Llegaron los jamones polleros


Por Perico Lisso

Como todos los años, cuando se acercan la navidades, la redacción pollera se inunda de jamones para sus colaboradores.

Dos son las monedas que se usan para complementar  el «extraordinario» sueldo  anual de un colaborador pollero: la paletilla de jamón o un libro a elegir entre una lista de seleccionados.


Y lo cierto es que la recogida de los jamones en el plató «frigorífico» de nuestra redacción y que sirve de improvisado «Photo call» de cada final de año, constituye una ocasión singular para poder pasar un buen rato con muchos colaboradores que, aprovechando las fechas,regresan a sus  casas familiares  y otros que, aunque nos veamos con ellos con más frecuencia, nunca hay tiempo para celebrar la visita con unas cervezas y unas gambas del del bar «El Pozal», aledaño a la redacción, como en estos días se hace.


A todos los amigos, camaradas y colaboradores polleros os deseamos desde la redacción un gran 2012 aunque nos lo estén poniendo tan duro y feo ¡Felicidades a todos por haber atravesado el 2011 en nuestra barca pollera, inasequible al desaliento!

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