Por Jorge Moreno
Un estilo de vida activo ayuda a conservar la materia gris en el cerebro de los adultos mayores y podría reducir la carga de la demencia y la enfermedad de Alzheimer, según un estudio de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos), presentado en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica.
Los científicos examinaron cómo un estilo de vida activo puede influir en la estructura del cerebro de los 876 adultos analizados en la investigación, con un promedio de edad de 78 años, procedentes del Estudio estadounidense de Salud Cardiovascular, cuya cognición osciló entre normal y demencia por Alzheimer. Así, obtuvieron datos clínicos de 20 años, incluyendo el índice de masa corporal y los hábitos de estilo de vida.
Los factores de estilo de vida examinados incluyeron deportes recreativos, jardinería y trabajar en el jardín, andar en bicicleta, bailar y montar una bicicleta de ejercicio. «Sacamos a los pacientes de cuatro centros en todo el país y hemos sido capaces de evaluar la producción de energía en forma de kilocalorías a la semana», explicó Ciro Raji, doctor residente de Radiología en la Universidad de California.
Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética y una técnica llamada morfometría basada en voxel para modelar las relaciones entre la producción de energía y el volumen de la materia gris. Tras un control por edad, tamaño de la cabeza, deterioro cognitivo, sexo, índice de masa corporal, educación, ubicación del sitio de estudio y enfermedad de la sustancia blanca, encontraron una fuerte asociación entre la producción de energía y el volumen de materia gris en áreas del cerebro cruciales para la función cognitiva.
El aumento del gasto calórico se relacionó con un mayor volumen de materia gris en los lóbulos frontal, temporal y parietal, incluyendo el hipocampo, la corteza cingulada posterior y los ganglios basales y hubo una fuerte asociación entre la alta producción de energía y un mayor volumen de materia gris en pacientes con deterioro cognitivo leve y Alzheimer.
«El volumen de la materia gris es un indicador clave de la salud del cerebro. Un volumen creciente de materia gris significa un cerebro sano, mientras que en la enfermedad de Alzheimer se observa un volumen menguante», explicó Raji, ya que la materia gris incluye las neuronas que funcionan en la cognición y los procesos cognitivos superiores orden.
«Lo que más me impresionó acerca de los resultados del estudio es que no es más que una combinación de los estilos de vida y actividades lo que beneficia al cerebro. Prácticamente todas las actividades físicas examinadas en este estudio son una variación de la actividad física aeróbica, lo que sabemos por otros trabajos que puede mejorar el flujo sanguíneo cerebral y fortalecer las conexiones neuronales», concluyó, tras insistir en que el envejecimiento del cerebro pueden ser aliviado a través de un estilo de vida activo.