada por la sociedad zaragozana año tras año.

Por eso, a lo largo de su trayectoria, el Rastrillo Aragón de Ozanam ha permitido la puesta en marcha de cuatro Residencias para Mayores, además ha financiado los servicios de Ayuda a Domicilio y Bolsa de Vivienda y, desde hace ya tres ediciones, destina su recaudación a medidas de Formación y Empleo para hacer frente a los graves efectos de la crisis en los colectivos sociales más desfavorecidos.

Diez días de oportunidades solidarias

Ropa nueva y de segunda mano, artículos deportivos, regalos, floristería, pastelería, alimentos aragoneses, libros, muebles, música… en el Rastrillo Aragón puede encontrarse de todo y a muy buenos precios. Este año, además se incorpora también el stand de INSERTA, la empresa de inserción de trabajadores de la Fundación, con útiles servicios de mantenimiento, albañilería, carpintería y confección.

No cabe duda que el Rastrillo es una cita ideal para los buenos buscadores de “tesoros” y cuenta  con una agenda diaria llena de buenas ofertas e interesantes novedades. Además, en los próximos días recibirá la visita solidaria de destacados deportistas, y contará también con un rincón de juegos para los pequeños de la casa, el “Pequerastrillo”.

Con todos estos ingredientes, ya ha arrancado con ilusión la edición número 26 de este Rastrillo Aragón que, con seguridad, desde hoy y hasta el 4 de diciembre, dará muy buenas y solidarias noticias.

La edición del Rastrillo Aragón 2012 cierra con 580.000 euros recaudados, que se transformarán en programas de empleo, formación y ayudas sociales

La jornada final de ayer en el Rastrillo Aragón marcó un hito en la historia de esta cita solidaria, ya que recaudó 98.000 más que ningún día hasta ahora en los 26 años de Rastrillo. Y en total, la cifra global conseguida en la edición de este año ha alcanzado los 580.000 euros, una cifra importantísima que se destinará directamente a los programas que la Fundación Federico Ozanam dedica a formación, apoyo a desempleados y becas de residencia para personas mayores, precisamente los recursos más necesarios en tiempos de crisis. Se estima que durante estos 10 días han pasado unas 100.000 personas por el Rastrillo y tanto respaldo multitudinario merece, como no podría ser de otra manera, un balance «altamente positivo» por parte de la Fundación Federico Ozanam, y su presidente, Enrique Santamaría agradece «el esfuerzo que, ahora más que nunca, hacen los zaragozanos para, pese a la dificultad de los tiempos que corren, seguir apoyando tan incondicionalmente este Rastrillo». De hecho, sobre la alta recaudación obtenida,pese a ser un poquito inferior que el año pasado, destaca «es una cifra impresionante y desde luego importantísima para hacer posibles algunos de los más importantes programas sociales que desarrollamos desde la fundación».

Por ello, el agradecimiento más destacado es también por parte de Ozanam para los más de 850 voluntarios y voluntarias «que trabajan intensamente estos días, pero también a lo largo de todo el año, para hacer posible que este proyecto se mejore edición tras edición». La cita ha conseguido además este año más aportaciones tanto de particulares como de los más de 500 comercios y empresas que colaboran. Así, a lo largo de su trayectoria, el Rastrillo ha permitido la puesta en marcha de cuatro Residencias para Mayores, ha financiado los servicios de Ayuda a Domicilio y Bolsa de Vivienda y, desde hace tres ediciones, la recaudación se destina a medidas de Formación y Empleo para hacer frente a las graves efectos de la crisis en los colectivos sociales más desfavorecidos.

De hecho, desde Ozanam se subraya que ante la actual coyuntura económica es prioritario complementar las actuaciones públicas, ampliando la oferta formativa dirigida a aquellas personas con más dificultades en estos momentos. Como ejemplo, de los programas que sostiene el Rastrillo, en 2011, se dieron módulos de formación a 60 jóvenes de entre 16 y 21 años con fracaso escolar, y que así se prepararon en los oficios de carpintería, lavandería, fontanería y albañilería. También más de 500 alumnos inmigrantes pudieron adquirir formación básica y aprender español, y se llevaron a cabo 16 cursos dirigidos a más de 200 alumnos en otros oficios como pintura, horticultura, matenimiento de edificios… Y por su parte, desde la Agencia de Colocación de Ozanam, con más de 15 años de experiencia, se ha atendido a más de 5.000 personas en los últimos 12 meses, y se han cubierto más de 500 ofertas de trabajo. Y ese es el mensaje de esperanza que quiere lanzar la Fundación a la sociedad, frente a una situación difícil, también hay que dar los datos positivos, y cada contrato que se hace es una buena noticia.

Así que como dice la canción de Drexler que ha sido la banda sonora de este Rastrillo Aragón: «nada se pierde, todo se transforma», y desde hoy mismo, la cadena de solidaridad de la Fundación vuelve a ponerse a pleno rendimiento para convertirse en oportunidades para quienes más lo necesitan. De parte de la Fundación Federico Ozanam, gracias y ¡hasta pronto!.

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