Por Jorge Moreno
La contratación de disminuidos físicos ha caído un 8,11% en el último año en la Comunidad después de mantenerse estable desde 2008.Después de aguantar el ‘tirón’ de la grave coyuntura económica desde 2008, los diferentes colectivos de discapacitados (tanto físicos como mentales, intelectuales y sensoriales) comienzan a notar este 2012 el duro golpe de la recesión.
A lo largo de los nueve primeros meses de 2012 se han formalizado 1.245 contratos laborales para personas con una discapacidad superior al 33%, según los datos facilitados por el Observatorio Estatal de la Capacidad. Se trata de una cifra un 8,11% inferior a la registrada hace un año, cuando se rubricaron 998 contratos temporales, 356 indefinidos y 2 de otro tipo (por los 886 temporales, 357 indefinidos y la única contratación de otra tipología firmados en los tres primeros trimestres del presente curso).
La siempre complicada integración laboral de las personas con alguna dificultad física, psíquica o sensorial se ha visto claramente agravada por la crisis. Según los datos que maneja la Patronal Aragonesa de la Discapacidad (Padis) y la fundación Disminuidos Físicos de Aragón (DFA), solo uno de cada tres discapacitados aragoneses en edad de trabajar tienen actualmente un contrato de trabajo.
«Esta caída repentina en las contrataciones es, sin duda, algo fuera de lo normal. Hasta ahora habíamos resistido la crisis, pero se han dado una serie de factores que han derivado en que caiga el trabajo de forma alarmante. En primer lugar se ha generado un efecto dominó en el que las empresas que externalizaban servicios a los centros especiales de empleo, al haber menos trabajo, han reducido drásticamente los encargos«.
Otro aspecto que golpea de lleno en el acceso de los minusválidos al mercado laboral es, añade Guiu, «la reducción en las ayudas del Gobierno central a los centros especiales de trabajo». En 2010, las subvenciones a estos centros alcanzaban el 75% del salario mínimo interprofesional de cada trabajador (independientemente de su nómina). En 2012 este concepto ha descendido hasta el 50%.
Asimismo, ahora los centros tienen que hacer frente a la subida del IVA. Guiu lamenta que estos tres factores hayan desembocado en la destrucción de puestos de trabajo: «A día de hoy, dos de cada tres discapacitados en edad de trabajar en Aragón están en el paro y se han destruido muchos puestos de trabajo».
Uno de los aspectos que lamentan los afectados por la caída en las contrataciones es que, por el momento, no se cumple -en líneas generales- con la ley que obliga a las empresas privadas de más de 50 empleados a que el 2% de su plantilla esté compuesta por personas con una minusvalía igual o superior al 33%.
Este porcentaje de contratación obligatoria se eleva al 5% en las instituciones públicas, exigencia que según el máximo responsable de la patronal aragonesa tampoco se cumple.
